¿Cómo evitar que millones de colombianos queden atrapados por esta dinámica perversa que está minando las mismas bases de nuestra democracia?. ¿Qué podríamos hacer para volver visible y discutible este cáncer que hoy corroe el sistema democrático, pero que no es diferente al que afecta a otras democracias más avanzadas que la nuestra?. Estaba en estas divagaciones, cuando me llegó un vídeo de una conferencia TED de Isaac Lidsky. Después de presentarle al auditorio varios hechos acerca de su trayectoria, y donde supuestamente uno de ellos no era verdad, les confiesa que todos son ciertos, incluyendo el ser ciego como resultado de una enfermedad degenerativa. A partir de esta introducción a su situación personal, introduce a la audiencia en el mundo de como los seres humanos construimos nuestra realidad, y el porque caemos tan fácilmente en manos de manipuladores profesionales de la verdad.
Lo primero que hay que entender, es que los seres humanos actuamos a partir de los supuestos que nos hacemos sobre la forma que opera el mundo. Cuando no somos capaces de cuestionarlos sistemáticamente, se vuelven invisibles, y no nos damos cuenta que estábamos equivocados.
Lidsky afirma que su ilusión de entender la realidad fue destruida cuando quedó ciego. Aprendió que: “lo que uno ve no es una verdad universal y tampoco es la realidad objetiva”. La vista es solo uno de los caminos para definirla, y es el resultado de una elaboración mental que cada uno hace en su cerebro. Esta elaboración está influenciada por las experiencias pasadas, el momento emocional, y la forma como recibimos la información a través de los otros sentidos. El resultado es que la persona crea su propia realidad y se la cree.
Sentir miedo es una emoción muy fuerte. El ser humano utiliza esa emoción para protegerse de lo que no entiende, es incierto, o percibe como una amenaza. El problema es que el miedo distorsiona la forma como interpretamos la realidad. Convierte los supuestos en verdades incuestionables que definen la forma como respondemos ante la desconocido. “Se ahoga la capacidad de tener un pensamiento crítico” cuando más se necesita ser un buen observador de uno mismo, como lo afirma Lisdky.
De todo lo anterior se desprende una lección importante: es necesario entender bien y revisar periódicamente los supuestos que uno tiene, así como los miedos que nos pueden paralizar,. Si no lo hacemos, podemos actuar sin criterio, o justificar y racionalizar irresponsablemente una interpretación distorsionada de como queremos crear y vivir nuestra realidad.
El comentario anterior explica el porque las redes sociales tienen hoy en día tanto impacto. Ellas permiten la conformación de comunidades de personas que comparten las mismas creencias y se aíslan de quienes piensan diferente. En estos espacios se generan dinámicas que refuerzan unas distorsiones que nublan el juicio de sus miembros, porque se busca validar las creencias personales que se comparten con el grupo.
Lo anterior también explica las dinámicas que vemos hoy en Colombia, que han vuelto muy difícil debatir con altura los temas de paz. La reacción inmediata es considerar las opiniones contrarias como un ataque personal. No hay espacio para la curiosidad y la exploración, y menos para el encontrar puntos de convergencia y union de voluntades.
En este contexto, se requiere mucho valor para explorar nuevos supuestos y validar los existentes, porque el costo es el aislamiento social del grupo al que se pertenece. ¿Qué pasa si mis creencias son equivocadas?. Esta pregunta, que permite descubrir nuevas posibilidades, requiere de mucha personalidad y carácter para hacerla. Significa la disposición, curiosidad y apertura a buscar los hechos de la manera más objetiva posible que permitan reinterpretar la realidad personal.
Quienes se atreven a cuestionarse periódicamente sus supuestos y creencias, se les valora porque tienen un mejor juicio y criterio. En el entorno actual, esta disposición es cada día menos frecuente, especialmente en el caso de nuestros políticos, lo que explica su comportamiento irresponsable y su mal ejemplo para la sociedad.
En resumen, una buen número de los problemas que hoy nos impiden apreciar lo que tenemos en Colombia, y hemos construido como sociedad, es porque no nos cuestionamos periódicamente nuestros supuestos y no manejamos nuestros miedos. Al no hacerlo, reforzamos nuestros prejuicios que distorsionan nuestra construcción de la realidad con un inmenso costo personal y colectivo.
Hoy vivimos un mundo cada vez más complejo donde el bienestar humano depende de múltiples factores y no de uno solo. Sin embargo, para hay la creencia de que el crecimiento económico es el único termómetro para medir la realidad, sin tener en cuenta la creciente brecha que se ha venido acumulando con el tiempo, entre diferentes miembros de la sociedad que ha marginado a mucha gente. Esta razón explica el Brexit en UK, y el efecto Trump en los USA. El que las élites que se han beneficiado de estos cambios, no se hayan cuestionado esa creencia, ha puesto en verdaderos aprietos los sistemas democráticos que no han sido capaces de responder a estas nuevas realidades.
En resumen, el mensaje de este Post es muy claro: en un mundo donde la complejidad es cada vez mayor, se hace necesario adoptar una postura de duda y cuestionamiento de nuestras creencias y prejuicios. Estos son filtros muy poderosos que distorsionan la realidad por lo que es muy posible que asumamos posiciones que pueden estar equivocadas.
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