Once países miembros de la Unión Europea ya superaron sus metas, pero la Oficina europea de estadísticas, Eurostat, estima que aún tienen que esforzarse otros países que están más atrasados.
La Unión Europea (UE), que incorporó en 2017 un 17,5% de energías renovables a su matriz energética, está en buen camino para alcanzar sus objetivos, pero algunos miembros del bloque aún están lejos de sus metas.
En 2008 la UE se fijó la meta de alcanzar en 2020 un 20% del consumo final de energía producida por fuentes verdes (hidráulica, eólica, solar, biomasa). Cada país tiene sus propios objetivos, en función de su situación de partida y de su potencial, que varía entre el 10% y el 49%.
Once países miembros de la Unión Europea ya superaron sus metas, pero la Oficina europea de estadísticas, Eurostat, estima que aún tienen que esforzarse otros países que están más atrasados.
Para 2030, la UE se comprometió a llevar la parte de renovables al 32% de su consumo de energía.
Suecia, líder en Europa
Los países escandinavos, Suecia, Finlandia y Dinamarca, están entre los primeros en la clasificación europea.
Desde 2012, más de la mitad de la energía consumida en Suecia provino de fuentes renovables. La energía hidráulica cubre más del 40% de la producción eléctrica del país y los suecos utilizan los biocombustibles para la calefacción.
Dinamarca, que fue muy dependiente de sus importaciones para energía, cubre el 43% de su consumo con energía eólica, una inversión que comenzó en los años setenta. La calefacción se produce principalmente con biocombustibles y desechos.
Holanda, el mal alumno
Luxemburgo, con el 6,4% de energías ‘verdes’, y Holanda, con el 6,6%, son los malos alumnos de la UE.
A pesar de las inversiones en energía eólica offshore, Holanda es el más atrasado en los objetivos. Paradójicamente el país es vulnerable a las consecuencias del cambio climático, una parte de su territorio se encuentra por debajo del nivel del mar.
Después de una demanda histórica de una ONG, la justicia holandesa ordenó al Estado reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero en al menos un 25% para 2020.
En 2017 la parte de energías renovables en el consumo de energía en Francia alcanzó un 16,3%; la meta es del 23% en 2020. Francia privilegió las inversiones en el sector nuclear, pilar de su matriz energética. Más del 70% de la electricidad consumida proviene de la energía nuclear.
La madera y la energía hidráulica son las principales fuentes de energía ‘verde’ en Francia, por delante de los biocombustibles.
El gobierno se comprometió a cerrar 14 reactores nucleares para 2035 y a detener para 2022 cuatro centrales de carbón aún en funcionamiento, esto supeditado a que el suministro eléctrico esté garantizado.
Alemania, entre el carbón y el viento
En Alemania el viento y el sol garantizaron en 2017 el 15,5% de la energía final consumida; el objetivo en 2020 es el 18%.
El carbón sigue siendo el pilar de la matriz energética del país, que ordenó el cierre de sus centrales nucleares para 2022. El 37% de la producción de electricidad y más del 30% de las necesidades de calefacción provienen del carbón.
La primera economía europea quiere progresivamente poder respetar sus compromisos climáticos de reducción de emisiones contaminantes. En 2019 se presentará una nueva ley sobre la protección del clima.
Camille Camdessus, Agence France-Presse
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