Por: David Juliao Esparragoza.

El tránsito hacia las tecnologías portátiles transformó nuestras costumbres trayendo nuevas consecuencias en la forma en que hacemos las cosas. Los rituales que acostumbraban nuestros parientes de relajarse antes de dormir han sido en muchos casos cambiados por leer y contestar correos y ,porque no, navegar en internet a través de los dispositivos móviles hasta altas horas de la noche. Todo esto se hace a pesar de las advertencias de los fenómenos de la intensidad de luz en el trabajo cerebral que impacta la forma en que descansamos convirtiéndonos en presa de los nuevos rituales.

Son muchas las cosas que hacemos y la contemplación como mecanismo de convergencia ha dado un paso al lado por el día a día. Son los momentos de paz y tranquilidad en medio del caos los que permiten entender patrones y visualizar respuestas o bien motivar creaciones que impacten nuestros trabajos.

La entropía de las organizaciones debe permitirse momentos de contemplación para crear, para escuchar la música en silencio y contemplar el verdadero arte de hacer las cosas de una manera diferente. Quise resaltar el papel del silencio como coautor de los momentos de la verdad en las grandes composiciones es en sí una invitación al descanso creativo.

© Blogs Uninorte, 2015