Por: James Scriven.
1. Crowding-in (la atracción de la inversión privada) está aumentando
Este principio económico se caracteriza por un aumento de la inversión privada acompañada por un gasto público sustentado en deuda. Típicamente ocurre en tiempos de lento crecimiento y probablemente seguirá en alza, dado que, tras un año de contracción, se espera un crecimiento del 1,6% para 2017.
En el caso de la infraestructura, el crowding-in requiere tiempo. Para afrontar la baja confianza de los inversionistas y los altos grados de incertidumbre, los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) apoyan a los gobiernos para cerrar la brecha financiera. Aprovechando su capital, conocimiento técnico y recursos concesionarios, los BMD probaron los riesgos y la viabilidad financiera y, así, allanaron el camino para el sector privado.
América Latina y el Caribe ahora lidera el financiamiento privado en infraestructura. Estudios recientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destacan que el sector privado de la región ha invertido un 30% más en infraestructura que las economías asiáticas de alto crecimiento y cinco veces más que el África subsahariana. Más bancos comerciales locales e internacionales están participando ahora en transacciones como terminales de contenedores, parques eólicos y carreteras – proyectos que antes recibían financiamiento de las multilaterales y subsidios gubernamentales.
Recientemente, un desarrollador de proyectos de energía le dijo a The Economist: “La energía alternativa ya no es alternativa. Ahora es comercial”. Como consecuencia, crowding-in ha provocado un rápido descenso en los precios de las energías renovables. En Chile, el costo de la energía solar ha caído en un tercio desde 2008.
Las asociaciones público-privadas (APP) también están motivando al sector privado. La región ocupa el primer lugar en inversiones en APP y el 46% de este financiamiento proviene de financieros privados. Las APP fortalecen los marcos regulatorios locales, incentivan la construcción y el mantenimiento puntual y pueden profundizar los mercados de capitales. Las APP bancables van más allá de la infraestructura, registrando éxitos en la educación, salud y logística. Cuanto mayor la participación del sector privado en la región, más brechas se cierran y más aumentan la competencia y el crecimiento económico.
2. La modernización del mercado abre nuevas fronteras en la región
La revolución digital ha llegado y no hay vuelta atrás. En 1980, 1 gigabyte de memoria costó más de US$200.000. Ahora es gratis. El ritmo del cambio es exponencial. La inversión en telecomunicaciones y digitalización nivelará el campo de juego y fomentará los negocios en la región.
Una opción es la modernización de las tecnologías 3G / 4G de banda ancha móvil. Así, se pueden lograr mejoras en la cobertura de datos, la velocidad y el almacenamiento, lo cual revolucionará la experiencia del usuario. Al reducir el costo de almacenar y transmitir información, las empresas también podrán codificar y organizar mejor, y de forma más barata, el conocimiento interno. La inversión en telecomunicaciones para ampliar y aumentar la cobertura y la velocidad es una tendencia que está ganando impulso.
Las plataformas en línea dirigidas al financiamiento del comercio y de las cadenas de suministro están aprovechando esta conectividad. Son una forma eficaz y escalable de financiar pequeñas y medianas empresas que en el pasado no podían acceder al sector formal o, en caso contrario, pagaban altas tasas de interés.
Las empresas de tecnología permiten ofrecer crédito asequible a proveedores de compradores a través del factoraje electrónico. Estas plataformas, como e Factor Diez S.A., se lanzaron con éxito en México y pronto podrán ampliarse a países vecinos.
Las empresas más dinámicas de la economía del siglo XXI cuentan con un alto grado de conocimiento y modernidad. Al satisfacer sus necesidades cambiantes, se pueden crear efectos indirectos positivos en toda la economía.
3. La sostenibilidad, a través de la mitigación del cambio climático y la igualdad de género, promueve el desarrollo del sector privado
A finales de 2015 se adoptaron el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y 2016 comenzó con mucho entusiasmo por su implementación.
En América Latina y el Caribe, la urbanización continuó, las temperaturas subieron y el crecimiento de la clase media se desaceleró mientras que las mujeres se convirtieron en actores económicos cada vez más poderosos. Para adaptarse, las empresas invirtieron en la inclusión social, la reducción de la vulnerabilidad y la resistencia al cambio climático. Según una encuesta reciente de HSBC, tres de cada cuatro inversionistas de la región planean aumentar su exposición en proyectos bajos en carbono o relacionados al cambio climático.
Vamos a ver un mayor enfoque de las empresas en el acceso al crédito por parte de las mujeres, la participación femenina en las ciencias, matemáticas, tecnología e ingeniería, la preservación de la biodiversidad y el apoyo a los agricultores en tiempos de sequías prolongadas y lluvias. La sostenibilidad afecta a todos los sectores y los vuelve más rentables.
De cara a 2017, nosotros en la Corporación Interamericana de Inversiones nos vemos como proveedores de soluciones. Entre nuestras herramientas para despegar la economía y catalizar el crecimiento anticíclico están los préstamos con plazos más largos que de costumbre, la moneda local y las inversiones de capital, junto con los servicios de asesoramiento, para un desempeño empresarial sostenible.
Vemos potencial de crecimiento en las telecomunicaciones, el financiamiento de las PYME, la agroindustria y el turismo sostenible. Seguiremos realizando proyectos ambiciosos en infraestructura, incluyendo en los sectores de salud y educación.
Al formar alianzas con empresas innovadoras, que crean empleos e invierten en capital humano, aceleraremos el desarrollo a través del sector privado. Trabajando de la mano con el sector público, estamos más preparados que nunca para adaptarnos a la incertidumbre, ofrecer soluciones a nuestros socios comerciales y lograr prosperidad para nuestra región.
Nota publicada en el blog “Negocios sostenibles” de la Corporación Interamericana de Inversiones-CII (Miembro del Grupo BID), reproducido en PCNPost con autorización.
Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora