Por: Guiovanna Fuentes
¿Cuántas veces has sentido que no eres suficiente para los demás, por más que te esfuerces en mantener contento a todo el mundo?, Desde niño, por los paradigmas sociales y creencias heredadas, los padres, nos enseñaron que para lograr el amor, y la aprobación de los demás, tenías que hacer todo, para mantener contentos a todos, pero ese es un paradigma mandado a recoger y en realidad, no necesitas buscar la aprobación de nadie afuera, solo la tuya es la más poderosa.
También en un mundo de exigencias inconsciente, se le enseñó a los niños que tendrían que cumplir los parámetros sociales, para ser suficiente o estar a la altura, pero hoy me pregunto ¿de quién? de la opinión de nuestros padres, o las de los maestros, o de los amigos, los hermanos, los jefes, los compañeros de trabajo, en fin…
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En realidad, todos los seres humanos, somos suficientes por el hecho de existir, de ser hijos del creador, del todopoderoso, siempre somos y seremos suficientes. Recuerdo en un entrenamiento de coaching de varios días, con un coach español, en donde como Coach, me había internado en ese entrenamiento con otros colegas Coach, para seguir creciendo en el mundo del coaching, y poder dar lo mejor de mí, a los demás.
Teníamos que hacer un ejercicio, y era atravesar con nuestra mano, una tabla por demás muy gruesa, para vencer esos paradigmas que nos fregaban la vida, hasta esa fecha, eso fue en el año 2016. A cada uno, nos entregaron una tabla, y en ella, teníamos que escribir cuáles eran esas creencias que nos saboteaban.
Antes de escribir, me quedé un rato, observando y en realidad, lo que descubrí es que hay cuatro creencias inconscientes, creencias que se pueden denominar raíces: No soy suficiente, no me lo merezco, no puedo, no soy capaz, y esas creencias hacen ruido en el interior. El tema de fondo no era romper una tabla, sino lo que Coach que nos guiaba, buscaba que desde nuestro plano superior sacáramos del subconsciente esas creencias que sabotean la vida. Atravesarlos para enfrentarse a esa sombra y poder transcender. Claro este es un ejercicio guiado por un profesional. Así que cuidado.
Hoy en las sesiones de coaching, apoyo a mis clientes o coachees para que descubran sus creencias limitantes. No hago el ejercicio de la tabla, se puede hacer de otra manera. Lo importante es hacer consciencia de esas creencias raíces que te dominan y al encontrar esa sombra, comprender cuales son los bloqueos que te sabotean y te impiden ir hacia adelante.
Hay personas que por más que se miran al espejo piensan que no son lo suficiente bonitas, o guapos, o no son lo suficientemente inteligentes para buscar lo que se desea. Hay otros que piensan no soy suficiente para encontrar el amor, y otros que por más millones en su bolsillo, y bienes materiales, en su interior en su subconsciente los ronda el síndrome de no soy suficiente, no soy merecedor, etc…
Es claro que nada ni nadie nos hará sentir bien, sí primero no lo sentimos nosotros, y que somos suficientes y que nacemos con unos dones naturales que nada ni nadie te podrá arrebatar sí tu no lo permites.
Pueden que algunos opinen que no les gustas, otros crean que eres poco inteligente, y otros piensen que no te mereces lo mejor, en fin… sin embargo, aquí y ahora, debes saber que sí eres suficiente, capaz, merecedor y que puedes hacer todo lo que te propongas, por más circunstancias difíciles que estés atravesando, solo es una circunstancia, pero ni siquiera esa circunstancia te define, no eres tú puesto, no eres tus bienes materiales, no eres tú dinero, no eres tus amigos, no eres la opinión de los demás, eres un hijo de Dios, y por eso eres suficiente.
Solo está en que los creas. Personalmente tengo escrito por todos los espejos de mi casa, SOY SUFICIENTE. Es un ejercicio que decidí hacer para impregnar mi subconsciente cada día, de buena vibra, y claro que me ha funcionado. A mis coachees o clientes, en los procesos de coaching les digo, coge lápiz de labios y escribe por todos lados, en tus espejos, soy suficiente. Suena simple y raro, quizás para algunos, pero es muy poderoso.
La pregunta del coach:
¿En qué área de tu vida, sientes que no eres suficiente?
¿Quién o qué te dijo que no eras suficiente?
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