¿Ha visto alguna vez un rinoceronte caminando hacia una puesta de sol en África? Es un espectáculo increíble. Ahora, déjeme preguntarle: ¿ha visto alguna vez el cadáver de un rinoceronte adulto tendido en el suelo y al cual le han cortado el cuerno? Es una escena trágica y difícil de olvidar.
Las especies silvestres corren el grave peligro de ser masacradas o capturadas vivas en todo el mundo. Las “mercancías” de origen silvestre —ya sea un colmillo de marfil, un cuerno de rinoceronte, pájaros o reptiles vivos— se transportan de manera ilegal a través de cadenas de suministro transnacionales bien organizadas y se venden en mercados internacionales donde los consumidores están dispuestos a pagar un alto precio.
A lo largo de los años, en distintos informes se ha estimado que el comercio ilegal de especies de la flora y fauna silvestres constituye una industria de miles de millones de dólares (UNEP INTERPOL 2016). Grupos criminales organizados que se aprovechan de vacíos legales y de sistemas de aplicación de la ley y de la justicia penal deficientes han visto la oportunidad de obtener enormes ganancias sin un alto riesgo de ser penalizados.
Ellos, sobre la base de sofisticados esquemas, se pueden adaptar rápidamente a la evolución de las circunstancias para continuar la distribución. Estos grupos criminales utilizan una compleja red de cazadores furtivos, leñadores ilegales, intermediarios, redes de traficantes, transportadores y comerciantes, y van un paso por delante de la ley.
Sin embargo, el comercio ilegal no se limita a los grupos organizados, ya que a menudo se realiza a pequeña escala y dentro de los países, satisfaciendo la demanda local o las necesidades personales. En el Informe Mundial sobre los Delitos contra la Vida Silvestre (2016) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) (PDF, en inglés) se detalla la magnitud del problema y se explica cómo funcionan estas redes.
Debido a esta actividad criminal, nuestros ecosistemas están sufriendo daños irreparables y algunas especies de animales y plantas están al borde de la extinción. Esto es contrario al objetivo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), un acuerdo vinculante referido al comercio de la vida silvestre ratificado por 183 partes para proteger numerosas especies de la sobreexplotación.
En la actualidad, entrega diversos grados de protección —abarcando desde la prohibición total del comercio al comercio bajo condiciones controladas— para alrededor de 5600 especies de la fauna silvestre y 30 000 especies de plantas.
¿Cómo fortalecemos la aplicación de la ley al comercio ilegal de especies silvestres? Idealmente, la caza furtiva se debería suprimir en los sitios donde ocurre. Para ello, es necesario realizar patrullajes eficaces a cargo del personal policial, es decir los guardaparques con recursos y equipos necesarios para enfrentar a los cazadores furtivos que están bien armados. Esto es esencial para disuadir, interceptar y, en el peor de los casos, cuando se debe proteger una escena donde se cometió un crimen.
Para complementar estos esfuerzos, los guardias de los parques tienen que trabajar junto con las comunidades locales que son los ojos y los oídos sobre el terreno y pueden proporcionar información valiosa en las investigaciones. La función de las comunidades en la aplicación de la ley es esencial puesto que hay muchos cazadores furtivos pequeños y oportunistas, que son fácilmente reconocibles. De este modo, incentivar a las comunidades y aumentar la conciencia local ayuda a llevar a cabo esfuerzos de aplicación de la ley.
Los representantes de los organismos encargados de hacer cumplir la ley necesitan pensar como los criminales, pero actuar en el marco de la ley. Deben comprender cómo funciona un grupo criminal y responder rápidamente frente a la información que reciben. Los datos son cruciales para los investigadores que persiguen a los autores de los delitos e intentan llevarlos a la justicia en virtud de leyes nacionales de protección de la vida silvestre o el acuerdo CITES.
Durante esta fase existen muchos desafíos, ya que las leyes son débiles, las sentencias para los crímenes relacionados con la vida silvestre no son severas, los casos se pueden dejar de investigar debido a la corrupción, y también se pueden pasar por alto a raíz de tecnicismos y falta de capacitación. Además, es necesario que se siga un proceso judicial en que no existan interferencias políticas.
Asimismo, los datos son fundamentales para los funcionarios de inteligencia que trabajan de manera proactiva y desarrollan, a partir de la información que recolectan, operaciones de inteligencia sobre las redes y rutas de contrabando. Con estas acciones se deberían interrumpir e intervenir dichas redes, y detener a sus miembros para evitar que cometan crímenes.
Para hacer que todo esto funcione, es esencial que haya un marco jurídico sólido sobre los delitos contra la vida silvestre, que propicie una labor eficaz y eficiente de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Esto requiere una fuerte voluntad política, y el Gobierno debe cumplir su función de promulgar leyes.
Además, es necesario invertir en fortalecimiento de la capacidad, recopilación de datos, técnicas de investigación, capacitación en materia de inteligencia y formación judicial. El Programa Mundial para la Vida Silvestre, dirigido por el Banco Mundial y financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, está facilitando actividades de fortalecimiento de la capacidad en el ámbito de la aplicación de la ley en 19 países de Asia y África.
Para interceptar el tráfico de las mercancías de origen silvestre es necesario conocer las rutas (ya sea aéreas o marítimas) y saber qué contenedores o paquetes podrían contener contrabando. El siguiente mapa ilustra los vuelos usados para traficar productos hechos de cuernos de rinoceronte. Esto incluye casos en que el producto no ingresó realmente a un país porque fue incautado previamente en alguna de las rutas utilizadas. Las líneas representan los vuelos y las burbujas representan el número total de vuelos hacia y desde cada ciudad.
Las rutas, el modo de transporte y el método de ocultación son diferentes, de acuerdo al tipo de mercancía. Los investigadores y funcionarios de aduanas tienen disponibles herramientas y bases de datos que les sirven de apoyo en el proceso de interceptar e incautar los artículos de contrabando.
De acuerdo a un análisis reciente, el financiamiento internacional para combatir el comercio de especies silvestres en Asia y África ascendió a USD 1300 millones entre enero de 2010 y junio de 2016. De esta cifra, el 46 % se destinó a la gestión de zonas protegidas para ayudar a prevenir la caza furtiva; el 19 % a esfuerzos de aplicación de la ley; el 8 % a políticas y leyes, y menos del 6 % a campañas de comunicación y sensibilización.
Fuente: Análisis del financiamiento internacional para combatir el comercio ilegal de especies silvestres, Banco Mundial (2016).
Para que los esfuerzos en materia de aplicación de la ley tengan éxito, se necesita una mejor coordinación e inversiones específicas. Así se ayudará a los organismos encargados del cumplimiento de la ley a estar preparados para utilizar recursos tales como ciencia forense, sistemas de exploración y bases de datos electrónicas y desarrollar con eficacia operaciones de inteligencia que permitan atrapar a los delincuentes y hacer que el comercio ilegal de especies silvestres sea un negocio riesgoso, con un alto costo de capital, y que no sea lucrativo para quienes quieran participar en él.
Nota publicada en Voces, Perspectivas del desarrollo del Banco Mundial, reproducida en PCNPost con autorización
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