El desempleo y el subempleo de los jóvenes representan un desafío cada vez mayor en todo el mundo, especialmente para los graduados universitarios. Las familias han invertido durante mucho tiempo en la educación superior de sus hijos, soñando con carreras profesionales en campos que requieren habilidades y conocimientos específicos, como el derecho, la banca, la ingeniería o la diplomacia. Las tasas de matriculación universitaria aumentaron: se triplicaron del 14 % en 1990 al 42 % en 2022. Sin embargo, muchas de estas aspiraciones no se han materializado. En 2023, uno de cada cinco jóvenes de todo el mundo no tenía empleo ni estudiaba ni recibía capacitación, y las mujeres conformaban las dos terceras partes de este grupo. En Estados Unidos, más de la mitad de los universitarios recién graduados tienen trabajos que no requieren un título universitario.

La falta de empleos de oficina productivos y estables para quienes tienen diplomas universitarios es especialmente grave en las economías en desarrollo, donde la creación de tales puestos de trabajo es escasa. En los países de ingreso bajo y mediano bajo, más de una quinta parte de los jóvenes de menos de 30 años con títulos de educación superior están desempleados, una proporción mucho más alta que entre quienes tienen un nivel educativo básico . En África subsahariana, casi tres de cada cuatro trabajadores de entre 25 y 29 años tenían empleos precarios, es decir, trabajaban por cuenta propia o en puestos temporales. En los Estados árabes y el Norte de África, uno de cada tres jóvenes económicamente activos está desempleado. China también experimentó en los últimos años un aumento considerable en la tasa oficial de desempleo juvenil, que superó el 20 % en junio de 2023.

Mientras se desarrolla la crisis, un nuevo actor se ha incorporado al mercado laboral: la inteligencia artificial generativa (IA generativa). ¿Será la solución que hemos estado esperando, o exacerbará una situación que ya es grave? En nuestro reciente documento de trabajo (i), examinamos de qué manera la IA generativa podría afectar la economía: su crecimiento, los cambios en la estructura de las industrias y los patrones de producción internacionales. Esto es lo que observamos:

1. La IA generativa impulsa principalmente la productividad en los servicios que requieren elevada calificación

La IA generativa tendrá un impacto notorio en los empleos de oficina dentro de los sectores de servicios altamente calificados, que por lo general ocupan personas con educación universitaria. A diferencia de las oleadas anteriores de las tecnologías digitales, que principalmente permitían acelerar tareas rutinarias o hacer predicciones mediante el reconocimiento de patrones de datos, la capacidad de la IA generativa para sintetizar y generar ideas y contenidos se cruza con una parte significativa de las tareas que requieren las ocupaciones de oficina. Varios estudios señalan sistemáticamente que los empleos más expuestos a la IA generativa se concentran en los servicios de alta calificación (Eloundou y otros, 2023; Gmyrek, Berg y Bescond, 2023; Foro Económico Mundial, 2023; Melina y otros, 2024). Nuestras observaciones revelan que las finanzas y los seguros, los servicios de tecnologías de la información y las comunicaciones, y los servicios profesionales —tres sectores de elevada calificación, de altos ingresos y sumamente digitalizados— son los más expuestos a la influencia de la IA generativa.

2. Dificultades para crear buenos empleos en los países en desarrollo

Dado que la automatización vuelve cada vez más esquivo el crecimiento impulsado por la industria manufacturera, muchos países de ingreso bajo y mediano cifran sus esperanzas en los servicios que requieren elevada calificación. Sin embargo, estos sectores tienen dificultades para generar oportunidades de empleo significativas para una creciente población joven. Si bien muchos países han experimentado un rápido aumento de los servicios de alta capacitación debido a la aceleración de la transformación digital, en varios de ellos este crecimiento se ha moderado o estancado, incluso en Estados Unidos, el mayor exportador de servicios altamente calificados.

La proporción del empleo en servicios de alta calificación también se ha frenado en los últimos años en algunos países de ingreso mediano y bajo, como México, Türkiye, Bolivia, Filipinas y Viet Nam. En los países de ingreso alto, entre el 13 % y el 20 % de la fuerza laboral trabaja en el sector de servicios altamente calificados, pero esta proporción se reduce considerablemente, a entre el 6 % y el 10 %, en los de ingreso mediano alto y cae aún más, a solo un 0 % al 4 %, en los de ingreso mediano bajo y bajo. Cabe destacar que incluso en países en desarrollo reconocidos por sus exportaciones de servicios de alta calificación, como India y Filipinas, este sector aporta una proporción sorprendentemente modesta al empleo total, dado que no representa más del 3 % de los puestos de trabajo.

3. La IA generativa: ¿Motor del crecimiento o presagio de una desprofesionalización prematura?

En nuestro documento se realizan simulaciones del impacto potencial de la IA, que arrojan algunos resultados sorprendentes y preocupantes.

1. A menos que la IA se adopte ampliamente en todos los sectores e impulse innovaciones transformadoras que cambien de forma permanente las preferencias de los consumidores, es probable que sus beneficios de crecimiento a corto plazo resulten decepcionantes.
2. Con el tiempo, la proporción del empleo en los servicios altamente calificados podría estancarse o disminuir, siguiendo una curva en forma de campana similar a la de las manufacturas. Si bien el aumento de los ingresos impulsa la demanda de servicios de elevada calificación, los avances en la IA podrían reducir la necesidad de trabajadores de oficina, desplazando la concentración laboral hacia servicios de baja calificación.
3. La IA podría limitar aún más el potencial de creación de empleos de calidad en los sectores de servicios altamente calificados, en particular en los países en desarrollo. De modo similar a la desindustrialización prematura, la IA puede conducir a una “desprofesionalización prematura”, en virtud de la cual la proporción del empleo en los servicios de alta calificación alcanza su punto máximo antes y en niveles de ingresos más bajos.
4. Los países de ingreso bajo y mediano enfrentan una coyuntura crítica con la incorporación de la IA. Si no la adoptan o se demoran en hacerlo, corren el riesgo de erosionar las ventajas comparativas existentes en las manufacturas y los servicios altamente calificados, o de obstaculizar el desarrollo de dichas ventajas. En consecuencia, es posible que estos países queden atrapados en la categoría de exportadores de productos básicos, con el empleo muy concentrado en la agricultura y los servicios que requieren poca calificación. Por el contrario, una adopción correcta y oportuna de la IA podría catalizar el desarrollo de nuevas ventajas competitivas en el sector de manufacturas o de servicios de alta calificación.

El camino a seguir

Los países en desarrollo deben adoptar con urgencia la IA para generar ventajas en sectores más complejos que impulsen el crecimiento. En este momento, la IA se encuentra en sus primeras etapas, lo que incrementa la demanda de empleos en servicios altamente calificados. Pero esta oportunidad no durará para siempre.

Los países en desarrollo tienen muchísimo en juego. Los que tarden en adoptar la IA corren el riesgo de tener mayores dificultades para crear puestos de trabajo de calidad y dejar a sus jóvenes atrapados en ciclos de desempleo, subempleo y estancamiento de los niveles de vida. En el sur global, durante la próxima década 1200 millones de jóvenes —un número sin precedentes— alcanzarán la edad de trabajar. El futuro del trabajo, y las aspiraciones de miles de millones de personas, están en riesgo.

Nota publicada en Voces del Banco Mundial, reproducida en PCNPost con autorización