Por: Francisco Manrique.
El mes pasado tuve la oportunidad de visitar un país, que hasta ese momento, me era desconocido.
Años atrás habíamos querido ir con mi esposa a visitarlo, aprovechando una de las paradas de un crucero que iba a Turquía. Lamentablemente, no habíamos sido informados, que para ese momento, no era miembro de la Comunidad Europea, y no teníamos a la visa para poder entrar. Sin embargo, nos quedó la curiosidad de conocerlo en otra oportunidad, la cual finalmente llegó en este año. Me refiero a Croacia, que en otras épocas había sido parte de la antigua Yugoslavia.
Croacia se encuentra en Europa central en el costado oriental del Mar Adriático. Tiene una superficie de 56,500 km². Sus vecinos son Eslovenia, Hungría, Serbia, Montenegro, Bosnia y Herzegovina. Comparte una frontera marítima con Italia. Cuenta con 2028 km de fronteras terrestres con diferentes países y tiene 2000 km de costas. La población actual de Croacia es de 4.5 millones.
Por su posición geográfica, Croacia tiene muchas ventajas en el sentido climático y territorial. Es un lugar de encuentro del este y del oeste, que siempre ha sido el cruce de varios intereses de los países a su alrededor. Se puede decir que, la resistencia y la lucha por la libertad y su independencia, han caracterizado la historia de esta nación. A lo largo de su historia, ha luchado contra las invasiones turcas y su penetración desde el este. Por esto se le llamó el escudo y la muralla del cristianismo.
Es un país que tiene una historia milenaria. En el siglo XII a. C. llegaron a sus tierras los celtas y los griegos. Más adelante, estos fueron vencidos por los romanos, quienes fundaron aquí una parte muy importante del imperio donde construyeron carreteras, ciudades y fortalezas. Más adelante, los croatas llegaron en el siglo séptimo, y tras derrotar a los habitantes locales, poblaron los alrededores de las ciudades dálmatas.
A lo largo de los años, estos nuevos ocupantes fueron asentándose y asimilando las costumbres de los habitantes de la ciudades romanizadas. De ellos copiaron varias costumbres y métodos de gobierno, como el nombramiento de los duques, así como adoptaron el cristianismo. Esto explica las alianzas que se formaron hacia adelante con los diferentes pontífices en Roma para combatir a los francos. El reino de Croacia fue fundado en el año 925, sin embargo más adelante, fueron vencidos por el rey de Hungría.
El periodo de 1493 a 1526, fue muy complejo. La turbulencia de la época debilitó las defensas. Croatas, y fueron derrotados por los turcos. Solimán el Magnífico, que en la época era el Sultán de Constantinopla, aprovechó la situación para conquistar toda Croacia y una parte muy importante de Hungría.
Para protegerse de la invasión turca, los croatas que no quedaron bajo la dominación turca, buscaron la protección de los Habsburgo en Austria. Como consecuencia, el país quedó fragmentado. Más adelante la región de Dalmacia, quedó bajo el control de Venecia, mientras que el interior se mantuvo bajo el dominio de los turcos y de los austríacos.
Durante estos años, los turcos se llevaron a más de medio millón de personas, y otras tantas abandonaron el territorio lo cual se convirtió en uno de los momentos más angustiosos del historia de este país. Era un anticipo de los grandes movimientos de refugiados que se verían siglos más tarde.
A finales del siglo XVI, los turcos fueron derrotados, y una buena parte del territorio que había sido invadido fue recuperado. La ciudad Dubrovnik fue recuperada después de la caída de la República de Venecia en 1797, como consecuencia de la invasión de las tropas de Napoleón. Durante el siglo XIX, Croacia quedó bajo el dominio del imperio austriaco. En 1867, después de una negociación entre Austria y Hungría, Croacia pasó a depender de esta última. Esta situación se mantuvo hasta la caída de la monarquía austro-húngara en 1918.
Al iniciar el siglo XX, Croacia logra finalmente liberarse del dominio extranjero y se forma una colisión con Eslovenia y Serbia. Se llega a un acuerdo en el Consejo Nacional en la ciudad de Zagrev y se constituye el reino de Serbia. Sin embargo, las aspiraciones croatas no fueron satisfechas con esta decisión. Su autonomía fue eliminada y remplazada por un gobierno centralista con lo que se empezó una nueva fragmentación de su territorio. De hecho, en 1924, una parte del Adriático fue cedida a Italia.
Desde 1928, hasta después de la Segunda Guerra Mundial, Croacia tuvo guerras y luchas sangrientas de manera permanente. Al final de esta última, entró a formar parte de Yugoslavia. Sin embargo la conformación de un nuevo país no resolvió las diferencias con los distintos grupos que fueron integrados por la iniciativa del Mariscal Tito, quien fuera el padre de esta nueva criatura que nació de este conflicto.
La dominación servia provocó un gran descontento. Con la muerte de Tito en 1980, estas diferencias crecieron como espuma. Después de la caída del Muro de Berlín en 1989, y con la disolución de la Unión Soviética, se creó un ambiente favorable para romper relaciones con la vieja Yugoslavia y poder declarar la independencia.
Ante la decisión croata de buscar su independencia, en 1991 los serbios reaccionaron y se fueron militarmente en contra de los separatistas. Para ello se apoyaron en el ejército popular ocupando parte del territorio croata. Así empezó la guerra de los Balcanes, en la cual el ejército croata logró recuperar su territorio, después de más tres años de lucha.
Para 1995, Croacia logra el reconocimiento de muchos países alrededor del mundo. Hoy, este país forma parte de la Unión Europea. A pesar de las dificultades Croacia se ha logrado reponer de las heridas sufridas durante su dura historia por lograr su soberanía.
Para 2012, Croacia tiene un Índice de Desarrollo Humano muy alto comparada con sus vecinos. El Banco Mundial la tiene clasificada como una economía de altos ingresos. El Estado controla una parte de la economía, con un gasto gubernamental importante y su principal socio comercial es la Unión Europea. El Estado croata provee de un sistema de salud universal y educación primaria y secundaria gratuita.
La infraestructura vial de este país me sorprendió por sus altas especificaciones. Ha venido haciendo inversiones muy importantes desde principios de este siglo. Me recordó el tipo de autopistas que solo había visto en Polonia, y tal vez en España, como consecuencia de los fondos entregados por la CE a esos países.
La economía croata está dominada por el sector servicios, seguido por la industria y la agricultura. El turismo es una fuente de ingresos muy importante durante casi todo el año. Croacia hoy se encuentra dentro de los destinos turísticos más visitados en el mundo. Es una joya que hoy ha adquirido mucho más importancia ante las grandes dificultades y riesgos que significa ir a los sitios tradicionales en el Mediterráneo, como Turquía, Egipto, Tunes o Marruecos.
Durante tres semanas, con mi esposa tuvimos la oportunidad de visitar ciudades como Dubrovnik, Split, Trogir, y Zadar a lo largo de la costa, y pequeñas aldeas como Korkula y Hvar ubicadas en islas en el mar Adriático. Mención especial merecen dos de sus espectaculares parques naturales: Karka y los Lagos de Plitvice.
Por la calidad de su gente, los sitios tan espectaculares que se pueden visitar, y las facilidades hoteleras disponibles, Croacia es definitivamente un país que hay que visitar cuando se viaje a Europa porque hace honor a su nombre: la perla del Adriático.
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