El discurso de Angostura

Por: Carlos Guevara Mann

El segundo Congreso de Venezuela, convocado por Simón Bolívar, se reunió en Angostura—hoy, Ciudad Bolívar—el 15 de febrero de 1819.  El día de su instalación, el Libertador pronunció un famoso discurso, el cual expone los fundamentos del sistema de gobierno que, a su juicio, debe regir los destinos del “grande estado” que surgiría de la unión “de la Nueva Granada y Venezuela”.

Aquel “grande estado”, el más interesante experimento político de la América hispana, fue designado, como es sabido, con el nombre de “República de Colombia”. Algunos la llaman “gran Colombia” para diferenciarla del país que actualmente tiene esa denominación, pero “gran Colombia” no fue, nunca, su nombre oficial.

Estuvo vigente durante una década, desde la adopción de la constitución colombiana en Cúcuta (1821) hasta su disolución, en 1831.  De él formaron parte, además de los territorios antes mencionados, las actuales repúblicas de Ecuador y Panamá.

En el Discurso de Angostura, Bolívar recomienda la instauración de un sistema republicano. La precisión es importante porque, a inicios del siglo XIX, la mayoría de los gobiernos del mundo eran monarquías absolutas.


Simón Bolivar Panamá

Pixabay

Entre las grandes potencias, solo en las islas británicas—las cuales, a partir de 1801, configuraban el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda—había una monarquía limitada. En España, que se esforzaba por recuperar las provincias americanas ganadas por los patriotas, Fernando VII había puesto fin al brevísimo capítulo de la monarquía constitucional, bajo la Constitución de Cádiz (1812), e intentaba ampliar a América su régimen despótico y asfixiante.

Ante este panorama internacional, la república, en oposición al despotismo monárquico, era el sistema a la vanguardia, el ideal político de quienes aspiraban a una mejor y más civilizada forma de gobierno, conducente al bienestar y la felicidad de los pueblos. No en vano señaló Bolívar, en la Carta de Jamaica (1815), que “los americanos, ansiosos de paz, ciencias, artes, comercio y agricultura preferirán las repúblicas a los reinos”.

Desde los inicios de su carrera política, Bolívar fue republicano. Es importante la precisión porque algunos patriotas americanos preferían la monarquía a la república.

El más prominente de ellos, José de San Martín, libertador de Argentina, Chile y—juntamente con Bolívar—del Perú, abogaba por el establecimiento de una monarquía limitada en el territorio del virreinato peruano (El Comercio, 28 de julio de 2017).

Entre otros prominentes partidarios de la monarquía estuvo Andrés Bello, maestro del Libertador y principal humanista de América, quien, hasta inicios de la década de 1820, propuso, para los Estados formados tras la emancipación de España, un gobierno monárquico. Con gran probabilidad, esa fue una causa principal de su ruptura con Bolívar, la cual, por cierto, le produjo gran desventura a Bello, sobre todo durante su prolongada estancia en Londres (1810-1829).

Bello abrazaría posteriormente el sistema republicano, a cuyo afianzamiento y mejoría haría incalculables aportes, sobre todo, durante la fructífera etapa de su vida que transcurrió en Chile (1829-1865).

En el Discurso de Angostura, Bolívar establece las bases del sistema republicano: “Un Gobierno Republicano ha sido, es, y debe ser el de Venezuela; sus bases deben ser la Soberanía del Pueblo: la división de los Poderes, la Libertad civil, la proscripción de la Esclavitud, la abolición de la monarquía, y de los privilegios.” Claramente, propugna por un gobierno de ciudadanos libres, en el que—a diferencia del absolutismo—el ejercicio del poder se distribuye en varias ramas para evitar su abuso.

Aunque procede de una sociedad de castas y esclavista, el Libertador rechaza tajantemente las desigualdades que caracterizaban al régimen español en América y, en particular, la esclavitud, abominable institución de la dominación ibérica que se prolongó en muchas partes hasta después de la independencia. “La atroz e impía esclavitud cubría con su negro manto la tierra de Venezuela”, declara, por lo que, desde su proclamación como jefe supremo, en 1816, se empeña en su abolición.

En Carúpano, el 2 de junio de 1816, emite un decreto de eliminación de la esclavitud. En Angostura, el 15 de febrero de 1819, al resignar ante el congreso sus poderes supremos, abandona a la “soberana decisión” de dicha corporación “la reforma o la revocación de todos mis Estatutos y Decretos; pero yo imploro la confirmación de la Libertad absoluta de los Esclavos, como imploraría mi vida y la vida de la República.”

Muchos otros elementos importantes, relevantes a la actualidad, contiene el Discurso de Angostura, entre ellos, un rechazo tajante al continuismo y las ansias desenfrenadas de perpetuación en los cargos públicos: “nada es tan peligroso”, declara Bolívar, “como dejar permanecer largo tiempo en un mismo Ciudadano el Poder. El Pueblo se acostumbra a obedecerle, y él se acostumbra a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía.”

La formación cívica y la corrección en el manejo de los asuntos públicos son pilares de un sistema republicano. Efectivamente, uno de los principales elementos del discurso es su defensa y promoción de la educación popular como antecedente fundamental de la moralidad pública: “Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades.”

Dos siglos después de este pronunciamiento, el déficit educativo y cívico corroe a nuestras sociedades tanto como en los albores de la independencia.

Al conmemorarse, en esta fecha, el aniversario número 204 del Discurso de Angostura, la Sociedad Bolivariana de Panamá dedica su sesión ordinaria del mes de febrero a la evocación de este texto fundamental de la historia política de América, cuya vigencia se mantiene, sobre todo, ante el acoso que sufre en muchos rincones del continente el sistema republicano de gobierno. Será orador en esta ocasión el politólogo e internacionalista venezolano-panameño, Luis Eduardo Martínez.

Un programa cultural, encaminado a la edificación ciudadana, forma parte de la sesión, la cual se llevará a cabo en el Museo de la Plaza Mayor de Panamá la Vieja, a partir de las seis de la tarde (6:00 PM).

El autor es politólogo e historiador, director de la Maestría en Asuntos Internacionales en Florida State University, Panamá y presidente de la Sociedad Bolivariana de Panamá. 


Posts relacionados:

Tomás Herrera: El primer presidente de Panamá

Bolívar y el Derecho Internacional

El Congreso de Panamá de 1826

 


 

One Response to "El discurso de Angostura"

  1. Pingback: La Batalla de Pichincha - PCNPost

Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora