La extensión del hielo que cubre el océano Ártico, que alcanza su punto máximo durante el invierno boreal, es la menor jamás registrada, indicaron este miércoles la Nasa y el Centro estadounidense de la Nieve y el Hielo (NSIDC).
Es el tercer año consecutivo en el que se registra una reducción de las capas de hielo desde el inicio de las observaciones por satélite, en 1979, algo que no supuso una sorpresa, ya que 2016 fue el año más cálido jamás registrado en el planeta desde que empezaron a medirse las temperaturas, en 1880. Asimismo, fue el tercer récord anual consecutivo de calor.
El hielo marino ártico alcanzó 14,42 millones de kilómetros cuadrados el 7 de marzo, su superficie máxima para el invierno de 2017 antes de que comience a derretirse con la llegada de la primavera, indicaron los científicos.
En 2015, esta extensión máxima fue de 14,51 millones de km2 y en 2016, de l4,52 millones de km2.
Los científicos del NSIDC atribuyeron este fenómeno a un otoño y un invierno muy cálido, con temperaturas en la superficie del océano Ártico de 2,5 grados centígrados superiores a la media.
También citaron una serie de olas de calor invernales extremas en el Ártico, al igual que durante el invierno de 2015. El Ártico vivió en 2016 su año más cálido desde el inicio de los registros en esta región, en 1900, según la Agencia Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA).
“Estudio la evolución del clima invernal en el Ártico desde hace 35 años y nunca observé lo que vimos en los dos últimos años”, declaró el director del NSIDC, Mark Serreze.
Por otra parte, datos procedentes del satélite CryoSat-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) muestran que el hielo marino ártico es ligeramente menos espeso que en los últimos cuatro años.
Según medidas tomadas por científicos de la Universidad de Washington con el programa “Pan-Arctic Ice Ocean Modeling and Assimilation System”, el volumen de los hielos árticos es inhabitualmente bajo para este periodo del año.
“Comenzar el inicio de la temporada de deshielo con hielos tan poco espesos deja prever la posibilidad de un nuevo récord de extensión mínima del hielo marino en septiembre”, subrayó Julienne Stroeve, científica del NSIDC.
La extensión media de los hielos que flotan sobre el océano Ártico era de alrededor de 10,1 millones de km2 en septiembre de 2016, en el momento más cálido de la temporada, lo que supone la superficie estival más pequeña medida desde 1979. AFP
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