Por: Francisco Manrique.
Es evidente que la Salud, se está convirtiendo en uno de los problemas más complejos que tienen los gobiernos en el mundo. No hay sino que mirar alrededor para darse cuenta de la situación. En Colombia, a pesar de los avances en cobertura, la situación es crítica en términos de calidad y oportunidad, para no mencionar los costos del sistema.
En los Estados Unidos, Obamacare aumentó la cobertura de salud a 24 millones de personas que no tenían seguro, y sin embargo, el tema se convirtió en la catapulta que utilizó Trump y los Republicanos para ganar el poder ofreciendo reversar el proceso.
A pesar de que en Europa la situación es mucho mejor, el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas, va aumentando significativamente la carga para los Estados que ofrecen acceso gratuito a la salud. Los costos se están disparando y la calidad se ve afectada por el crecimiento en la demanda de servicios cada vez más complejos.
Al punto anterior, se suma la escasez de personal calificado que pueda enfrentar estos retos. Según datos recientes, en los Estados Unidos se necesitarán 90.000 nuevos médicos en los próximos 8 años. Y según el Banco Mundial, para el 2030, será necesario duplicar la cantidad de personal de la salud que trabaja en el mundo, y que hoy se calcula en 40 millones. Esto significa aumentar la productividad del sector salud: hacer mucho más con menos.
Las implicaciones de estas tendencias son enormes. Para enfrentarlas, va a ser necesario ir aumentando exponencialmente el uso de las nuevas tecnologías porque para allá va el mundo. Como hoy le está sucediendo a la banca, los medios de comunicación, la industria automotriz, para solo citar algunos, el sector de la Salud, no va a tener otra opción que aprovecharlas para cambiar su modelo de negocio y aumentar su productividad.
Hace once años tuve la oportunidad de estar en la Cleveland Clinic. Hoy, está organización está entre las tres primeras de su tipo en varias especialidades en los Estados Unidos. Pero hay algo que la destaca en la actualidad: el uso creciente de la tecnología avanzada para enfrentar los retos del nuevo paradigma que está emergiendo: mayor productividad y el desplazamiento del cuidado del paciente al hogar.
Como dice un doctor entrevistado sobre la materia, para un informe especial en The Economist la semana pasada: ” hemos llegado al limite de traer a los pacientes a los sitios de curación – nuestros hospitales. Estamos muy cerca de traer la curación a los pacientes”. Este comentario hace evidente la revolución que se avecina a marchas agigantadas y que va transformar significativamente el modelo de atención de los hospitales en el mundo.
Hoy en día, estos establecimientos son centros muy complejos de cuidado, tratamiento, investigación y educación. “Son el sitio donde un paciente va a consulta con un especialista, quien con la ayuda de equipos sofisticados, diagnostican la enfermedad. También es el sitio donde se hacen las intervenciones quirúrgicas y la quimoterapia, y donde la gente va para que se le haga el seguimiento y el cuidado”.
A pesar de su importancia, este modelo hospitalario está siendo desbordado por la realidad. Por lo tanto, no es de sorprender que se esté gestando un gran cambio en este sector, y que se esté repensando el funcionamiento de los hospitales en Europa y Estados Unidos. Estoy seguro que muy pronto estos cambios también sucederán en AL. Como le ha sucedido a otros sectores, la complejidad de los problemas y los retos crecientes, piden a gritos nuevos modelos de negocio y la incorporación de tecnologías disruptivas.
Los hospitales más avanzados en el mundo se están preparando ya para estos cambios. Algunos de ellos “pretenden seguir siendo el centro del ecosistema de salud, a pesar de que saben que su rol va a cambiar”.
Los habilitadores del cambio que se viene son el internet de alta velocidad, las tecnologías de control a distancia, Big Data, la Inteligencia Artificial, las redes de sensores y los celulares inteligentes. A partir de esta base tecnológica, se planean centros de control, desde los cuales se pude monitorear a los pacientes que están distribuidos en varios puntos geográficos en una región. Con los celulares y los relojes como el iWatch de Apple, es posible recibir las señales vitales de los pacientes para hacer a distancia diagnósticos y seguimiento a sus tratamientos. Inclusive se visualiza que se hagan cirugías simultáneas a distancia.
