Las muertes por sobredosis de heroína se triplicaron en Estados Unidos entre 2010 y 2014 mientras que aquellas relacionadas a los opioides como el fentanilo -que causó la muerte del cantante Prince- casi se duplicaron, según la Agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA).
“Las muertes y la destrucción relacionadas con la heroína y los opioides han alcanzado un nivel terrible y sin precedentes. El problema es enorme y aumenta”, indicó Chuck Rosenberg, director interino de la DEA, en un comunicado.
Más de 16.000 personas murieron en 2014 por abuso de heroína y opioides. Ese año casi 500.000 personas eran consideradas adictas a la heroína en Estados Unidos, donde las sobredosis matan a más personas que los accidentes de tránsito.
El consumo de heroína y de opioides está relacionado. La adicción a los medicamentos opiáceos como el fentanilo, la oxicodona, la hidrocodona y la metadona -que muchas veces están implicados en las sobredosis- puede resultar en el consumo de heroína una vez que se termine la prescripción de estos analgésicos potentes.
Según las autoridades estadounidenses hay una falta de programas de desintoxicación en el país y los tratamientos que existen son muy costosos, lo cual hace que muchas personas adictas no puedan recurrir fácilmente a ellos.
Bradley Wentlandt, jefe de Policía en un suburbio de Milwaukee, en Wisconsin, recordó un caso de unos padres que habían gastado todos sus ahorros para su jubilación e hipotecado dos veces su casa para pagar el tratamiento de su hijo.
“Él comenzó a los 16 años cuando compartió una pastilla de Vicodina (un analgésico) con un amigo”, relató el policía. AFP
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