La pregunta que se hacían algunos economistas jóvenes en esa época, era como lograr que la China cerrara la inmensa brecha que los separaba de los pases occidentales. Pero el como hacerlo sin despertar la resistencias de los burócratas del partido comunista, era la otra gran pregunta que tenían que contestar..
Pero el reto era aún mucho mayor. China después del desastre de la Revolución Cultural de Mao, estaba aislada del resto del mundo. El caos generado por casi dos décadas, había dejado diezmado al partido comunista por las purgas y persecuciones ideológicas. El mayor desafío de estos jóvenes economistas, era el como reinventarse para sobrevivir, y formar los siguientes dirigentes que deberían de hacer la tarea.
gmshtwjl / Pixabay
Lo interesante de esta historias, es que años después, uno de los participantes de este grupo, fue el director del banco central, otro presidio el primer banco de inversión, y otro llegó a ser el actual vice presidente. Todos ellos ayudaron a construir las bases del capitalismo chino que hoy sorprende al mundo. Los burócratas comunistas se convirtieron en los promotores del crecimiento chino. Y como lo menciona recientemente el informe especial del NY Times sobre China, pasaron de promover la lucha de clases y todo tipo de controles, a buscar inversionistas y promover la empresa privada.
Estas personas, después de muchas reflexiones y polémicas, llegaron a una decisión que era revolucionaria hace tres décadas: dejar que las fábricas pudieran vender a cualquier precio la producción de los excedentes que produjeran por encima de las cuotas, que les obligaba a cumplir el estado, dentro del marco de la economía planificada que habían copiado del modelo comunista soviético .
China ha sabido montarse en la ola de la globalización de las últimas décadas y ha logrado beneficiarse de los flujos de inversión, ideas y comercio. Supo jugar brillantemente la carta de ser el pais mas poblado, como atractivo de un futuro mercado emergente, y proveer la mano de obra barata que convirtió a este país, en el gran parque industrial del mundo. Fue un camino muy inteligente para capturar conocimiento y capacidades sin un mayor costo.
Como muchas cosas importantes, estas decisiones claves, tomada hace tres décadas y convertida en política pública, nacieron de la desesperación y de la necesidad de improvisar. Era un riesgo, pero las circunstancias del atraso del país, obligaban a experimentar e innovar.
Los resultados en las siguientes cuatro década han sido espectaculares y un ejemplo único en la historia del desarrollo económico contemporáneo. Hoy, menos del 1% de la población china, está en situación de pobreza absoluta; por más de dos décadas, la economía ha logrado tasas de crecimiento económico sostenido por encima del 6% al año. Dado el nivel tan bajo de donde partieron, han conseguido lo impensable: China es en la actualidad, la segunda economía mundial, después de los Estados Unidos.
Como resultado, la brecha se ha venido acortando aceleradamente entre China y otros países occidentales. Para Xi Jinping, su presidente, el reto actual está en como superarlos para convertirse en el líder y el referente mundial. Se está poniendo en escena una contienda entre dos colosos que han pasado de una época de colaboración a una de abierta confrontación. Como respuesta al desafío chino, a la hegemonía gringa, Trump le ha declarado la guerra comercial subiendo los aranceles a las exportaciones de ese país ,.
Como lo muestra un análisis reciente del crecimiento chino, hecho por el NY Times, este se hizo siguiendo medidas poco heterodoxas y muy cuestionadas. Aceptaron el capitalismo como modelo pero siguieron llamándose marxistas. Mantienen una represión política severa pero sin ahogar el espíritu emprendedor innovador. Y por cuatro décadas, han logrado un crecimiento ininterrumpido yendo en contra vía de los preceptos económicos aceptados. Y en el camino, han frustrado reiteradamente, las apuestas del fracaso del modelo que ha resultado ser tremendamente exitoso.
Pero la mayor expectativa frustrada, fue el pensar que los gringos podían cambiar a la China. Y efectivamente lo hicieron pero no como lo tenían pensado. Apropiando la tecnología occidental, enviando a cientos de miles de estudiantes a estudiar a las mejores universidades, los resultados asombrosos obtenidos, están teniendo un inmenso impacto en el resto del mundo y en la compresión que se tiene de este país. Los chinos han escrito su propia partitura para el desarrollo de esta nación
Si hay algo que admirar de este proceso, ha sido su interés por aprender de los errores de su pasado y de otros, especialmente del colapso de la Unión Soviética. En el 2006, produjeron un documental sobre esta historia para ser estudiado por los miembros del partido a todos los niveles.
La principal lección fue la importancia de cambiar pero sin adoptar la democracia. La segunda lección, ha sido el manejo de la tensión entre soltar y controlar, experimentar y evitar el cambio. Ha sido un proceso muy complejo para mantener las tensiones de una sociedad con 1400 millones de habitantes. La tercera lección fue adoptar cambios graduales, manteniendo la economía planificada por parte del estado, pero abriendo las puertas al crecimiento de economía de mercado, sin dejar que la resistencia a estos cambios los descarrilara.
En la actualidad, el sector privado en la China es responsable del 60% de los bienes y servicios producidos, emplea el 80% de los trabajadores y genera el 90% de los puestos de trabajo. Mientras no se toque el tema político, la burocracia del partido se mantiene al margen de la actividad privada. Sin embargo bajo el Presidente Xi, están produciéndose cambios de una mayor ingerencia en las empresas buscando orientar una política para dominar las industrias de alta tecnología del futuro, sin depender de ayuda externa.
Algunos ejemplos de las medidas tomadas muestran cómo se fueron introduciendo las reformas. La creación de las zonas económicas especiales sin restricciones para la inversión, la privatización de un porcentaje minoritario de las empresas estatales o permitir a los campesinos vender las cosechas trabajadas en tierras del estado. Estas medidas fueron implementadas por personas que fueron enviadas al exterior a estudiar nuevos modelos económicos, para ser promovidos posteriormente, con la responsabilidad de formar a otros.
El desarrollo del talento humano ha sido una obsesión de las familias y una razón poderosa del crecimiento de la China. A pesar de las críticas que se le hacen al sistema, por el énfasis en la memorización y la dicriminación de los estudiantes rurales, hoy este proceso ha logrado eliminar el analfabetismo y producir más ingenieros y científicos, que Estados Unidos, Japón, Corea y Taiwán juntos. Además, no solo son más, sino que los estudiantes salen mejor calificados en las pruebas internacionales.
Como lo menciona el NY Times : “ el partido comunista prefiere la narrativa de que el boom económico surgió del suelo de China y principalmente de su liderazgo. Pero esto obscurece la gran ironía del surgimiento de esta país – los antiguos enemigos de Beinjing, los ayudaron a que este fuera posible”.
Posts relacionados:
Exportación desenfrenada de energía de carbón de China amenaza objetivos climáticos
Pingback: La Historia como faro del futuro. - PCNPost