Donald Trump choca con la ola latina en EEUU

Primero fueron Univisión y NBC. Les siguieron Shakira y América Ferrera. Desde que cargó contra los mexicanos, el magnate estadounidense Donald Trump sigue cosechando rechazos y poniendo nervioso a su partido Republicano, ávido de votos latinos.

El fenómeno Trump “crea una agitación interna” en el partido Republicano, que controla el Congreso pero no ha puesto pie en la Casa Blanca en ocho años, dijo a la AFP Susan McManus, profesora de la Universidad del Sur de Florida.

Al anunciar su inclusión a la carrera presidencial de 2016 a mediados de junio en las filas del partido que rechaza la reforma migratoria, Trump describió a los mexicanos que entran ilegalmente al país como narcotraficantes, criminales y violadores.

“Cuando México envía a su gente, no envía a la mejor”, dijo el extravagante magnate de 69 años. “Están trayendo drogas, crimen y a sus violadores”.

Su solución: construir una muralla y forzar a México a financiarla.

Los comentarios tenían la marca de “El Donald”, el hábil empresario de la construcción y showman conocido por escandalosas declaraciones que suelen recibir la burla o la indiferencia de la clase política de Washington.

Pero pocas personas reían y pronto llegaron airadas críticas y deserciones.

En México, el gobierno rechazó las “prejuiciosas y absurdas” declaraciones y los más molestos pueden saciar su indignación golpeando piñatas con la imagen del millonario.

Univision, la cadena líder entre los latinos y una de las más vistas en Estados Unidos, rompió con la organización Miss Universo de Trump, y el magnate también perdió negocios con la televisora NBC y las tiendas Macy’s.

Además, México, Costa Rica y Panamá no enviarán representante al Miss Universo, y Bogotá declinó su candidatura para alojar el concurso.

Pegado a la frente:

Muchos están “realmente indignados por lo que parecen comentarios muy inapropiados, particularmente cuando los republicanos tratan de atrapar más votos hispanos”, apuntó McManus.

Más de 70% de los latinos votaron por el demócrata Barack Obama en 2012 y el partido Republicano tiene problemas para atraer a ese grupo y otras minorías, en parte por su rotunda objeción a la reforma migratoria promovida por el mandatario.

Hasta el momento, Trump no parece afectado por la diatriba y al contrario está en segundo lugar en la carrera a las primarias republicanas, según encuestas, lo que aumenta sus posibilidades de aparecer en los primeros debates televisados en agosto.

La estrategia parece enfocada en aupar a la base tradicional del partido, es decir el electorado blanco y conservador que domina las primarias, y donde el sentimiento antiinmigratorio tiene mayor eco, a diferencia de la elección general, más ubicada en el centro del espectro de votantes.

Pero en una campaña electoral seguida al minuto por los medios, organizaciones civiles y por las redes sociales, todo lo que los candidatos digan estará “pegado a su frente durante toda la carrera hasta el día de la elección”, apuntó McManus.

Por ahora, las voces del descontento continúan, incluyendo artistas y personalidades hispanas.

La actual Miss Universo, la colombiana Paulina Vega, consideró “injustos e hirientes” los comentarios, pero este lunes descartó renunciar a la corona luego que Trump la llamara “hipócrita” por sus críticas.

El actor chileno Cristian de la Fuente, que rechazó animar en español el concurso Miss USA, también de Trump, increpó al magnate a que sea “macho” y pida disculpas, y la cantante colombiana Shakira lo tildó de “racista”.

Accidente vial:

En otro tono, la actriz de origen hondureño América Ferrera, estrella de la serie televisiva “Ugly Betty”, dio un paso más y agradeció irónicamente a Trump por activar el “llamado a la movilización” de los latinos, que históricamente votan en menor proporción que otros grupos.

“Te silenciaremos en las urnas. Votaremos y usaremos nuestra creciente posición en la política estadounidense”, añadió la actriz ganadora de un Globo de Oro.

Expertos señalan que tras algunas semanas de escándalo, el humo de las declaraciones podría disiparse, pero aún así en el partido republicano suenan voces de preocupación.

Los comentarios de Trump “no ayudan” al partido Republicano, dijo su presidente Reince Priebus en declaraciones repetidas por algunos candidatos.

Son “no solo ofensivos e inexactos, sino también divisivos”, dijo el senador de origen cubano Marco Rubio, y “no representan al partido Republicano y sus valores”, según el exgobernador Jeb Bush, cuya esposa es mexicana.

Sin embargo, algunos lo han defendido, como el senador Ted Cruz, un crítico rotundo de la reforma migratoria, quien “saludó” a Trump por enfocarse en la seguridad fronteriza.

“Donald Trump es como ver un accidente vial. Todos se detienen a ver el desastre y Trump cree que eso es entretenimiento”, dijo el exportavoz del presidente George W. Bush, Ari Fleischer.

“Pero aspirar a ser presidente es serio y el riesgo para el partido es que empañe a todos”, señaló al sitio Politico. (AFP)