La inteligencia artificial, las aplicaciones móviles y el recurso a drones facilitan el acceso a los cuidados básicos de salud en los países en desarrollo.
Algunas de estas soluciones, concebidas para revolucionar los tratamientos médicos de los más pobres, han sido presentadas esta semana en Arusha (Tanzania) en la conferencia TEDGlobal, una vitrina de las ideas, innovaciones y creatividad de África.
Inteligencia artificial
En África, con países en que hay tan sólo un patólogo para un millón de habitantes, las enfermedades causadas por el modo de vida son a veces más problemáticas que las infecciosas.
El especialista en robótica sierraleonés David Sengeh insiste en que la formación de nuevos médicos no basta. Trabaja con el equipo de IBM África en algoritmos de inteligencia artificial destinados a prever la progresión de un cáncer.
Un software de inteligencia artificial puede, a partir de una base de imágenes, detectar cambios de color en el cuello del útero e indicar qué pacientes se exponen a sufrir este cáncer que cada año mata a 60.000 mujeres en África.
Pratik Shah, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), ha desarrollado un sistema que permite usar fotografías tomadas con un teléfono móvil (en vez de un escáner o imágenes por resonancia magnética, más costosas) para identificar los marcadores biológicos de un cáncer bucal.
Los sistemas de inteligencia artificial necesitan como media miles de datos para funcionar, pero él afirma haber hallado la forma de utilizar sólo 50 imágenes para que los algoritmos identifiquen una enfermedad.
Creemos que nuestro enfoque podría usarse para disminuir radicalmente el volumen de datos que un algoritmo de inteligencia artificial usa actualmente, y permitir a los médicos hacer un diagnóstico al paciente utilizando simples imágenes: Pratik Shah
Detección por teléfono móvil
Más de 1.100 millones de personas en el mundo sufren pérdida auditiva, que en la mitad de los casos es evitable, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La estadounidense Susan Emmett, una cirujana otorrinolaringóloga, recuerda que el 80% de las personas con pérdida de oído viven en países con ingresos medios o inferiores al promedio, donde los test auditivos escasean. A modo de ejemplo, Malaui sólo tiene dos cirujanos otorrinolaringólogos y 11 audiólogos.
Actualmente, ella está probando en comunidades rurales de Alaska una tecnología sudafricana de detección mediante teléfono móvil que prescinde de audiólogo, de equipo permanente y de una sala insonorizada.
Esta tecnología es diez veces más barata que las soluciones tradicionales, implica el uso de auriculares que atenúan el sonido y un adaptador conectado a un teléfono móvil para examinar el oído.
En la conferencia también se ha visto un video del cirujano Andrew Bastawrous, que obtuvo un Rolex Award en 2016 por “Peek”, una aplicación para teléfono móvil que permite medir la visión y detectar enfermedades.
Drones
En 2016, Ruanda inauguró un sistema de drones utilizados para transportar sangre a clínicas aisladas de este país montañoso. El sistema salvó muchas vidas, asegura Keller Rinaudo, director general de la empresa estadounidense de robótica Zipline, que concibió los drones y la base desde donde despegan.
Los drones reparten ahora el 20% de las bolsas de sangre fuera de la capital. Así se pudo salvar a una mujer de 24 años que perdía mucha sangre después de dar a luz.
La semana pasada, Tanzania anunció que usará la misma tecnología para el transporte de material médico. AFP
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