Los voluptuosos personajes que caracterizan la obra del colombiano Fernando Botero se balancean en trapecios, hacen trucos y exhiben sus excentricidades en la muestra “El Circo”, una homenaje del artista al “arte nómada” que se inaugura este lunes en Medellín, su ciudad natal.
Un total de 32 óleos y 20 dibujos componen la exhibición que el propio artista abrirá esta tarde en el Museo de Antioquia en la segunda ciudad colombiana, de donde Botero partió en los años cincuenta rumbo a Europa, para hacerse un lugar en el mundo del arte.
El color, a veces arbitrario pero siempre muy llamativo, es parte fundamental de la muestra.
“Me interesó su movimiento y la filosofía de los cirqueros que son nómadas. Tenía una deuda con todos ellos porque este tema ha sido de gran interés para muchos artistas”, comenta Botero, citado en la página web del Museo de Antioquia.
La inspiración para esta serie de obras le llegó al artista luego de toparse en México con un circo popular, que le recordó a aquellos que veía de pequeño en Colombia.
“Fue una gran revelación. Era igual a los que veía en mi tierra cuando estaba chiquito. Era pobre y lleno de animales famélicos. Todos tenían la ropa colgada en las carrozas que usaban. Me encontré una gran poesía allí, hablé con los artistas y vi un montón de posibilidades para mi pintura”, explicó el artista sobre aquel episodio.
Arte nómada:
Además de los clásicos domadores de animales, malabaristas o las actuaciones de enanos y gigantes, Botero muestra en las pinturas y dibujos que forman parte de “El Circo” escenas de la vida diaria de los artistas nómadas, que viven en casas rodantes y montan y desmontan su carpa en cada lugar al que van.
“El Circo”, que llega por primera vez a Sudamérica tras exhibirse en Suiza, Alemania, España, Inglaterra, Italia y Estados Unidos, sigue a la muestra de Botero “Abu Ghraib”, sobre los carceleros de la prisión estadounidense en Irak.
“Esa fue una exposición (con) una temática tan difícil que al maestro esto lo vuelve como a la infancia. Yo creo que es una exposición que a todos nos gusta, a los niños, a los adultos, tiene todos esos recuerdos de los circos de pueblo”, dijo a la AFP Ana Piedad Jaramillo, directora del Museo de Antioquia.
Según la reseña del museo que presenta la muestra, el artista “buscó una temática que le permitiera retomar, por medio del color, formas y expresiones, la alegría y el optimismo”.
El propio Botero, junto a su tercera esposa, la artista griega Sophia Vari, supervisó el montaje de la exposición en el Museo de Antioquia.
Además, el viernes pasado el artista inauguró en el Metro de Medellín el “Tren de la Cultura”, un vagón decorado internamente con réplicas de las obras que conforman “El Circo” y que por fuera exhibe su nombre y firma.
Durante su recorrido en el “Tren de la Cultura” muchos de sus paisanos le gritaron: “Gracias, maestro, gracias”.
Botero, de 82 años y quien reside entre Italia y Nueva York, tiene en las afueras de Medellín una casa típica, en la que suele pasar largas vacaciones.
En los años noventa el artista donó un grupo de sus esculturas a su ciudad natal, la cuales fueron instaladas en una céntrica plazoleta frente al Museo, que se ha convertido en un símbolo de la recuperación de la ciudad azotada por la violencia del narcotráfico.
Igualmente el artista donó varias de sus pinturas y dibujos y parte de su colección personal de obras de otros artistas al Museo de Antioquia.
La muestra “El Circo” estará abierta al público hasta el 17 de mayo. (AFP)
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