Ninguno de los 34 experimentos clínicos con finasterida, un fármaco muy popular para combatir la calvicie, provee datos suficientes sobre los posibles efectos secundarios en la sexualidad de sus consumidores, según un estudio publicado el miércoles.
“Los pacientes y los médicos que lo prescriben suponen que este medicamento no conlleva peligros, pero la verdad es que no hay suficiente información para estar seguros de ello”, explica Steven Belknap, profesor adjunto de dermatología en la Universidad Northwestern en Chicago (Illinois, norte) y principal autor de la investigación.
El estudio -publicado en el Journal of the American Medical Association, Dermatology (JAMA)- despierta interrogantes sobre la inocuidad de este fármaco antiandrogénico, conocido como finasterida y comercializado bajo nombres como Propecia y Proscar.
Aprobada en 1992, la finasterida combate la calvicie interfiriendo con la testosterona. El gigante farmacéutico Merck lista entre sus efectos secundarios frecuentes la reducción de la líbido, la impotencia y problemas para eyacular, entre otros.
No obstante, el estudio de Belknap y su equipo señala que estos efectos secundarios aún no han sido adecuadamente estudiados. “Ninguno de los 34 experimentos clínicos publicados provee información adecuada sobre la severidad, frecuencia o reversibilidad de los efectos secundarios en la sexualidad”, señala el texto.
Esto deja interrogantes sobre el verdadero riesgo de sufrir efectos secundarios sexuales, cuánto pueden durar, cuán severos pueden ser y si la función sexual puede volver a la normalidad después de que se ha dejado de tomar el medicamento.
La mayoría de los estudios existentes basan sus conclusiones sobre la seguridad del fármaco tras una ingesta de un año, cuando cerca de un tercio de los hombres que lo toman lo hacen durante un período mayor. “¿Se obtuvo esta información pero no fue incluida en los artículos publicados? ¿O bien estos experimentos clínicos se hicieron de una forma tal que no capturan estos datos básicos?”, cuestionó Belknap. “Y, sobre todo: ¿Es aceptable la relación riesgo/beneficio de la finasterida?”.
El estudio liderado por Belknap se basó en un meta-análisis que incluyó los datos de más de 5.700 hombres que tomaron finasterida, un fármaco que inicialmente fue desarrollado para tratar el agrandamiento de la próstata.
Merck respondió que “ha conducido experimentos clínicos bien diseñados y apoya sus resultados, los cuales fueron enviados a la FDA (la agencia estadounidense que regula los medicamentos) y otras oficinas regulatorias del mundo”, según un comunicado de la farmacéutica enviado a la AFP. (AFP)
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