Los próximos avances tecnológicos transformarán el arte de la guerra y permitirán dar un papel preponderante a los robots, como los drones, y equilibrar las diferencias entre Estados o entre éstos y los grupos terroristas, aseguran expertos y responsables.
En una mesa redonda celebrada en el Foro Económico Mundial de Davos y dedicada al “futuro de la guerra”, varios expertos consideraron que estos progresos son ineludibles y que podrían comportar peligros que deberían tenerse en cuenta lo antes posible.
Es cierto que veremos cada vez más misiones militares confiadas a robots. Israel ya ha anunciado su intención de remplazar a todos sus pilotos por robots y en Estados Unidos, algunos generales han asegurado que el último piloto de caza de la historia de la fuerza aérea de Estados Unidos ya ha nacido. Es más seguro para la fuerza aérea estadounidense enviar un dron para una misión de bombardeo. Es definitivo. Vamos a ver cada vez más misiones en el aire encomendadas a robots: Mary Cummings quien, antes de ser profesora especializada en interacción entre humanos y robots en la Universidad de Duke (Estados Unidos), fue una de las primeras mujeres piloto de combate de la Marina de Estados Unidos.
Para la ministra holandesa de Defensa, Jeanine Antoinette Plasschaert, “este tipo de arma es ya una evolución definitiva, ya no hay marcha atrás. Por ejemplo, vamos a estar confrontados a sistemas de inteligencia artificial capaces de modificar durante una misión sus propias reglas de combate. Por ello son tan importantes la dimensión ética y el control humano de este tipo de armas”.
La difusión rápida y a gran escala de las tecnologías civiles que pueden adaptarse fácilmente a un uso militar reducirá las diferencias entre naciones o, incluso, entre los ejércitos mejor equipados y los grupos terroristas, subrayaron los participantes de la conferencia.
Así, un cazabombardero estadounidense F-38, la próxima generación de naves de la fuerza aérea de Estados Unidos, podrá ser neutralizado por un enjambre de pequeños drones fabricados, por un coste irrisorio, en impresoras 3D y enviados en sus reactores, que no sobrevivirán.
“El grupo Estado Islámico”, agregó Cummings, “puede imprimir en 3D miles de drones, equiparlos con armas convencionales o biológicas y provocar daños mucho más importantes” que un bombardeo quirúrgico de un aparato de última generación.
“La barrera de entrada tecnológica ha bajado tanto que cualquiera puede tener este tipo de drones (…) Creo que Google y Facebook ya disponen de tecnologías de drones superiores a las de las agencias de inteligencias de todos los países”, señaló. AFP
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