Por qué tenemos que medir las habilidades de lectoescritura a una edad temprana?

Por: Harry A. Patrinos.

Hace un par de años, la organización sin fines de lucro Room to Read, que se dedica a fomentar la alfabetización y la igualdad de género en la educación en el mundo en desarrollo, rogó a los espectadores que trataran de no leer absolutamente nada en un famoso anuncio.

El propósito del aviso era mostrar cuán difícil es desenvolverse en la vida moderna si no se tienen las habilidades básicas de lectura y escritura. El argumento fue muy convincente. Es necesario saber leer para poder comunicarse, seguir instrucciones, tomar los medicamentos adecuados, y trabajar.

Sin embargo, como dice el anuncio mencionado, 1 de cada 7 adultos en todo el mundo no sabe leer. Más de 250 millones de niños en edad escolar no saben leer tampoco, y casi 57 millones de niños no van a la escuela.

Medición de las habilidades de los niños pequeños en Malawi.

La alfabetización permite a las personas tener acceso a la información, ser más productivas y poder desarrollar todo su potencial. A nivel de los países, facilita que estos crezcan. De hecho, estudios indican que la alfabetización a temprana edad es un umbral que los países deben superar para crecer económicamente.

Kaushik Basu, primer economista del Banco Mundial, señala que en un hogar la presencia de una persona que sabe leer y escribir genera una externalidad positiva —una especie de bien público— para los miembros de la familia que son analfabetos. Tener habilidades de lectura y escritura es importante para la difusión de las nuevas tecnologías: en el caso de la agricultura, se ha demostrado que genera alta rentabilidad (PDF, en inglés) económica.

¿Cómo logramos que las personas aprendan a leer? En el pasado se han realizado campañas de alfabetización, que tuvieron resultados dispares. Pero estamos empezando a aprender más acerca de cómo lograr niveles de lectura adecuados a una temprana edad.

El primer paso es realizar mediciones. La mayoría de las evaluaciones son pruebas hechas con lápiz y papel, en las que se asume que el estudiante sabe leer y escribir. La mayor parte de las principales evaluaciones (PISA, PIRLS y TIMSS) no realizan pruebas a los estudiantes antes del cuarto grado. Para aquellos alumnos con dificultades en el aprendizaje, suele ser demasiado tarde asistir a cursos de apoyo eficientes y eficaces. En efecto, para ser eficaz, la enseñanza correctiva debe llevarse a cabo tan pronto como sea posible.

Para complementar las evaluaciones existentes, se han usado pruebas iniciales para medir las principales habilidades que se sabe pueden predecir el logro de buenos resultados en la enseñanza de la lectura en los primeros grados de la escuela primaria (primero a tercero).

Estamos comenzando a saber más acerca de los niveles de dominio de la lectura que se registran en muchos países.

El caso de Papua Nueva Guinea

En Papua Nueva Guinea (PNG), las pruebas de lectura a temprana edad proporcionan datos objetivos de los avances en materia de lectura logrados por los estudiantes y demuestran que un enfoque más integrado de capacitación en el servicio [de los maestros] puede dar buenos resultados. En el marco del proyecto READ PNG, por un monto de USD 19,2 millones, se han obtenido mejoras significativas en los niveles de lectura de los estudiantes que cursan los primeros grados en las escuelas primarias de dos provincias.

Los resultados preliminares indican que la distribución de libros de lectura y la capacitación de los maestros aumentó la fluidez en la lectura y la escritura. En apenas ocho meses, este dominio aumentó de un nivel bajo de 4 % a más de 25 % en la provincia de Tierras Altas Occidentales.

Estos resultados significan que más de una cuarta parte de los estudiantes de las escuelas participantes en el proyecto piloto son clasificados como buenos lectores, lo que indica que ha habido un mejoramiento evidente en la calidad de la educación desde que comenzó READ PNG.

