Por: Alvaro Villanueva.
Los errores médicos pueden ser definidos como fallas que ocurren cuando se tienen los cuidados de los pacientes, medico que no ha tenido errores es porque no ha atendido pacientes. Aunque la mayoría de las veces las equivocaciones no influyen peligrosamente en los enfermos, en otras pueden desembocar en severas complicaciones y aún en la muerte. Los errores médicos son el producto de la falta de preparación científica, mala educación médica, impericia o falta de experiencia, inmadurez y falta de asesoría, negligencia y la falta de responsabilidad para el manejo de los casos, estas dos últimas las más graves que junto con la de mala intención o dolo, la cual es considerada por la práctica de un médico enfermo o anormal. No reconocer la necesidad de la intervención de otro colega para decidir el caso es una de las más frecuentes y fáciles de corregir compartiendo mejor las decisiones.
Algunas personas han sufrido los errores que como humanos, sin dejar de ser responsables cometemos los médicos. Por eso a la salida de la casa algunos nos santiguamos para cometer el mínimo de errores que puedan afectar nuestros pacientes. Un estudio reciente de la Universidad de Harvard muestra que uno de cuatro adultos, 23%, informa que ellos han estado relacionados en un error durante los pasados 5 años, esto incluye aquellos que consideran un error médico prevenible o que han estado cercanos a la presentación del error como familiares de los pacientes.
En Colombia como en otros países del mundo, las investigaciones a través de los Comités de Etica, y los estrados judiciales, vienen en crecimiento. Las razones, primero están en las escuelas de medicina, en donde se aprende mal el ejercicio médico, y se pretende que los médicos sean siempre superdotados en todas las áreas, sin límites ni barreras. Utilizando docentes que en la mayoría de los casos trabajan por sueldos irrisorios y humillantes, mientras las facultades se lucran de un esclavizante trabajo.
Los profesores no tienen ningún estímulo, y terminan al final, iguales que los que comienzan. La enseñanza de la responsabilidad médica es deficiente. La frustración del estudiante continúa, cuando lo colocan en los establecimientos médicos a ejercer funciones para las cuales no son competentes, sin la asesoría ni el apoyo de un profesor o guía en el trabajo, el cual se vuelve empírico y rutinario, no sabiendo que cada enfermo es diferente a otro.
La segunda responsabilidad, después de las facultades de medicina la tiene el gobierno, a través del Ministerio de Salud, que no vigila este comportamiento, y se vuelve peor al llegar a los sitios más apartados e inhóspitos, en donde el médico tiene que hacer lo mejor que pueda, sin contar con los elementos necesarios de diagnóstico o tratamiento, y en otras condiciones ni siquiera para poder remitir los pacientes a otros centros de atención más complicada.
Las asociaciones médicas poco tenidas en cuenta para las decisiones estatales, como ocurre con el caso de la marihuana medicinal, intervienen muy poco en mostrar realmente los adelantos de la ciencia. La organización del Sistema de salud, solo considera al medico un elemento necesario para asignar la responsabilidades, pero no le brinda las oportunidades necesarias para su formación, las EPS hacen responsables a sus médicos, aquellos que obligan a únicamente formular acetaminofen, a atender pacientes sin tener la debida formación, un ejemplo,la mayoría de los médicos que atiende el Vih/Sida no tienen la especialización de Infectología y peor todavía, ni siquiera están capacitados para una atención inicial.
Cómo prevenir la aparición de un error médico es lo importante. Mejorando los programas de formación universitaria, ejerciendo una vigilancia responsable por parte del Ministerio de salud, permitiendo la participación de las asociaciones científicas, que interactúen con los estrados judiciales y políticos, en forma independiente, que permita que estos tengan criterios de acuerdo con la ciencia médica y, llegando a los sitios más apartados en donde los médicos novatos, mal preparados puedan mejorar su formación y corregir sus errores, evitando estar involucrados en procesos en los que las verdaderas culpables son las EPS, las escuelas de medicina de garaje, los hospitales, puestos de salud o consultorios de mentira, muchas veces atendidos por falsos profesionales.
De no corregir esta situación tendremos que aceptar, que si bien los errores médicos siempre existirán, hay que disminuirlos al mínimo y, en el caso de que se suceda corregirlos a tiempo, mediante un sistema que los detecte rápidamente.
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