Por: Juan David Cárdenas.
Con el visto bueno de la Corte Constitucional para la convocatoria de un plebiscito como mecanismo de participación ciudadana para la refrendación de los acuerdos de La Habana se ha dado un paso gigantesco hacia la construcción de la paz en Colombia.
Si bien lo que sigue en el camino aún pasa por terrenos políticos y legales, el papel de la sociedad civil será fundamental para lograr construir un sólido respaldo social frente a los acuerdos y movilizar opiniones, pero sobre todo votos a las urnas, para superar con creces el umbral establecido sin que queden dudas sobre la legitimidad y apoyo social de los colombianos a la paz.
Independientemente de la percepción que se tenga del proceso de La Habana, y en general de las formas o vías para la consecución de la paz, la primera invitación, que debería ser una obligación, es a leer la totalidad de los acuerdos (hasta ahora borradores de acuerdo sujetos a modificaciones finales). La base de toda opinión, más aun cuando esta va a activar una conducta, el voto, debe ser llegar bien informados sobre los acuerdos al momento de la refrendación.
El primer mito que debemos derrumbar desde todos los espacios es el de la falta de publicidad y visibilidad de los acuerdos. Desde su misma firma todos los borradores se encuentran publicados y disponibles para su libre acceso y consulta en distintas plataformas y en distintos formatos.
En la página www.mesadeconversaciones.com.co encontrará los borradores de los cinco acuerdos que ya se han firmado. Para contextualizar la lectura de estos acuerdos es recomendable leer el Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera en donde se dan los lineamientos generales que han guiado el proceso, se definen los temas de la agenda y es posible identificar la justificación política y filosófica del proceso.
De allí se desprende que los temas de tierras, participación política, drogas ilícitas, víctimas y justicia, y el fin del conflicto sean los aspectos frente a los cuales desde el 2012 vienen negociando el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.
La lectura de estos acuerdos es fundamental para formarse opiniones que nos permitan trascender las distorsiones interpretativas de medios, expertos y sectores políticos, que parecieran muchos de ellos no haberlos leído.
La discusión entre el “Sí” y el “No” debe ir más allá de argumentos como el del “castrochavismo” o la conversión de Colombia en una “nueva Venezuela”.
En los próximos Posts intentare hacer una explicación lo más objetiva posible de cada uno de los acuerdos tratando de contribuir a una discusión más racional, informada y contextualizada.
Por ahora les dejo los enlaces a los cinco acuerdos (borradores) que hasta ahora se han firmado en la mesa de conversaciones
- Acuerdo de tierras: Hacia un nuevo campo colombiano. Reforma rural integral RRI
- Acuerdo de participación política: Apertura democrática para construir la paz
- Acuerdo de drogas ilícitas: Solución al problema de las drogas ilícitas
- Acuerdo de justicia y víctimas: Acuerdo sobre las victimas del conflicto
- Acuerdo del fin del conflicto: Acuerdo sobre cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y dejación de las armas entre el Gobierno nacional y las Farc-ep
Ahora la responsabilidad recae sobre nuestras manos, pongámonos de “acuerdos”
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