Grecia espera aún llegar a un acuerdo con sus acreedores en la cumbre europea del lunes, para evitar una suspensión de pagos, hipótesis cada vez más plausible que provoca masivas retiradas de dinero de los bancos.
El gobierno griego sigue confiando en una posible salida a la crisis, a pesar de las duras advertencias de sus acreedores -Unión Europea, Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Central Europeo (BCE)-.
“Queríamos que las negociaciones finales tuvieran lugar al más alto nivel político de Europa y ahora trabajamos para conseguir el éxito de esa cumbre”, declaró el gabinete del primer ministro griego, Alexis Tsipras.
“Hay que controlar los nervios porque la partida del lunes es muy importante para Grecia y la zona euro”, dijo, por su parte, le comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
“Todos los que cuentan con una crisis y un escenario de miedo serán desmentidos”, predijeron los portavoces del gobierno griego, en un intento de detener la aceleración de la retirada de dinero de los bancos comprobada en los últimos días.
El portal de información económica Euro2day, que se apoya en fuentes bancarias, calculó que el jueves se retiraron 1.000 millones de euros -unos 1.130 millones de dólares- de las entidades griegas y más de 2.000 millones en los tres días anteriores.
En abril, último mes sobre el que se tienen datos oficiales, se sacaron 4.700 millones de euros de los bancos.
El BCE mantendrá este viernes una reunión telefónica de emergencia para aumentar de nuevo el programa de ayuda financiera a los bancos griegos.
Esto debería permitir que el sistema bancario griego “aguante aún unos días”, al menos hasta la cumbre del lunes, según una fuente europea.
Una cumbre por preparar:
La cita del lunes será una de las últimas ocasiones para hallar un acuerdo antes del 30 de junio, fecha en la que Grecia debe pagar unos 1.500 millones de euros al FMI para evitar caer en situación de suspensión de pagos.
Las arcas de Atenas están vacías y es probable que el gobierno de Tsipras tenga que elegir entre pagar al FMI o abonar los sueldos y las pensiones de los funcionarios.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, declaró el jueves que ya era demasiado tarde, incluso si se firma un acuerdo con los acreedores, para que los 7.200 millones de euros del rescate a Grecia se entreguen antes del 30 de junio.
Un posible impago de Grecia al FMI es una posibilidad cada vez más plausible, al igual que una salida del país de la zona euro, una situación conocida como ‘Grexit’.
“El famoso Grexit no puede ser una opción, ni para los griegos ni para la Unión Europea. Sería un proceso irreversible, sería el principio del fin de la zona euro”, declaró Tsipras al diario austriaco Kurier.
Los acreedores seguían insistiendo en que “la pelota está en el tejado de Grecia”. Y la cumbre del lunes sólo será útil si el fin de semana se aprovecha para acercar posturas, avisaron varios ministros de Finanzas de la UE, es decir, si los griegos presentan nuevas “contrapropuestas”.
El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, dijo al salir del Eurogrupo del jueves que ambas partes sólo estaban separadas por una diferencia presupuestaria de 0,5% del PIB griego, esto es, unos centenares de millones de euros.
Tsipras debería regresar el sábado a Atenas, tras un viaje a Rusia que no pasó desapercibido en un momento en que las tensiones entre la UE y el gobierno izquierdista griego alcanzaron su punto álgido.
Grecia y Rusia firmaron este viernes un acuerdo para la construcción de un gasoducto ruso en Grecia, al margen del Foro Económico de San Petersburgo. (AFP)
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