La prueba piloto permitió identificar las fortalezas y las debilidades que existen para fomentar prácticas, a nivel de la escuela y del sistema educativo, en torno a la enseñanza de la lectura en los primeros grados. Las intervenciones promovieron un “paquete” integrado que dio resultados.

Lo anterior constituye un primer logro, y ahora sabemos qué medidas funcionan en PNG. El desafío siguiente es cómo ampliar las lecciones aprendidas para beneficiar a todos los estudiantes primarios. Adquirir mayores habilidades les ayudará a aprender otras materias usando todo su potencial y a convertirse en estudiantes con buenos resultados más adelante en su vida.

Más allá de la lectura en los primeros grados

¿Qué pasa con las calificaciones en la escuela primaria y posteriormente? Eso tomaría mucho más tiempo, y requeriría usar una intervención más difícil y costosa, ¿verdad?

No necesariamente. Existen datos empíricos que muestran que se pueden producir cambios rápidos en las calificaciones de la lectura, incluso en niveles escolares más altos. Para el tercer a sexto grado se registraron mejoras rápidas en el aprendizaje a partir de una intervención sencilla y de bajo costo, que proporcionó información sobre el rendimiento de las escuelas con notas inferiores al promedio en Colima, México.

Esta intervención de rendición de cuentas de manera menos estricta mejoró las calificaciones de las pruebas en 0,12 desviaciones estándar en un corto periodo de tiempo. Cuando los estudiantes, profesores y padres saben que las notas de sus escuelas son bajas, y esto desencadena una autoevaluación y reflexión, el proceso en sí mismo puede conducir a una mejora en los resultados de aprendizaje.

En Pakistán, la entrega de boletines con las calificaciones de la escuela y de las pruebas de los niños aumentó las notas de las pruebas en 0,11 desviaciones estándar en un año, y estos efectos se mantuvieron hasta dos años después de la intervención. Proveer información facilita la comparación entre los proveedores, mejora la eficiencia del mercado, y eleva el bienestar infantil, el que se traduce en calificaciones más altas en los exámenes y un mayor nivel de matrícula escolar.

Más allá de la enseñanza primaria

Pero debe ser aún más difícil iniciar cambios en las habilidades de lectura en los niveles de escolaridad más altos, por ejemplo en la escuela secundaria.

Sin embargo, Polonia reestructuró su sistema educativo para retrasar en un año el paso a las escuelas vocacionales. Ese año corresponde a la edad en que se aplicó la prueba PISA entre 2000 y 2006. Esta reforma ayuda a explicar la mejora considerable de Polonia en los exámenes internacionales de logros educativos. Los puntajes en lectura han mejorado de manera constante a lo largo del tiempo, subiendo de 479 a 508.

Al usar la variación establecida por la nueva política en 1999 para probar el impacto en los puntajes de las pruebas a través del tiempo, estimamos que la reforma mejoró las calificaciones de los posibles estudiantes vocacionales —los principales beneficiarios— en alrededor de 100 puntos, o sea una desviación estándar completa.

Hacer lo que es posible

Es posible mejorar las habilidades de lectura, incluso en un lapso corto de tiempo. Esto puede suceder en los primeros grados, y debería ocurrir ahora que sabemos cómo hacer mediciones y mejorar la lectura a una temprana edad. También tenemos evidencias de que se puede producir un cambio rápido a nivel de la escuela primaria y el primer ciclo de la escuela secundaria.
Necesitamos ir más allá de la prueba piloto e instaurar una reforma integral a nivel nacional.

Eso permitirá a los países avanzar de una mejora considerable a nivel local, como en el caso de PNG, hacia un cambio transformacional de todo el sistema nacional, como en el caso de Polonia.

Si bien la intervención específica dependerá de cada país, el punto importante que hay que considerar es que, aunque el cambio sea posible, necesitamos hacer mediciones y evaluaciones, y necesitamos aprender.

Nota publicada en Voces, Perspectivas del desarrollo del Banco Mundial, reproducida en PCNPost con autorización

SOURCE: Voces, Perspectivas del Desarrollo