Por: Mario De La Puente.
La dinámica del turismo de la salud es uno de los que presenta un mayor nivel de crecimiento a nivel global. Según la firma McKinsey (2010), aproximadamente 46 % de los turistas a nivel mundial reciben tratamientos médicos en el extranjero, con lo que se transforman en turistas de salud.
Cada vez es mayor la conciencia de los turistas internacionales, y de la población en general, sobre la necesidad de conservar un buen estado de salud, debido a mayores campañas públicas (propagandas en televisión, radio, medios impresos e internet que advierten sobre los riesgos de fumar, ingerir bebidas alcohólicas, no hacer ejercicio, manejar altos niveles de estrés, no tener un estabilidad emocional, así como campañas para realizar actividad física, donar sangre, entre otros), y campañas privadas (mercadeo y publicidad de productos adelgazantes, comida y bebidas con menor contenido calórico, paquetes fitness para ir al gimnasio, paquetes turísticos para salir de la rutina y el estrés) que incentivan a una mayor cantidad de personas preservar y mejorar su estado de salud. Este reciente culto al cuerpo y la necesidad de combatir enfermedades mentales y emocionales es el resultado de un desarrollo complejo del concepto de la medicina (Hshie, 2012).
En los años cincuenta y sesenta los tratamiento médicos eran principalmente de índole curativo, es decir, no existía una costumbre arraigada en la sociedad (al menos en la occidental) de realizarse chequeos médicos periódicos para evitar la aparición de condiciones médicas desfavorables o enfermedades.
En los años ochenta, el diagnóstico a partir de las visitas periódicas al médico aumentó los diagnósticos preventivos, y esta situación se incrementó en los noventa. La llegada del nuevo milenio trajo consigo una mayor reflexión acerca de los chequeos médicos, principalmente en países desarrollados donde los individuos buscan preservar su salud.
También, con la masificación de los medios de comunicación, comenzó a penetrar en la sociedad occidental la idea de buscar tratamientos naturales alternativos y holísticos que mejoren su calidad de vida y les permitan disminuir la utilización de medicamentos con componentes químicos. Esta situación llevó a que el campo de los servicios de salud se amplíe en cuatro grandes categorías de servicios:
- Medicina curativa: busca eliminar una enfermedad o condición médica desfavorable preexistente y tratar una condición médica específica, promoviendo la buena salud de las personas. Los tratamientos y procedimientos más sobresalientes son el manejo de artritis, dolores crónicos, trasplantes, cirugía vascular, entre otros.
- Medicina preventiva: busca prevenir futuras apariciones de enfermedades, optimizando la salud a través de transiciones. Los tratamientos más sobresalientes son los chequeos ejecutivos, tratamientos de traumatologías ortopédicas de baja complejidad, entre otros.
- Medicina estética: busca la satisfacción de la apariencia física. Los tratamientos más sobresalientes son las cirugías plásticas con fines estéticos (mamoplastia, rinoplastia y liposucción, tratamientos odontológicos, acné y soluciones a desórdenes de pigmento, tratamiento de belleza alternativo, botox).
- Bienestar (Inspired wellness): busca la satisfacción emocional de los pacientes a través del énfasis social, espiritual y físico/ ambiental. Este campo se ha desarrollado a partir de la necesidad del manejo del estrés y el sobrepeso. Los tratamientos más sobresalientes son la exploración por medio de la meditación, talleres de nutrición, programas de bienestar para toda la familia, talleres de estilo de vida.
Según el informe sobre turismo médico de la firma Manpower (2014), los ingresos provenientes de los turistas de salud en la categoría de bienestar es de US$67.9 mil millones; en la categoría de medicina preventiva es de US$2.9 mil millones; en la categoría de medicina estética son aproximadamente US$3.2 mil millones, mientras que en la categoría de medicina curativa los ingresos son de US$9.7 mil millones.
Esto arroja un total de US$83.7 mil millones del cual 81.12 % pertenece al rubro de turismo de bienestar, es decir, turistas de salud que optan por tratamientos de relajación que involucran spa, contacto cercano con la naturaleza, la aplicación de medicina alternativa, natural y sin compuestos químicos.
Por otro lado, en materia de costos, según la firma McKinsey (2010), existe una importante diferencia en la estructura de costos entre la categoría de medicina curativa y preventiva y la medicina estética a nivel global, lo cual se puede evidenciar en los dos siguientes gráficos elaborados a partir de los datos del informe de Turismo de Salud de la firma McKinsey (2012).
Se puede apreciar la diferencia estructural en materia de costos para las tres principales categorías del turismo de salud. La estructura de costos para la medicina preventiva y curativa es relativamenteequitativa, exceptuando los honorarios médicos; para la categoría demedicina de bienestar casi la totalidad de los costos de los servicios se concentra en los honorarios médicos.
Esta situación se debe a la complejidad y escasez de la oferta de servicios especializados certificados.Mientras existe una relativa abundancia de personal profesional que ofrece servicios médicos tradicionales curativos y preventivos, los profesionales de la medicina estética y de bienestar alternativo de reputación son escasos y no se posee tanta información como de los médicos tradicionales.
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