Por: Cristina Calderón.
A partir del crecimiento acelerado de las ciudades a nivel mundial, y su cada vez mayor poder económico, hay quienes dicen que la era de los países ya pasó y que ha empezado una era de las ciudades. Hoy en día, las urbes diseñan sus propias políticas exteriores, intercambian bienes y servicios con otras ciudades, y crean pactos para compartir información que las beneficie mutuamente.
Dentro de esta nueva dinámica en el comercio y la política mundial, las ciudades puerto se han convertido en las protagonistas. Gran parte de los intercambios comerciales aún se realizan por vía marítima y los puertos son la conexión entre las redes de producción y la distribución, convirtiendo a las ciudades costeras en lugares con dinámicas estratégicas y económicas de gran potencial.
Las ciudades puerto no solo son espacios de intercambio económico, sino también cultural y social. Por su naturaleza, estas ciudades son ricas en cultura y gastronomía y, por su continuo flujo de mercancías, son espacios que se encuentran en eterna transformación. Además de esto, al contar con bahías y costas se han convertido en importantes activos ambientales para los países. Por esta razón la explotación sostenible del mar que rodea a la ciudad es de vital importancia, y este recurso debe ser protegido y mantenido para que pueda ser aprovechado por generaciones futuras.
Es importante tener en cuenta que, a pesar de los beneficios de tener un puerto en la ciudad, también existen efectos negativos, especialmente sobre el uso del espacio físico y del medio ambiente. A fin de lograr un balance positivo, resulta clave planificar y construir ciudades con una visión integral que permita una cooperación eficiente entre el puerto y la ciudad, y que convierta al puerto en un motor de crecimiento económico y de competitividad para todos los ciudadanos.
En el contexto de la creciente influencia e importancia que han adquirido las ciudades puerto, ICES, Findeter y la Universidad de Cantabria realizaron hace unos días el Foro ‘Modelos de integración urbana en ciudades puerto: sinergias para el desarrollo sostenible y competitivo’ en la ciudad de Cartagena de Indias, uno de los puertos más importantes y dinámicos del Caribe. El evento contó con la presencia de panelistas nacionales e internacionales quienes discutieron la importancia de las ciudades puerto en diferentes contextos para convertirlas en urbes sostenibles y competitivas en el mundo globalizado en el que vivimos.
El evento ocurrió tan solo unos días después del terremoto de 7.8 grados que sacudió la costa de Ecuador y destruyó ciudades como Portoviejo, convirtiéndose en una oportunidad para discutir cómo las ciudades puerto pueden hacer frente a los efectos del cambio climático y los desastres naturales, siendo estas urbes las más afectadas por estos fenómenos al estar en contacto directo con cuerpos de agua como mares y ríos.
A continuación, algunas de las reflexiones de Ellis J. Juan, Coordinador General de ICES, en el marco de este evento:
- En toda ciudad portuaria, el puerto debe estar al centro del proceso de planificación. Existe una compleja relación entre una ciudad y su puerto, y la expansión de las ciudades ha llevado a una separación entre estos dos elementos. En un próximo artículo de esta serie, les compartiremos los highlights de la presentación de Rinio Bruttomesso, Director del Comité Científico de RETE (asociación internacional para la colaboración entre puertos y ciudades) sobre las claves y ejemplos de cómo lograr la convivencia entre los puertos y las ciudades en las que se encuentran.
- La sostenibilidad de una ciudad portuaria reside en su capacidad de generar empleo y competitividad para las generaciones futuras. Para lograr que los puertos tengan un crecimiento sostenible y sean competitivos hacen falta soluciones innovadoras que sean pensadas y llevadas a cabo por equipos multisectoriales y que entiendan las necesidades del puerto y de la ciudad. En un próximo artículo, les compartiremos los highlights de la presentación de Ibón Areso, ex alcalde de Bilbao, España, sobre la transformación de esta ciudad portuaria de una ciudad industrial a una ciudad sostenible.
- Las ciudades que viven de cara al agua tienen una inmensa oportunidad y compromiso para preservar este activo. Tal es el caso de la ciudad de Rosario, Argentina, una ciudad que vivía de espaldas al Río Paraná y que en los últimos 20 años emprendió un proceso de recuperación de su frente costero, ampliando significativamente la oferta de espacios públicos de la ciudad. Descarga la nota técnica sobre este caso aquí.
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