Cárdenas será el responsable de definir los lineamientos fiscales que condicionarán el éxito del posconflicto en Colombia
Por: Lorenzo Zanello
El gobierno nacional tiene dos objetivos claros en La Habana; (i) terminar el conflicto armado con la guerrilla de las FARC, lo cual no es viable de alcanzar desde un abordaje puramente militar, y (ii) aprovechar la coyuntura para ponerse al día con sus obligaciones constitucionales en más de 200 municipios, abandonados a merced de los grupos terroristas durante más de medio siglo, y apostarle al sector rural, el cual absurdamente no ha sido pilar del desarrollo nacional.
Se evidencia lo anterior en los acuerdos parciales alcanzados a la fecha, donde están consignadas tareas y responsabilidades que se darían por sentadas en un Estado Social de Derecho, como el colombiano. De ahí surge una gran pregunta: ¿Por qué no se han llevado a cabo estas obligaciones?
La respuesta desde una perspectiva puramente económica es clara, no hay recursos. Lo anterior, lejos de ser un cliché histórico, ha edificado la dualidad de tener una constitución garante de derechos y clara en los deberes del Estado, pero sin el soporte fiscal que permita su aplicación eficaz.
Hoy, mientras que de La Calle trabaja en concretar un proceso que ha pasado ya su umbral de no retorno, el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas está haciendo ingeniería tributaria. El gobierno sabe que sin recursos no podrá cumplir el compromiso histórico del posconflicto; el problema es que sin el acuerdo final es prácticamente imposible costearlo.
Si a lo anterior hay que sumarle los ya comprometidos recursos de la “mermelada” que facilitó la reelección de Santos y los bajos precios de los commodities que afectarán los ingresos por regalías, la única salida es comenzar a buscar mayores recursos por medio de tributación y/o contribuciones internacionales. No es coincidencia que sea justo ahora que Colombia dé pasos concretos contra “paraísos fiscales” como Panamá, cuando se ha sabido durante décadas que considerables riquezas de nacionales han emigrado desde Colombia para evadir tributación en nuestro territorio.
Debieron existir hitos incuestionables dentro de las conversaciones para que el periodo Santos II esté diseñado en función del posconflicto, si hay dudas de esto solo se debe revisar los nuevos programas en casi todos los ministerios. El cuello de botella lo tendrá el Ministerio de Hacienda, pues es quien debe garantizar la viabilidad fiscal de los acuerdos.
Mientras que De la Calle pasará a los anales de la historia colombiana como el artífice de la terminación del conflicto armado con las FARC, será Cárdenas el responsable de definir los lineamientos fiscales que condicionarán el éxito del posconflicto.
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