Por: Jeff Delmon.
“Al no prepararse, se está preparando para fracasar”: Benjamin Franklin.
Además de los motivos altruistas y de comercialización, es probable que un operador privado de infraestructura (en particular en un mecanismo sumamente estructurado como las alianzas público-privadas) implemente tecnologías de energía renovable solo si es rentable y se exige en los estructuras de las alianzas público-privadas (APP).
A menudo, los críticos se enfadan por el hecho que los operadores privados piensan primero acerca de los resultados, en vez de tomar decisiones que se basen en los mejores intereses del medio ambiente. Esto es injusto en cierta medida, ya que las compañías privadas se encuentran con frecuencia comprometidas con esfuerzos que no afectan al clima (ya sean verdaderamente altruistas o se trate de oportunidades de comercialización). Pero como una premisa general, el sector privado hará lo que usted le pida y le pague por ello.
El costo de la acción y de la falta de acción:
A menos que haya disponibles recursos públicos gratuitos o a bajo costo, los consumidores deben pagar por las tecnologías que usan, y eso incluye la energía renovable. Las tarifas se podrían aumentar para pagar por esto, pero precios más elevados podrían ser no asequibles o posibles desde el punto de vista político.
Las tarifas bajas hacen que los servicios públicos sigan sin tener el financiamiento que necesitan e impiden financiar las tecnologías inocuas para el clima. Uno se debe preguntar si el uso de las tecnologías de energía renovable es apropiado en los países en desarrollo, donde traspasar tales costos al consumidor es un problema aún mayor. Quizás la respuesta es negativa desde la perspectiva de la gestión del presupuesto nacional, pero la respuesta es claramente positiva desde una perspectiva mundial.
En aquellos lugares donde el financiamiento público es limitado, y las tarifas de los servicios públicos son bajas, un subsidio adicional para incentivar el comportamiento ecológico podría solo agregar más ineficiencias a las ya existentes.
En vez de reducir las pérdidas, aumentar la eficiencia, mejorar los servicios, o conectar a los pobres y a los que no tienen conexión, se debe incentivar a las empresas de servicios públicos a que se concentren en las tecnologías de energía renovable para recibir los subsidios que tanto necesitan. Establecer normas de desempeño sensatas y ambiental y socialmente responsables, y niveles tarifarios para los servicios públicos sería mucho más efectivo y promovería un enfoque equilibrado.
En algunos casos, el precio no es un problema, dado que la energía renovable es más eficaz en función de los costos que otras tecnologías. La base de datos en éste enlace brinda algunos ejemplos interesantes de mecanismos de alianzas público-privadas en materia de energía renovable. Por ejemplo, la energía solar se usa en los edificios municipales (donde se necesita energía durante el día, que es cuando la energía solar se genera).
En el caso de las instalaciones ubicadas lejos de los centros de producción de energía —por ejemplo, en yacimientos mineros, islas pequeñas y comunidades apartadas— la energía solar puede competir con la generación de diésel (la principal tecnología de generación de electricidad disponible para comunidades aisladas, y que tiene un costo muy elevado).
De manera similar, la energía solar puede reemplazar los sistemas y las bombas de agua diésel en las comunidades pequeñas. El agua se bombea durante el día a un tanque que está elevado, y el agua cae por su propio peso al sistema brindando servicios las 24 horas del día y los siete días de la semana. Algunos interesantes estudios de caso que exploran esto en mayor profundidad se pueden encontrar en éste enlace.
Las preguntas sobre el financiamiento siguen sin ser respondidas:
La energía solar, eólica y a menudo la biomasa son tecnologías de generación de energía para los picos de consumo (que se usan para suministrar energía cuando hay una alta demanda, y cuando la energía está disponible). Ellas generan energía de manera intermitente, dependiendo del viento, el sol y ciclos de recolección, si bien la capacidad de almacenamiento está mejorando.
Los países de ingreso bajo y muchos países de ingreso mediano tienen tasas crónicamente bajas de capacidad de generación. Entonces, ¿los valiosos fondos deberían gastarse en capacidad de generación de carga máxima que es menos necesaria, en vez de gastarse en capacidad de generación de carga base que es más esencial? ¿Puede la red manejar ese nivel de generación intermitente? Estas son preguntas importantes que aún tienen que ser respondidas.
El financiamiento para la energía renovable proveniente de donantes es significativo. Para los países en desarrollo, no hay carencia de fondos o de cursos de capacitación o de viajes para visitar programas exitosos en países desarrollados. Sin embargo, existe una falta de oferta de expertos para realizar el arduo trabajo de ayudar a los países en desarrollo a preparar soluciones pertinentes y apropiadas en materia de energía renovable.
Esto es una deficiencia enorme, y probablemente una de las razones fundamentales que explican la frustración de gerentes de fondos ecológicos que tienen que reciclar activos existentes y de donantes con un montón de dinero que están sentados esperando la llegada de buenos proyectos.
Nota publicada en Voces, Perspectivas del desarrollo del Banco Mundial, reproducida en PCNPost con autorización
Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora