Gobierno de Colombia y FARC logran finalmente acuerdo sobre desaparecidos

El Jefe del Equipo Negociador, Humberto de la Calle, explicó que el Gobierno se comprometió a acelerar los procesos que vienen adelantándose, de identificación y entrega digna de restos de personas muertas en combate e inhumadas como N.N. durante el conflicto armado y las Farc por su parte hicieron el compromiso de entregar información para ubicar e identificar los restos de personas que hayan muerto en su poder. Casa de Nariño, Bogotá - 18 de octubre de 2015. Foto: César Carrión - SIG

El Jefe del Equipo Negociador, Humberto de la Calle, explicó que el Gobierno se comprometió a acelerar los procesos que vienen adelantándose, de identificación y entrega digna de restos de personas muertas en combate e inhumadas como N.N. durante el conflicto armado y las Farc por su parte hicieron el compromiso de entregar información para ubicar e identificar los restos de personas que hayan muerto en su poder. Casa de Nariño, Bogotá – 18 de octubre de 2015. Foto: César Carrión – SIG


El gobierno de Colombia y la guerrilla comunista de las FARC dieron este sábado otro paso hacia la paz al sellar un acuerdo para la búsqueda de desaparecidos en el conflicto armado de medio siglo en ese país, informaron diplomáticos de Cuba y Noruega, naciones garantes del proceso de paz.

El gobierno colombiano y las FARC “han llegado a dos tipos de acuerdo: en primer lugar poner en marcha unas primeras medidas inmediatas humanitarias de búsqueda, ubicación, identificación y entrega digna de restos” de desaparecidos, dijo a la prensa el diplomático cubano Rodolfo Benítez.

Ambas partes acordaron además crear una unidad especializada que se abocará a esta tarea con apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y del Instituto de Medicina Legal colombiano, agregó.

La nueva unidad deberá determinar el número exacto de desaparecidos en el conflicto colombiano, que según estimaciones ascendería a unos 51.000. Esta unidad deberá “establecer el universo de las personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado, fortalecer y agilizar los procesos para la identificación de restos en coordinación con el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses”, indicó por su parte el diplomático noruego Dag Nylander.

Además, la unidad deberá “coordinar y adelantar procesos de búsqueda e identificación, localización y entrega digna de restos” de desaparecidos a sus familias, añadió.

El acuerdo fue anunciado por Benítez y Nylander la noche de este sábado en La Habana, sede de los diálogos de paz, en presencia de ambas delegaciones negociadoras, encabezadas por Humberto de la Calle (gobierno) e Iván Márquez (FARC).

Este pacto sobre desaparecidos sigue al histórico compromiso anunciado el 23 de septiembre por el presidente colombiano Juan Manuel Santos y el jefe supremo de las FARC, Timoleón Jiménez, “Timochenko”, de firmar un acuerdo de paz antes del 23 de marzo.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) comenzarán a desarmarse 60 días después de la firma del acuerdo para convertirse en movimiento político, según el compromiso asumido por Santos y Timochenko en presencia del presidente cubano Raúl Castro.

“Entrega digna de restos”:

Las dos partes se comprometieron este sábado a proporcionar toda la información que posean sobre desaparecidos, así como lugares donde haya víctimas enterradas en forma irregular, o sepultadas en cementerios sin haber establecido su identidad, explicaron los diplomáticos de Cuba y Noruega, al leer ante la prensa un comunicado conjunto de ambas delegaciones.

“En el día de hoy se llegó a acuerdos en torno a una serie de medidas inmediatas de construcción de confianza que contribuyan a la búsqueda, ubicación, identificación y entrega digna de personas dadas por desaparecidas”, dijo Iván Márquez a la prensa.

“Dichas medidas se pondrán en marcha inmediatamente”, destacó.

Humberto de la Calle no formuló declaraciones a la prensa y regresaría a Bogotá junto a su delegación este mismo sábado en la noche, para retomar las negociaciones de paz en La Habana el 27 de octubre.

El gobierno colombiano y las FARC buscan acabar con una conflagración interna en la que han participado guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y grupos del narcotráfico, y que ha dejado oficialmente unos 220.000 muertos y unos seis millones de desplazados, entre otras víctimas.

Las pláticas de paz en La Habana comenzaron en noviembre de 2012 y desde julio rige en Colombia una tregua unilateral de las FARC y Santos ordenó suspender los bombardeos a posiciones rebeldes. Las partes discuten actualmente el complejo punto sobre víctimas, pero en septiembre superaron el punto más difícil, el de justicia por los crímenes cometidos a lo largo del conflicto armado.

Previamente las partes lograron consenso sobre otros puntos de la agenda: la reforma rural (mayo 2013), la participación política (noviembre de 2013) y drogas ilícitas (mayo 2014). Crearon, además, una Comisión de la Verdad y pusieron en marcha un proceso de desminado.

Los puntos pendientes son el de desarme, para el cual ya trabaja una comisión conjunta de carácter técnico, y el mecanismo para refrendar el eventual acuerdo de paz.

 


Declaración del Jefe de la Delegación del Gobierno Nacional, Humberto de la Calle – Bogotá, 18 oct (SIG).

