A punto de afrontar el reto de los Pirineos, el Tour de Francia perfila un pulso teórico entre el británico Chris Froome, líder de la general, y el colombiano Nairo Quintana, gran especialista de la montaña, con la llegada el martes en alto en La Pierre-Saint-Martin.
Este lunes, el pelotón guardaba el primer día de descanso de esta edición en Pau, pensando ya en la montaña, la parte decisiva.
Los otros dos grandes favoritos en la salida, el italiano Vincenzo Nibali y el español Alberto Contador, intentarán no ser meros árbitros. Hasta el momento, Contador ha pasado desapercibido en los primeros días de carrera y Nibali es el que ha quedado más rezagado, a 2 minutos y 22 segundos del líder Froome.
Quintana es noveno, a 1 minuto y 59 segundos, mientras que Contador es quinto, a 1 minuto y 3 segundos del británico.
El italiano dio muestras de debilidad el sábado en la ascensión del Muro de Bretaña, donde quedó ligeramente descolgado del resto de favoritos y el español no respondió bien el lunes en Huy (Bélgica), en otra subida final. Froome, sin embargo, ha firmado un recorrido sin errores en el arranque del Tour y ha sido el gran beneficiado del primer acto de la carrera.
“Tengo la impresión de no haber encontrado todavía el ritmo, pero tengo confianza”, estimó Nibali.
Contador, que aspira a un ‘doblete’ Giro-Tour en la misma temporada, es todavía una incógnita y está por ver si el esfuerzo para ganar la ronda italiana le puede pasar factura ahora en las carreteras francesas.
Como hace dos años:
Hace dos años, Froome fue el vencedor del Tour de Francia y Quintana quedó segundo en la clasificación general final.
Froome ha recordado por momentos al corredor resolutivo y estratega que triunfó en 2013. Ahora, con la montaña, admitió que Quintana se presenta como el rival a batir.
“Espero tener que vigilar sobre todo a Nairo, que llega a su terreno favorito y que ha limitado bien las pérdidas en las primeras etapas. No puede permitirse perder más tiempo. Si alguien pierde más tiempo dañaría su moral y la de sus compañeros de equipo”, valoró Froome en una conferencia de prensa este lunes en Pau.
“Nairo no será el único al que seguir de cerca en el Movistar. Podrá contar con el apoyo de Alejandro Valverde. El español puede que dinamite la carrera atacando desde lejos. Esperemos y veamos”, apuntó.
El perseguidor más directo de Froome por el momento no es Quintana, sino el estadounidense Tejay Van Garderen, con el que pocos parecen contar pero que está a apenas 12 segundos. “No me sorprende que esté tan bien. Me enfrenté recientemente a él, en el Dauphiné, y ya iba muy fuerte. Tengo poco margen con respecto a él. En este momento, es el que representa una mayor amenaza, sólo tengo 12 segundos de ventaja y seguró que responde en la montaña”, avisó el líder del Tour.
Quintana, un corredor de fondo:
Quintana ha resistido la primera semana, marcada por las caídas, y ha cedido dos minutos, pero parece capaz de recuperar en la montaña si está inspirado. “Es un corredor de fondo”, subrayan desde su equipo Movistar. “Lo demostró ya en 2013”, recuerdan.
Nairo aspira a hacer historia como el primer colombiano campeón del Tour de Francia, el objetivo con el que cruzó el Atlántico.
En la contrarreloj por equipos del domingo, Quintana dejó en tablas el combate con Froome y ahora su objetivo es remontar esos dos minutos de desventaja, primero en los Pirineos y luego en los Alpes.
Los tres días de batallas pirenaica serán determinantes, sobre todo las dos grandes ascensiones a Pierre-Saint-Martin y al Plateau de Beille, el equivalente al Alpe d’Huez.
Entre esas dos llegadas en alto, el miércoles incluye en el trazado las subidas a Aspin y al Tourmalet, dos clásicos de los Pirineos, camino de Cauterets.
El margen para el error es limitado: el Tour de Francia entra ya en su fase decisiva. (AFP)
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