Países de Latinoamérica y el Caribe hicieron un llamado al financiamiento internacional y a la movilización de recursos propios como “prioridad” para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, durante un foro convocado por CEPAL en México.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) busca hacer un seguimiento de dichos objetivo, vinculados a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, un conjunto de políticas globales orientadas a “poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad”.
Una tarea clave planteada durante esta reunión, celebrada entre miércoles y viernes, fue la necesidad de incluir en un próximo encuentro a invitados como la banca de desarrollo, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la Corporación Andina de Fomento.
Bajo la premisa de que “hay que poner los recursos donde está el discurso”, Luis Yáñez, responsable de la secretaría de la Comisión, destacó que es necesario focalizar el financiamiento hacia los objetivos que tienen los países de la región.
“Es la prioridad de la agenda y probablemente va ser una de las conclusiones principales de la reunión”, afirmó Yáñez.
Entre las opciones planteadas por Yáñez está lograr un aumento de la tributación en cada país a través de la lucha contra la evasión fiscal, que en América Latina alcanza un monto equivalente al 6% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región.
Consideró asimismo la posibilidad de llevar a cabo reformas fiscales que permitan a los países elevar su tasa de fiscalidad y allegar recursos a esta agenda.
‘Tema prohibido’
El llamado por recursos se hace urgente, sobre todo entre los países más pobres de la región.
La agenda de desarrollo es una agenda muy sexy de la que todos queremos hablar, la agenda de financiamiento parece un tema prohibido y nadie quiere hablar sobre ello: Claudia Aguilar, delegada técnica a cargo de la implementación de la Agenda 2030 de El Salvador.
Para la funcionaria, hasta la fecha no se ha dado un acompañamiento técnico para generar mecanismos innovadores que permitan movilizar recursos internos. Y sobre los recursos externos aseguró que no existe “un diálogo real”.
“Lo que faltan son propuestas concretas de los mecanismos financieros internacionales”, lamentó Aguilar.
En tanto, la coyuntura económica es poco favorable. Tras dos años de contracción económica, América Latina y el Caribe retomarían en 2017 tasas de crecimiento positivas pero aún bajas, con un promedio regional del 1,1%, según previsiones de la CEPAL.
Sumado a ello, la reducción de la pobreza se ha estancado y existen riesgos de retroceso.
Tras lograr entre 1990 y 2014 una baja en la tasa de pobreza en la región de 48,4% a 28,2%, la CEPAL estima que en 2015 ésta habría aumentado a 29,2%, equivalente a 175 millones de personas, de las cuales 75 millones estarían en situación de pobreza extrema.
“El inicio de la agenda pilla a América Latina en una coyuntura económica más compleja”, reconoce Yáñez.
No obstante, los participantes coinciden en que la complejidad de la coyuntura económica y financiera no debe impedir el avance en otras materias pendientes como es la articulación de una agenda trasversal que enlace las dimensiones económica, social y medioambiental de los ODS.
Abordar con énfasis transversal las brechas de desigualdad en mujeres, en el mundo de los pueblos indígenas, en niñez, con el mundo de las personas con discapacidad es clave. Aquí está el desafío que es compartido: Marcos Barraza, ministro de Desarrollo Social de Chile.
AFP
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