Los grandes vinos de Borgoña presentan su cosecha 2013 en Londres

AFP PHOTO / BEN STANSALL

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En la majestuosidad del Instituto de ingenieros civiles de Londres, a dos pasos de Westminster, los productores de grandes vinos de la región francesa de Borgoña se reunieron esta semana para presentar su cosecha 2013.

El Reino Unido es el primer cliente extranjero de los caldos de esta legendaria región vinícola del centro de Francia y hay motivos para la satisfacción, porque la cosecha ha superado las expectativas.  “2013 es de un nivel bastante alto. Ha triunfado como nadie se lo podía imaginar durante la temporada”, dijo a la AFP el influyente catador británico Jancis Robinson, un veterano de la Semana de Borgoña que tiene lugar todos los años en la segunda semana de enero.

“No es un gran año, pero es un buen año”, añadió, negándose a revelar sus caldos favoritos. “En 1970, yo era estudiante en Oxford y fue un Chambolle-Musigny Les amoureuses 1959 que encendió la llama en mí”, reveló con una sonrisa que explica su querencia por los vinos borgoñeses.

Un total de 22 áreas de Borgoña presentan sus néctares en una sala majestuosa adornada con candelabros de cristal y un imponente fresco.

Meursault, Puligny-Montrachet, Vosne-Romanée… 

Se degustaron cerca de 110 vinos, blancos y tintos, entre ellos un Vosne-Romanée, Meursault, Clos de Vougeot, Puligny-Montrachet, Chablis, Corton-Charlemagne y Chambolle-Musigny, botellas que oscilan de los 22 a los 135 dólares y que se vendieron en cuestión de horas en la venta organizada por Berry Bros, el mayor comerciante de vinos del Reino Unido, fundado en 1698 en Londres.

Todos los productores se frotan las manos, a pesar de que las cosechas se vieron reducidas por el mal tiempo que afectó a la Borgoña por tercer año consecutivo.

“El mercado del Reino Unido es un mercado muy grande para nosotros y está al alza. Representa el 30-35% de las ventas de exportación, que en sí constituyen el 90-95% del total de nuestras ventas”, explicó AFP Caroline Parent-Gros, de la bodega AF Gros, que presentó dos Vosne-Romanée y un Chambolle-Musigny.

Jasper Morris, responsable de la región de Borgoña en Berry Bros, explica que compran más vinos de esta región que nunca y que ahora suponen un tercio de las adquisiciones de sus vinos franceses.

Los periodistas, profesionales del vino y los compradores privados iban de una bodega a otra, saboreando cada vino con un ritual inmutable. “Es una cosecha agradable, hay más frutos rojos que negros, no son vinos para hacer envejecer pero son muy agradables”, estimó Matt Waldron, un economista apasionado que espera degustar 50 vinos y que escribe una breve reseña de cada uno.

Mika Hasegawa, una compradora japonesa que vive en Londres, degusta el Vosne-Romanée, el Morey-Saint-Denis y el Chambolle-Musigny Village, sus primeras opciones para la compra de sus 10-15 botellas anuales.

Richard Michael Cartmel, autor de novelas de suspense cuyo marco son los viñedos de Borgoña, no se atreve aún a juzgar la añada 2013 pero ya tiene su favorito: “Yo prefiero el tinto, pero el blanco Clos de Vougeot es algo muy especial”.

En general, “2013 es una añada muy difícil, no hay una gran cantidad de frutas y hay una gran cantidad de acidez”, consideró Barbara Woyczys, una compradora privada habitual de la Semana de la Borgoña que calificó las cosechas de 2010 y 2012 como superiores, “extraordinarias”. En 2013, el Reino Unido fue el segundo mayor importador de vino, detrás de Estados Unidos, con 1.300 millones de litros de vino importado por un valor de 3,7 millones de euros, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).

Francia fue el primer proveedor en valor y el tercero en volumen por detrás de Italia y Australia. Tras Francia, en cuarto lugar estaba España y en quinto Chile. (AFP)


 

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