El gobierno de Colombia recuperó unas 280.000 hectáreas de tierra, una superficie mayor que Luxemburgo, que estaban en poder de la guerrilla de las FARC, informó este viernes el presidente Juan Manuel Santos, y aseguró que en adelante serán destinadas a labores productivas.

Los terrenos, que suman 278.683 hectáreas y están ubicados en los departamentos del Meta (centro) y el Caquetá (sur), habían sido ocupados “de manera ilegal” por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), alzadas en armas desde 1964, dijo el mandatario en una alocución televisada.

“Son terrenos adquiridos presuntamente por los bloques Oriental y Sur de las FARC (…), que habían sido adquiridos ilegalmente, bien porque los títulos no eran legales o porque eran ocupaciones de baldíos que permanecen al Estado colombiano”, detalló Santos desde la presidencial Casa de Nariño.

Los nueve predios recuperados están avaluados en unos 450.000 millones de pesos (162.7 millones de dólares), agregó.

Las FARC, principal y más antigua guerrilla del país, y el gobierno de Santos sostienen desde noviembre de 2012 diálogos de paz en Cuba, sin que se haya decretado un cese al fuego en el terreno. En el marco de esas negociaciones, las partes ya han alcanzado varios acuerdos parciales, entre ellos uno referente a la reforma agraria y la distribución de la tierra en Colombia, uno de los problemas base del conflicto armado que azota al país desde hace más de medio siglo.

El mandatario aseguró este viernes que el tamaño de las tierras recuperadas, avaluadas en más de 160 millones de dólares, se corresponde con el de todo el departamento colombiano del Quindío, y dijo que esos terrenos serán entregados “a los campesinos y (se van) a poner a producir de manera eficiente”.

“Este es un golpe importante dentro de nuestra política de recuperar terrenos que han sido adquiridos ilegalmente, bien sea por los paramilitares o por las FARC”, dijo Santos.

El mandatario también explicó que los terrenos podrán ser incluidos en el banco de tierras que se acordó crear en el marco de las negociaciones de La Habana para propiciar una mejor distribución de esos recursos tras la eventual firma de un acuerdo de paz.

El conflicto armado colombiano, en el que además de guerrillas de izquierda han participado paramilitares de derecha, agentes del Estado y bandas narcotraficantes, deja ya un saldo oficial de más de 220.000 muertos y seis millones de desplazados. (AFP)