El Gobierno de Raúl Castro calificó de “justa” la decisión del presidente de EEUU, Barack Obama, de excluir a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo.
“El Gobierno de Cuba reconoce la justa decisión tomada por el presidente de los Estados Unidos de eliminar a Cuba de una lista en la que nunca debió ser incluida”, señaló el martes en una declaración la directora general de EEUU del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, Josefina Vidal.
“Como el Gobierno cubano ha reiterado en múltiples ocasiones, Cuba rechaza y condena todos los actos de terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, así como cualquier acción que tenga por objeto alentar, apoyar, financiar o encubrir actos terroristas”, añadió la declaración, leída en el noticiero de televisión.
Subrayó que “mediante esta acción, el presidente Obama ha decidido excluir a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional y notificar a estos efectos al Congreso de EEUU, el cual tendrá un plazo de 45 días para pronunciarse”.
En ese período, el Congreso, dominado por los adversarios republicanos de Obama, puede bloquear medidas con una resolución bicameral.
La declaración de la cancillería recordó que la isla “ha sido víctima de centenares de actos terroristas”, que han costado la vida a 3.478 personas y han incapacitado a 2.099 ciudadanos cubanos.
La noticia de que Obama dio la luz verde para el retiro de La Habana de esa lista fue divulgada por la tarde por los medios digitales cubanos y por la televisión multiestatal Telesur, que transmite en señal abierta en la isla.
La inclusión en esa lista desde 1982 era considerada por La Habana una maniobra de Washington para justificar el embargo que mantiene contra Cuba desde 1962, y es un paso clave en el proceso de normalización de las relaciones entre los dos países, que Obama y Castro iniciaron en diciembre, tras medio siglo de enemistad.
Raúl Castro, quien sostuvo el sábado una histórica reunión con Obama en Panamá en el marco de la Cumbre de las Américas, dijo ese mismo día en su discurso que apreciaba “como un paso positivo” la declaración de su par estadounidense de que decidiría “rápidamente sobre la presencia de Cuba” en esa lista.
La inclusión en la lista implica una serie de sanciones contra Cuba, como restricción a todo tipo de asistencia por parte de EEUU -incluso a través de organismos internacionales-, a la compra de armas, y al acceso a los mercados financieros internacionales. (AFP)
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