El francés Sébastien Ogier (VW), vigente campeón del mundo, se encuentra a solo 52 km cronometrados (los del domingo por la mañana) para repetir la victoria lograda el año pasado en el Rally de Montecarlo, primera prueba del Campeonato del Mundo de Rallys (WRC).
No obstante, Ogier, muy prudente en toda la jornada del sábado, solo cuenta con 42 segundos de ventaja sobre su compañero en Volkswagen el finlandés Jari-Matti Latvala, es decir, un minuto menos de la ventaja que tenía al finalizar la jornada del viernes.
El finlandés “prometió” no atacar a su compañero en la jornada final, pero el doble campeón del mundo no está exento de sufrir un problema mecánico, como ya ocurrió a algún piloto en algunas de las 82 ediciones anteriores de la mítica prueba en el Principado.
El día comenzó con la anulación de la novena especial porque algunos espectadores estaban mal colocados en el tramo final.
“Pese a las numerosas demandas, los espectadores estaban mal ubicados, en varios lugares prohibidos para el público, en los últimos cuatro kilómetros” y que no quisieron retirarse, explicó Richard Micoud responsable del Automóvil Club de Mónaco, organizador de la prueba.
La jornada, por lo tanto, comenzó con la disputa de la 10ª especial del rally, la más larga con 51 km, sin calentamiento, entre Lardier y el Cole de Faye, y el mejor tiempo lo marcó el polaco Robert Kubica (Ford Fiesta RS), aunque el expiloto de Fórmula 1 solo es 13º de la general, a casi 12 minutos del líder tras haber sufrido problemas eléctricos en su auto el jueves.
“El hecho de que la primera especial fuese anulada y recorrida como enlace nos ha incitado quizá a llevar un ritmo bajo. No hemos tomado riesgos, nos hemos dejado tiempo (1 minuto y 49 segundos con respecto a Kubica), pero no hay que enloquecer”, explicó Ogier tras la primera parada en asistencia en Gap, su ciudad natal.
En las dos especiales de la tarde, Ogier siguió mostrándose más prudente que sus rivales, dejándose otros 20 segundos con respecto a Latvala.
Esas dos especiales fueron dominadas por los pilotos de Citroën, con el francés Sebastien Loeb y el británico Kris Meeke, aunque ambos están sin opciones para la victoria final.
Loeb, nueve veces campeón del mundo, se quedó sin opciones el viernes, cuando era segundo a 8 segundos de Ogier, después de accidentarse y dañar una rueda.
El francés no ganará esta edición del Montecarlo, pero sigue siendo el deportista favorito de los franceses y el domingo, en la etapa final, con el mítico paso por el Col del Turini, tendrá una nueva ocasión de demostrar su valía, pese a estar ya semijubilado de los rallys. (AFP)
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