“La pistola en la sien” de Europa a Tsipras: la otra versión de la crisis griega

Alexis Tsipras en rueda de prensa. Julio 13, 2015.  AFP PHOTO / THIERRY CHARLIER

Alexis Tsipras en rueda de prensa. Julio 13, 2015. AFP PHOTO / THIERRY CHARLIER


Voces de izquierda y derecha se levantaron este lunes contra el acuerdo de Grecia y sus acreedores, conseguido según algunos con una “pistola en la sien” de Alexis Tsipras, mientras los dirigentes europeos se mostraban aliviados por el compromiso obtenido.

“Lo que se pretende en Grecia es dar un golpe de Estado financiero, convertirla en un protectorado”, declaró Pablo Echenique, ex eurodiputado y líder regional del partido antiliberal español Podemos, cercano aliado de Syriza, la formación del primer ministro griego Alexis Tsipras.

“La solidaridad europea ya no existe”, añadió Echenique, del sector duro de la formación dirigida por Pablo Iglesias, que no se pronunció en público este lunes.

“El objetivo es tumbar a un gobierno salido de las urnas”, consideró más tarde Íñigo Errejón, número dos del partido, quien evocó “un golpe de Estado financiero”.

La eurozona decidió durante la noche del domingo al lunes conceder un tercer plan de ayuda a Grecia, de un monto entre 82.000 y 86.000 millones de euros, a cambio de duros sacrificios, incluyendo una subida del IVA, privatizaciones y un fondo encargado de supervisarlas y una reforma de las pensiones. También se incluyeron medidas muy concretas sobre la apertura de los negocios el domingo o la regulación de las farmacias.

En España, donde se celebrarán elecciones legislativas a final de año, los acontecimientos de Grecia se siguen muy de cerca dado que Podemos consiguió en poco más de un año convertirse en la tercera fuerza política del país.

El acuerdo deja un sabor amargo a esta formación y al resto de fuerzas de la izquierda antiliberal europea, que convirtieron a Tsipras en un héroe y un ejemplo de la lucha contra las políticas de austeridad predominantes en todo el continente.

En Francia, Jean-Luc Mélenchon, cofundador del Partido de izquierda, próximo a Tsipras e Iglesias, retomó la expresión utilizada por un miembro del gobierno griego hablando de una negociación “con una pistola en la sien”. “Esto es la Unión Europea. Un revolver en la sien, una nación ya asfixiada y sometida a un bloqueo financiero debe cerrar un +acuerdo+ tras 13 horas de +discusiones+”.

“Esto no es un acuerdo, es una imposición”, dijo por su parte la dirigente del Bloque de izquierdas, un partido antiliberal portugués, Catarina Martins: “La democracia fue barrida del mapa para hacer hueco a las imposiciones de tipo colonialista”.

“Humillación”:

“Ha quedado suspendida la democracia” dijo también en Italia el líder del movimiento anti-euro Cinco Estrellas, Beppe Grillo: “la humillación de Grecia es una advertencia para todos aquellos países que quieren ver reconocida su soberanía”, añadió antes de acusar a los Europeos de llevar a cabo una “estrategia del terror”, “atacando a uno para educar a 19”.

El domingo por la noche, en su blog, el editorialista y premio Nobel de Economía Paul Krugman, fuente de inspiración para la izquierda antiliberal europea, retomaba una expresión que invadió las redes sociales. “This is a Coup”, “Esto es un golpe de Estado”.

“La lista de peticiones del Eurogrupo es una locura. El +hashtag+ de moda, ThisIsACoup, es perfectamente justo. Esto va más allá de la dureza, es una voluntad de venganza, de destrucción total de la soberanía nacional”, “una traición grotesca de todo aquello que el proyecto Europeo tenía que defender”.

Pero en el otro extremo del abanico político europeo, los euroescépticos británicos del UKIP y la extrema derecha francesa del Frente Nacional interpretaron el acuerdo como una humillación a Atenas y un atropello a la soberanía.

“Si yo fuera un responsable político griego, votaría en contra de este acuerdo”, denunció Nigel Farage, el líder del UKIP.

Esto “demuestra que la democracia y la pertinencia a la zona euro son incompatibles”, añadió Farage, cuyo país debe organizar antes de finales de 2017 un referéndum sobre su continuidad dentro de la Unión Europea.

Este acuerdo es “burla”, criticó en Italia el jefe de la Liga del Norte Matteo Salvini: “se le regalan 80 mil millones sin discutir nada sobre la Europa de los tratados”.

Para el vicepresidente del Frente Nacional, Floriant Philippot, las negociaciones se cerraron con la “condena a muerte” de Grecia y la “condena a la esclavitud de un pueblo entero” para salvar el euro.


AFP


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