Vestidos con falda de volados, chaleco laminado, pelucas y grandes aros, Paco y Pearl parecen un poco nerviosos a minutos del inicio del desfile. No es extraño: son dos chihuahuas y se trata de la Fashion Week de Nueva York. Perros, gatos, dos gallinas e incluso un lagarto participaron el jueves por la noche en un gran hotel de Manhattan en la 11ª edición anual del Show de las Mascotas de Nueva York.
Yeyush, un chihuahua de 7 años que tiene cuenta en Instagram, llegó en cazadora negra, bandana con calaveras y anteojos de sol, acompañado de su dueño Sergio Galdamez, un neoyorquino de origen guatemalteco. Juju, un Yorkshire terrier, llevaba un largo vestido de encaje con nudos rosas. Paco, Pearl y Penélope, otro pequeño Yorkshire con laminado plateado, salieron vestidos como sus dueños, un pareja de Dallas fanática de la música disco.
La velada está centrada en los años 1960 y 70, pero Lady Gaga y Beyoncé, dos gallinas, no se plegaron a la temática: la primera vestía completamente de rosa flúo y la segunda llevaba un pequeño chaleco. “Quería ser única, quería ser diferente. Por eso elegí dos gallinas”, cuenta Sharon Folken, de Brooklyn, con sus dos aves un poco agitadas en brazos, precisando, por amor a los animales, que el teñido de Lady Gaga no es peligroso.
En cuanto al lagarto, un dragón barbudo (Pogona vitticeps) vestido con una faldita de plumas, su propietaria Susi Lacoff Resnser lo hizo desfilar sobre una patineta para que no demore tanto en la pasarela.
Diseñador para animales:
Algunos diseños son más serios, como los de Anthony Rubio, especialista en “costura” para animales. El año pasado fue consagrado como el mejor diseñador del New York Pet show. Rubio ya no desfila porque “no vale más la pena”, pero se acercó con sus dos chihuahuas Bogie y Kimba, el trío minuciosamente disfrazado en “orquesta del Sargento Pepper” de los Beatles. Para ello, preparó tres chaquetas verde, roja y azul. Este diseñador lleva diez años produciendo vestimentas “costura” para animales. El negocio funciona bien, dice.
El vestido para perro que le permitió ganar la edición de 2014 costaba 5.000 dólares. Este año, el pequeño sombrero rojo de Bogie, hecho a mano, cuesta 150 y su minúsculo vestido entre 400 y 500.
La velada tenía como objetivo hacer adoptar animales abandonados, presentados en el primer desfile, y recaudar fondos para asociaciones que trabajan en ese sector. Chen Sahar, una joven diseñadora de joyas de Tel Aviv, creó especialmente para la velada y sus tres desfiles un collar y una pulsera utilizados por Annabelle, un cachorro de ocho meses ofrecido en adopción.
El collar es de cuero y plata, con 195 cristales Swarovski, y la pulsera, que Annabelle lleva en una de sus patas, tiene los mismos materiales y además un gran cristal rosa. El conjunto cuesta 12.000 dolares y su creadora admite que no sabe si los venderá.
“Es la primera vez que hago joyas para animales”, dice, explicando que le gustan los “proyectos especiales” como el de la velada de mascotas. (AFP)
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