Por: Eder Ojeda Carranza.
En el nuevo acuerdo de paz, firmado entre Gobierno y FARC-EP, en materia de reforma rural integral se establece la creación de un Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), cuyo objetivo es logras la transformación estructural del campo y el ámbito rural, con un relacionamiento equitativo entre el campo y las ciudades, el cual debe ser implementado en el Plan de Desarrollo Nacional y en los planes de desarrollo territoriales por un periodo de quince (15) años, a partir de la entrada en vigencia del acuerdo final de paz.
Debido a que el PDET, debe garantizar el bienestar y el buen vivir de la población en zonas rurales de las regiones de Colombia, protegiendo la riqueza plurietnica y multicultural contribuyendo al conocimiento de la organización de la vida a la economía, a la producción y al relacionamiento con la naturaleza, también estipula que se debe asegurar el desarrollo de la economía campesina y familiar de manera propia de producción de las comunidades indígenas, negras, afrodescendientes, raizales y palenquearas, mediante el acceso integral a la tierra, a bienes, servicios productivos y sociales.
Por lo que los entes territoriales como son las alcaldías y gobernaciones, deberán implementar el PDET en los espacios de su influencia para que estos tengan una efectividad en las zonas rurales, para que se pueda realizar efectivamente hacia el desarrollo y la convivencia armónica en dichas zonas.
El programa debe permitir el desarrollo y la integración de las regiones abandonadas y golpeadas por el conflicto, puesto que se debe implementar una inversión pública progresivas, concertadas con las comunidades, con el propósito de lograr la convergencia entre la calidad de vida rural y urbana, y a su vez deberá fortalecer los encadenamientos entre la ciudad y el campo.
Las mujeres rurales, serán actores prioritarios para la transformación del campo, sin embargo se busca que el campo colombiano sea un escenario de reconciliación en el que los colombianos logren participar en la construcción del bien supremo de la paz, el derecho y el deber de obligatorio cumplimiento.
Aunque los PDET, deben acobijar todas las zonas rurales del país, se priorizaran las zonas más necesitadas y urgidas en este plan para implementar con mayor celeridad y recursos los planes nacionales que se creen en el marco del acuerdo de paz; por lo que los criterios que deben tener las zonas serán cuatro, en primer lugar están los niveles de pobreza, en particular de pobreza extrema y de necesidades insatisfechas, en segundo lugar el grado de afectación derivado del conflicto, en tercer lugar la debilidad de la institucionalidad administrativa y de capacidad de gestión, y por último lugar la presencia de cultivos de uso ilícito y de otras economías ilegitimas. Es decir que las zonas rurales con mayor urgencia que cumplan los anteriores requisitos serán las intervenidas de manera ágil.
No obstante, para cumplir con los objetivos del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial, en cada zona priorizada es necesario elaborar de manera participativa un plan de acción para la trasformación regional, que incluya todos los niveles del ordenamiento territorial concertados con las autoridades locales y las comunidades.
Aunque vale la pena advertir, que si bien el PDET generara mayores beneficios a los colombianos ubicados en las zonas rurales afectadas por el conflicto armada en las regiones del país; es necesario que las comunidades participen activamente en la elaboración y ejecución de los recursos que se invertirán para que no terminen en manos de los políticos corruptos o funcionarios deshonestos como ha ocurrido en los territorios.
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