Las autoridades sanitarias de Estados Unidos están controlando la evolución de 1.000 personas que podrían haber sido expuestas a enfermos de sarampión en el estado de Arizona, que este fin de semana acoge a un millón de aficionados del Super Bowl de fútbol americano.

El Departamento de Salud Pública de Arizona (suroeste) recomendó que tanto niños como adultos que hayan estado en contacto con personas contagiadas, y que no hayan sido vacunados contra el sarampión, permanezcan 21 días aislados en sus casas para evitar la propagación del virus, según un comunicado. Los médicos han ofrecido a las personas bajo vigilancia dosis de inmunoglubina, que rebajarían los síntomas del virus si se administran en los seis días del período de incubación.

El sarampión se transmite por contacto directo y provoca erupciones rojas en la piel, además de fiebre y debilitamiento general. Los casos más graves pueden producir neumonía e inflamación del cerebro (encefalitis), poniendo en peligro la vida del paciente.

Las autoridades de Arizona hicieron estas recomendaciones unos días antes de que su capital, Phoenix, reciba a un millón de aficionados ávidos por vivir el Super Bowl, el partido de final de campeonato de fútbol americano que enfrentará a los Seattle Seahawks y los New England Patriots, y participar en los conciertos y actividades callejeras relacionados con este evento deportivo. “Estamos en un punto crítico de este brote”, señaló el director del Departamento de Salud Pública de Arizona, Will Humble, en una carta colgada el miércoles en su blog. “Si el sistema y los médicos son capaces de identificar cada caso susceptible y aislarlo, tenemos una oportunidad de frenar este brote”, afirmó.

Cuatro de los enfermos diagnosticados en Arizona son miembros de una misma familia no vacunada que estuvo en el parque de atracciones Disneyland de Anaheim, en el sureste de Los Ángeles, donde se localizó un foco que infectó a la mayoría de los 79 casos detectados en California desde diciembre. Uno de los menores de esta familia visitó varios dispensarios en su estado y pudo exponer el virus a 18 niños, la mayoría de menos de un año. Otra mujer diagnosticada podría haber contagiado a 195 niños, mientras que un hombre que estuvo en contacto con la familia de Disneyland podría haber propagado el virus en distintos espacios públicos.

En los últimos años ha tomado fuerza un movimiento en contra de las vacunas en Estados Unidos, donde los defensores señalan que la variedad de dosis que reciben los bebés y niños de corta edad podría estar relacionada con un aumento de casos de autismo. (AFP)