Por: Andrés Quintero Olmos. 

¿Me gustaría saber si el embajador de Colombia en Francia marchó el domingo pasado en contra del terrorismo islámico en nombre del Gobierno de Santos? ¿O no querían indignar a las FARC y a sus socios de Al Qaeda? Me ha sorprendido el estruendoso silencio de los países suramericanos ante la tragedia de Charlie Hebdo. ¿Qué dijo Samper desde UNASUR?

A los franceses les parece terrible un terrorista islámico pero no tanto un terrorista de las FARC o del ELN. La razón es sencilla: no matan ciudadanos franceses, y se justifica porque –para ellos- las muertes francesas valen más. Lo cual tiene sentido desde el patriotismo y la fraternidad francesa, aunque sea, claramente, una hipocresía occidental. ¿Se acuerdan de Ingrid Betancourt? ¿Por qué creen que las FARC fueron, desde esa época, declarada como organización terrorista por Francia? ¿Por ser francesa o por ser colombiana? La respuesta es obvia.

Algo raro y paradójico nos ocurre a nosotros: somos indiferentes frente a nuestras propias muertes. A los colombianos nos parece terrible un terrorista islámico pero a un terrorista de las FARC o del ELN le queremos conceder cese al fuego y representatividad política. ¿Cómo entender que mientras el mundo entero cierra filas contra el terrorismo, en Colombia algunos clamen para que la Fuerza Pública no lo combata?

Algunos dirán que las FARC no son terroristas y que en Colombia lo que hay es un conflicto interno. Lo mismo dijeron los cristianos libaneses, quienes controlaban políticamente a su país, cuando en pro de la paz, negociaron con los terroristas del Hezbolá (chiitas musulmanes) y les dieron legitimidad democrática. Hoy el partido terrorista del Hezbolá es mayoritario en el Líbano, tras haber lavado el cerebro de sus compatriotas y haber tenido una mayor tasa de natalidad que los cristianos durante décadas. Resultado: el país está más que nunca aislado a nivel internacional y al borde de una nueva guerra civil entre cristianos y musulmanes, todo esto debido al hecho de estar cogobernado por unos terroristas que cada vez que pueden matan a israelís y cristianos.

Pregunto: si en Colombia hay un conflicto interno, ¿qué parte de la sociedad colombiana está representada por las FARC? Las FARC han asesinado a militares, policías, civiles y periodistas. Las FARC han puesto bombas en clubes, bares, bicicletas, parques y hasta en burros. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre los terroristas de Al Qaeda y de las FARC? ¿Los motivos ideológicos para realizarlos? Para mí, quien extorsiona, secuestra y mata a inocentes con la excusa de estar promocionando unos ideales, es un terrorista, punto y sin diferenciación.

Esquirla al fundamentalismo: a los que creen que los periodistas de Charlie Hebdo provocaron su propia muerte porque se extralimitaron en su libertad de expresión e irrespetaron a una religión, sólo les pregunto lo siguiente: ¿si en esta columna me burlo de su religión cavaría mi propia tumba? Porque la verdad es que el único dios que se salva es el de la cruz pero únicamente porque está clavado. Un poco como si fuera un cogito ergo sum pero al revés: « Je ne suis pas FARC, je suis Charlie ».