La isla canaria de El Hierro trabaja por una energía 100% limpia

El Hierro, pequeña isla canaria en medio del Atlántico, pugna desde hace dos años por autoabastecerse con electricidad producida por energías limpias, un desafío que interesa a investigadores de todo el mundo.

Esta isla de 269 km2, la más pequeña del archipiélago español de Canarias, tiene fijada una fecha clave, el 15 de febrero, cuando su central hidro-eólica produjo durante más de 24 horas la electricidad necesaria para abastecer a sus 7.000 habitantes.


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El Hierro, marzo 14, 2016.
AFP PHOTO / DESIREE MARTIN


La central de Gorona del Viento, inaugurada en junio de 2014, ha evitado desde entonces la emisión de unas 9.000 toneladas de CO2 a la atmósfera en este paraíso de senderistas y buceadores, con afilados acantilados, donde alternan pinos y campos de piñas.

La central consta de cinco aerogeneradores puestos en un monte y dos depósitos de agua separados por unos 650 metros de desnivel.

Combinar la energía eólica y la hidraúlica “no se ha hecho nunca”, subraya Alain Gioda, investigador del Instituto francés de Investigación para el Desarrollo (IRD).

Esta asociación “es muy prometedora”, ya que ofrece una solución al problema de la intermitencia de las energías renovables, comenta Joëlle Noailly, del Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra.

Cuando el viento amaina, el agua se derrama del depósito superior al inferior y las turbinas hidráulicas toman el relevo. La central asegura también el funcionamiento de plantas desaladoras, vitales en una isla.

El Hierro, reserva de la biosfera de la Unesco, soñaba desde hace 30 años liberarse de su dependencia del diésel, que llegaba por barco desde la isla de Tenerife a unos 300 km, tras un largo viaje por el Atlántico.

“Tener, en un territorio aislado, más y más soberanía energética (…) es importante para el desarrollo socioeconómico” de la isla explica el expresidente del cabildo, la autoridad insular, y padre de proyecto, Tomás Padrón.

Enorme interés:

El objetivo al poner en marcha Gorona del Viento era cubrir el 100% de la demanda de electricidad en unos meses, pero está siendo más complejo de lo previsto inicialmente. Dos años más tarde, “hay una media actualmente de un 50%”, admite su presidente Juan Pedro Sánchez. Está saliendo de su periodo de rodaje, matiza.

También hay que convencer a REE, el gestor de la red eléctrica, de que puede funcionar perfectamente con un 100% de energías limpias durante largos periodos, explica Juan Pedro Sánchez.

Pero, REE tiene otra prioridad: “que no falle”, añade, precisando que el gestor prefiere producir electricidad a partir de carburante antes que arriesgarse a un corte, aunque a veces ello no parezca indispensable.

La central tiene otra limitación: “habría que aumentar la capacidad de los depósitos” para poder producir electricidad ‘verde’ sin interrupción todo el año, explica Sánchez. Pero las instalaciones ya han costado 80 millones de euros y la construcción de un nuevo depósito no está prevista por ahora.

A pesar de estos tanteos, el proyecto suscita un enorme interés, sobre todo en otras islas del mundo. Sus 600 millones de habitantes están directamente amenazados por el calentamiento global, el aumento del nivel del mar y los fenómenos climáticos extremos, en parte provocado por el uso de energías fósiles.

Representantes de las Seychelles, Indonesia, Japón o Aruba han visitado El Hierro. “El modelo es viable y se puede reproducir”, si se tiene viento y un monte o un acantilado para el desnivel, asegura Emanuele Taibi, de la Agencia Internacional para las Energías Renovables.

La Gorona ha permitido ahorrar ya 2.850 toneladas de fuel, es decir, 1,2 millones de euros, según la eléctrica Endesa, que detenta el 23%.

Como la autoridad insular es el accionista mayoritario con un 66% del capital, el ahorro resultante se quedará en la isla, subraya Tomás Padrón.

Pero, las repercusiones financieras para la población son poco visibles por ahora. “La factura de la luz la sigo viendo igual”, se lamenta Claudia Barrera, una secretaria desempleada de 32 años, mientras desayuna en una cafetería de la localidad de Valverde.

Según la ley española, las regiones no pueden fijar el precio de la electricidad, explica la presidenta del cabildo, Belén Allende. Pero el dinero ahorrado en carburante permitirá financiar otros proyectos, asegura esta enérgica mujer.

Una transición lenta:

El Hierro quiere aprovechar su imagen de isla que fomenta la energía “100% renovable” para atraer a científicos y turistas.

Más de mil personas han visitado cada año la central desde el comienzo de las obras en 2009. Son personas que “comen, tienen en alquiler un piso o una habitación en un hotel o en una casa rural (…) todo eso genera riqueza”, bien acogida en una isla con una tasa de desempleo cercana al 27%, dice Amos Lutzardo, presidente del Centro de Iniciativas y Turismo.

El cabildo sueña con una isla “limpia”, gracias a un parque de coches completamente eléctrico de aquí a 2020, una agricultura biológica, su planta de biodiesel, que ya funciona, y una gestión más inteligente del consumo de energía. La Gorona es “la columna vertebral del modelo de sostenibilidad”, asegura la presidenta de la autoridad insular.

La experiencia de El Hierro es positiva, asegura Ioannis Kougias, científico del Centro de Investigaciones de la Comisión Europea. “Conseguir cubrir un 50% de la demanda eléctrica es una señal prometedora”, dice, cuando la Unión Europea quiere alcanzar un porcentaje de energías limpias del 20% de aquí a 2020 en la UE. AFP


 

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