En la actualidad, estos centros ya están comenzando a funcionar como unas torres de control, en la ciudad de Cleveland. En ellos, un grupo de médicos, enfermeras y técnicos, monitorean varias pantallas simultáneamente y están en contacto por video con 150 pacientes en diferentes unidades de cuidados intensivos esparcidas por la región, leyendo en tiempo real sus signos vitales.
Este mismo modelo es el que se está visualizando para monitorear a los pacientes en sus hogares. Las ventajas son enormes al mejorar su entorno y la atención, disminuir el riesgo de infecciones, y bajar los costos del sistema.
En el John Hopkins Hospital en Baltimore, tienen una torre de control, o centro de comando, para administrar el flujo de los pacientes. En este centro hay 22 pantallas donde se ven vídeos en tiempo real y un grupo de personas que orquesta las 1100 camas que tiene la institución. Y a través de una tecnología especial, manejan los datos y los presentan en forma novedosa para ser utilizadas por la administración del hospital y el mismo paciente.
Estos ejemplos muestran las tendencias hacia dónde se están moviendo estas instituciones de avanzada. Pero hay mucho más, veamos que dicen los expertos en estos temas.
En un futuro cercano, los grandes hospitales serán utilizados exclusivamente para tratar situaciones complejas que requieren del concurso de equipos de especialistas y aparatos sofisticados. Para temas más rutinarios, se contará con centros satélites, y se extenderá cada vez más la telemedicina. En Colombia hay claras señales de que el proceso ya arrancó en esta dirección.
Y también, se tendrá un flujo de datos en tiempo real, entre el paciente y los centros de comando, donde la información será analizada por computadoras como Watson de IBM. Se tendrán alertas tempranas sobre el estado del paciente, y quien sentirá más cercanía con su medico. En centros de atención prenatal ya hay sistemas que advierten a las enfermeras del proceso del bebé. En Suecia cada paciente ya tiene un sistema que lo monitorea a distancia
Como lo menciona The Economist: “En esta visión, habrá mucho menos gente utilizando los servicios directos de la planta física el hospital, y la salud se orientará a buscar que la gente esté sana y no tengan que usar los servicios médicos curativos”. Estos cambios van ser profundos y muy traumáticos porque también significa un cambio de mentalidad de todos los actores del sistema de salud. Pero además, porque hay una brecha creciente entre las necesidades de salud de la población y el cuidado que ofrecen los sistemas organizados alrededor de los hospitales.
Estos cambios que se avecinan, significan que hay que abandonar los supuestos establecidos por muchos años en relación al rol de los pacientes y lo que debe hacer un buen médico. En la visión del futuro que está emergiendo, el hogar del paciente va a jugar un papel fundamental porque también puede ser un hospital.
Las conexiones rápidas de Internet están facilitando cada vez más las cosas para mover al sistema de salud en esa dirección. Por ejemplo, la organización americana Káiser Permanente, ya hace la mitad de las consultas de manera virtual en todos sus hospitales. Hoy en día en Holanda, los hospitales atienden el 45% de las consultas conectados con el hogar del paciente. Y ya comienzan a diseñarse los servicios de diálisis y la quimoterapia fuera de hospital.
La única limitación que se tienen, para utilizar los métodos virtuales, es que no se pueden ver físicamente a los pacientes. Pero a medida que aparecen métodos más sofisticados de diagnóstico, incluyendo pruebas de sangre e imágenes virtuales, aumenta la posibilidad de atender a más personas de manera remota, y sin la necesidad de abandonar su hogar.
Como lo menciona The Economist, el impacto de estos cambios será enorme. Empresas de salud, como Banner Health en los Estados Unidos, y que utilizan sistemas sofisticados de telemedicina, consideran que las admisiones se pueden reducir en la mitad y los costos en una tercera parte. Para esta empresa, los hospitales que tienen que atender pacientes, “van a ofrecer una experiencia diferente: una mezcla entre un aeropuerto, y un hotel con kioscos de autoservicio, para tomar muestras de sangre y hacer el registro de la habitación. Se usarán algoritmos sofisticados para definir los exámenes a realizar antes de que el paciente dejes su hogar”.