Buenos días. Ayer, a altas horas de la noche, como resultado de realmente extensas jornadas de trabajo en La Habana, dimos un paso más hacia el fin del conflicto y la satisfacción de los derechos de las víctimas.

Anunciamos, en el comunicado que fue leído por los representantes de países garantes Cuba y Noruega, dos medidas diferentes, que quede claro, dos medidas diferentes, relacionadas con la búsqueda, identificación, localización y entrega digna de restos de personas dadas por desaparecidas que quisiera explicar en mayor detalle.

En primer lugar están las medidas de construcción de confianza, lo que hemos llamado gestos, que se pondrán en marcha antes de la firma del Acuerdo Final, o sea de inmediato.

El Gobierno se ha comprometido a acelerar los procesos que ya se vienen adelantando de identificación y entrega digna de restos de personas muertas en combate que fueron inhumadas como N.N., durante el conflicto armado.

Y las Farc por su parte, han hecho el compromiso de entregar rápidamente información para la ubicación e identificación de los restos de personas que hayan muerto en su poder. Se trata de un gesto humanitario, un gesto importantísimo que responde a sus obligaciones frente al Derecho Internacional Humanitario.

Estos pasos son trascendentales, pero repito, son apenas los primeros pasos. Se trata de gestos, de medidas de construcción de confianza que nos permitirán demostrarles a las víctimas nuestro compromiso con la satisfacción de sus derechos. Como hemos dicho en otras oportunidades, unos serán los esfuerzos que podemos poner en marcha antes de la terminación del conflicto armado, los gestos, y otros muy distintos, los que podremos implementar cuando el conflicto haya quedado atrás.

Por eso, en segundo lugar, y no hay que confundirse, en segundo lugar, hemos anunciado la creación de una Unidad especial de carácter humanitario y extrajudicial para la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado.

Uno de los más dolorosos resultados de los conflictos armados es la desaparición de personas. Por eso en conflictos tan disímiles como el conflicto fronterizo entre Grecia y Turquía, por ejemplo, la Guerra del Golfo Pérsico y el conflicto de los Balcanes se han implementado este tipo de unidades a la terminación de los conflictos: el Comité de Personas Desaparecidas de Chipre, por ejemplo; la Comisión Tripartita del Medio Oriente, y el Grupo de Trabajo de Personas Desaparecidas de Kosovo.

En el conflicto armado colombiano ha habido personas dadas por desaparecidas por múltiples razones, muchas razones: víctimas de secuestro que murieron durante su cautiverio, víctimas de desaparición forzada, víctimas de masacres cuyos restos nunca fueron ubicados, integrantes de las Fuerza Pública, integrantes de las FARC muertos en combate, cuyos restos nunca fueron ubicados, entre muchos otros casos.

Los familiares de las personas que fueron dadas por desaparecidas tienen derecho a sanar las heridas a través de la ubicación de los restos, y tienen derecho a saber qué sucedió.

Por eso más allá de los esfuerzos que vienen adelantando las autoridades judiciales y la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas en el país, por primera vez en Colombia contará con una entidad, autónoma e independiente, grande, de carácter netamente humanitario y extrajudicial encargada exclusivamente de buscar a las personas dadas por desaparecidas en razón del conflicto y dar cuenta de su suerte, qué es lo que les ha pasado.

Frente al carácter extrajudicial de la Unidad es importante y hay que mencionar que esto ha sido reconocido por Naciones Unidas como una buena práctica en materia de personas desaparecidas. En efecto, el carácter extrajudicial es el que permite que se genere el ambiente adecuado para que la información pueda ser plenamente compartida. Igualmente es necesario enfatizar que el trabajo que hará la Unidad, eso sí, no sustituye ni impide las investigaciones de carácter judicial, tal como quedó establecido en el acuerdo.

A las madres, padres, esposas, esposos, hijas, hijos de personas desaparecidas se les ha negado la posibilidad de saber lo que ha ocurrido con sus seres queridos. Están sumidos en una incertidumbre permanente. No saber lo que ha ocurrido y estar privados al menos del último contacto para despedir a sus seres queridos, es algo atroz, realmente muy doloroso. Con independencia del desenlace de la desaparición forzada, la constante situación de no saber lo que ha ocurrido es una agonía permanente para las familias.

Lo acordado ayer busca ante todo aliviar ese dolor, aliviar ese dolor. El profundo dolor de los familiares de los desaparecidos. Esto es una muestra más de que las víctimas son el centro de este proceso. Lo que nos proponemos en La Habana es poner fin definitivo al sufrimiento de miles de colombianos.

En resumen estas son buenas noticias para todos los colombianos, son buenas noticias sobre todo para las víctimas, ya lo dije las víctimas son la estrella polar de las conversaciones, pero también este es un paso más para lograr un paso final.

Ahí vamos, como se acostumbra decir en el lenguaje colombiano, vamos hacia adelante, con paciencia, con abnegación, ahora le toca a los colombianos poner en la balanza la paz en un lado y al otro lado las decisiones que para algunos, lo sabemos, pueden ser amargas, difíciles, pero que tenemos que asumir.

¡Llegó la hora de Creer!


AFP, Prensa Presidencia de la Republica


 

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