Lionel Messi hizo este viernes su primera gran aparición en la Copa América-2015 desmontando el plan defensivo de su mentor José Pekerman, aunque no pudo anotar el gol que hubiera ahorrado a la albiceleste el sufrimiento de tener que ganar por penales.
El astro estuvo apagado durante la primera fase del campeonato pero, en la primera hora de la verdad, ante Colombia se vio a un Messi eléctrico, mucho más cerca del de las grandes noches en el FC Barcelona.
Cuando llegaron los penales, Messi asumió la responsabilidad de lanzar el primero y lo anotó. Después sufrió agarrado al resto de los compañeros pero salió vivo y mantiene la búsqueda de su primer título con Argentina y el primero para el país en los últimos 22 años.
En el partido fue el jugador más peligroso de Argentina pero no estuvo acertado en dos claras opciones de gol. Messi arrancó el choque escorado en la banda derecha, pero pronto vio que el filón estaba en los espacios que se abrían en el centro del campo, donde Colombia sufría las bajas de sus volantes de contención titulares.
En el banco de Colombia estaba el argentino José Pekerman, quien hizo debutar a Messi con la albiceleste en 2005 y en la víspera reconoció que él, como todos los técnicos del planeta, también se preguntaba cómo frenar al que consideró el “mejor jugador del mundo”.
La elección que hizo Pekerman fue un marcaje al hombre, a la vieja usanza, poniéndole como sombra al joven lateral izquierdo Santiago Arias (PSV Eindhoven), que vivió un tormento durante toda la noche.
Arias no pudo evitar que el crack del Barcelona recibiera con facilidad a 35 metros de portería y se marchara con facilidad de la primera marca para luego abrir a las bandas o intentarlo él mismo por el eje central.
La debilitada defensa cafetera nunca supo cómo responder a las eléctricas arrancadas del astro y empezaron las patadas.
La dureza colombiana provocó una imagen muy poco habitual, la de Messi reclamando repetidamente al árbitro que frenara el juego duro.
El volante Álex Mejía y el propio Arias acabaron viendo sendas amarillas por fuertes entradas al ‘diez’ albiceleste. Arias se jugó la expulsión en varias ocasiones. Messi no tenía problema en burlarlo, tomando el balón de espaldas y amagando para un lado y para otro.
Mala fortuna:
El agujero en el centro del campo y el temor a Messi eran tan importantes que Pekerman dio un drástico cambio de rumbo. En el minuto 26 sacó del campo al delantero Teófilo Gutiérrez e introdujo a otro volante, Edwin Cardona, para detener la hemorragia.
En el minuto 26, Messi erró una clarísima ocasión de gol. Con todo el arco para él, su cabezazo fue milagrosamente atajado por el arquero David Ospina.
En la segunda mitad, retrasó un poco su posición para buscar pases en largo hacia la carrera de los veloces puntas Ángel di María y Sergio ‘Kun’ Agüero. También lo intentó a balón parado con un tiro libre muy escorado a la derecha que mandó por encima del larguero de Ospina.
En el 72 desperdició un buen servicio de Agüero que lo ponía en la carrera mano a mano con Zapata, a quien intentó recortar sin fortuna.
Y en el 90+1 tuvo una última ocasión de evitar la tanda de penales con un remate débil de cabeza a la salida de un córner que salió desviado.
Luego llegó su gol de penal y el respiro de alivio al saber que podrá seguir peleando por ganar su primer título con su país. (AFP)
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