Otro cambio que personalmente he podido observar en la Mayo Clinic y en la Cleveland Clinic, es el uso del diseño, los colores pastel suaves, la ambientación con música clásica tocada en vivo en los espacios públicos, para generar un ambiente más cálido y así cambiar la percepción del paciente. Ya no se ve el entorno frío y blanco de los hospitales de antaño. Y las habitaciones también han sido rediseñadas para generar una experiencia distinta para el usuario.
Y hablando de una experiencia distinta, en una clínica en Manhattan, en New York, se le ofrece a los pacientes clases de yoga y de cocina. En el Hospital Universitario Karolinska en Estocolmo, el diseño de sus edificios busca que entre la mayor cantidad de luz posible para ayudar a la curación de los pacientes. Se ha reducido el ruido para que estos puedan dormir más tranquilos y se puedan recuperar mejor.
Y en cuanto a sensores ya hay lentes de contacto que monitorear los niveles de azúcar, y hay suturas de heridas, con capacidad de medir el nivel de pH en el fluido del paciente. Todo ello contribuye a que vayan menos número de personas al hospital. Con este tipo de sensores, les permiten a los médicos recordarle oportunamente al paciente que tiene que tomar su medicina, en lugar de tener que recibirlo de urgencia en la clínica. Se trata de prevenir más que curar.
Máquinas como Watson, ya están ayudando a los doctores a mejorar sus habilidades y capacidad de diagnóstico avanzado. En la Cleveland Clinic, la logística interna del complejo hospitalario se hace con robots que llevan la ropa a la lavandería, o buscan suministros y los distribuyen de manera programada. También, se están comenzando a desarrollar sistemas que pueden reemplazar a los radiólogos y patólogos en la lectura de las imágenes porque sus habilidades son primariamente visuales.
En el Imperial College en Londres, se acabo de desarrollar un programa de computación, que mira los exámenes de pacientes con traumas en la cabeza. Este programa puede hacer el análisis en segundos. Se viene desarrollando la capacidad de leer tumores de manera más efectiva y menos costosa.
Ya se está trabajando en un teléfono celular que muy rápidamente va a reemplazar a los estetoscopios de los médicos. También, ya se utilizan robots en los cuartos de operación pero tiene que ser dirigidos manualmente. En un futuro cercano, estos robots podrán hacer las mismas tareas rutinarias de un cirujano, y realizar procedimientos como un transplante de cadera
Pero los cambios no paran, The Economist informa que ya se está trabajando en el uso de computadores que están conectados con una máquina de realidad virtual -(VR)- para permitirle al cirujano diseñar operaciones complejas. También se está utilizando para enseñar a los estudiantes de medicina acerca de la anatomía del cuerpo. Y los avances en micro electrónica y micro robótica, igualmente van a tener un gran impacto para mejorar la calidad de las cirugías que requieren un alto nivel de precisión.
En la medida que se desarrollen métodos menos invasivos y más rápidos, los tiempos de recuperación van a caer dramáticamente. También se van a disminuir los errores médicos y la necesidad de repetir operaciones. Se está visualizando que va a llegar el momento, donde los cirujanos que están en la torre de control, podrán operar a control remoto a varios pacientes simultáneamente y en diferentes lugares del mundo .
Para controlar el cambio que se viene, se están desarrollando sistemas inteligentes de monitoreo que reciben los datos de diferentes fuentes, lo cual permite filtrar los menos relevantes y atender los casos más relevantes. Al computador se le enseña a reconocer las desviaciones para poder alertar cuando hay una anomalía.
Como se puede observar, una vez más la innovación exponencial está habilitando nuevas tecnologías, y va a cambiar el sistema de salud como hoy lo conocemos. Es la respuesta a las grandes tendencias que se vienen desarrollando en el mundo y que no se pueden evitar.
Y como ya es mi costumbre en este espacio preguntar: ¿será que los colombianos nos damos por enterados de estos cambios cuando estamos tan entretenidos mirándonos al ombligo y con el espejo retrovisor de la historia?
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