Por: Eder Ojeda Carranza.

En Colombia la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), es una agencia constructora de paz, la cual lleva catorce años trabajando sobre lo construido, en el años 2003, se creó el programa de reincorporación a la vida civil, luego en el 2006, se estipulo la alta consejería para la reincorporación, convirtiéndose en el 2016 en una ACR.

Según la Agencia Colombiana para la Reintegración, desde el 2003 al 2016, la población que ingreso a la agencia fue de 49.956, equivalente al 85%, mientras que se desmovilizaron 58.765, equivalente al 100% de los cuales no ingresaron a la agencia 8.809, equivalente al 15%, debido a que la población en proceso es de 15.043 (25,6%), debido a que la población que culmino el proceso fue de 15.478 (26,3%), ya que el enfoque estipulado por la agencia es buscar que personas que dejen las armas puedan obtener, desarrollar o potenciar las habilidades y competencias individuales y colectivas necesarias para superar su situación de vulnerabilidad y ejercer autónomamente su ciudadanía. Por lo que es un proceso de tiempo limitado sujeto a cumplimento y con esquemas de seguimiento.

Bogota, Colombia, julio 15, 2016. / AFP PHOTO / Luis Acosta

La Agencia actualmente cuenta con 34 oficinas regionales y 28 grupos territoriales en todo el país, sin embargo el 76% de los participantes en el proceso de reintegración se mantiene en la legalidad (Universidad de Columbia, 2014). Mientras que la proporción de fallecimientos en la población desmovilizada que ingresó al proceso es tres veces menor que en la población desmovilizada que no lo hizo; el 90% de las personas que ingresan al proceso llegan con algún tipo de afectación psicosocial, por lo que el 93% de las personas en el proceso superan esa situación.

Además el 73% se encuentran en el proceso están ocupadas, de los cuales el 70% está en un trabajo informal, solo el 30% en uno formal, lo que indica que es difícil conseguir un empleo para los desmovilizados, complicando la situación a la vida normal de un ciudadano, aunque existen 650 empresas vinculadas directamente con esta población de acuerdo a lo informado por parte de la agencia, sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda de empleos de la población, razón por la que el estado debe garantizar el derecho a un trabajo digno.

Sin embargo, 21.875 personas han aprobaron básica primaria, y 8.064 han certificaron básica secundaria, el 14.967 participantes son bachilleres y 2763 han accedido a la educación superior, lo cual indica que una minoría de la totalidad simplemente han ido a una universidad, aunque el 90% de los participantes considera que su calidad de vida ha mejorado en comparación al tiempo en que pertenecía al grupo armado ilegal, debido a que el 82% se encuentra afiliado al sistema de seguridad social, de los cuales el 37,6% está en el régimen contributivo y el 62,4% en el régimen subsidiario, lo que indica que son reconocidos por el estado colombiano en el sistema de salud.

No obstante, hay que decir que si bien se han realizado esfuerzos importantes para mejorar las condiciones de vida de los reinsertados, aún hace falta más inversión social para este sector de la población vulnerables, que cada vez se incrementa por causa del conflicto armado que ha vivido el país, por lo que se espera que los países a nivel internacional apoyen a Colombia con recursos para avanzar hacia una paz estable y duradera en el continente americano.