Completar las migraciones es clave para sobrevivir en la Amazonía

Por: Carlos Cañas y Guido Miranda.

No importa el tamaño ni la distancia: completar las migraciones es clave para sobrevivir en la Amazonía. 


La migración es una característica fundamental de los peces de la Amazonía. Muchos de ellos migran en busca de las condiciones óptimas para desarrollar sus funciones vitales, como la reproducción. Estas migraciones pueden cubrir grandes extensiones de la cuenca, como también pueden darse al interior de una sola, en ambos casos el objetivo es el mismo: alcanzar las zonas de reproducción sin importar el esfuerzo que esto implique.

Son estos momentos del desplazamiento de grandes cardúmenes los que permiten el desarrollo de la pesquería en las diferentes zonas de la cuenca, lo cual hace que estas especies sean importantes para la economía familiar y la seguridad alimentaria de las poblaciones humanas de la Amazonía.


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Si las migraciones del salmón y de las anguilas son sorprendentes, en la Amazonía existen dos especies cuya sobrevivencia depende de las migraciones con desplazamientos extraordinarios, no solo por las extensas distancias que recorren, sino también por el esfuerzo que despliegan. El chipi chipi (Trichomycterus barbouri) y el dorado (Brachyplatystoma rouseauxii) son dos magníficos bagres migratorios, que dependen de condiciones críticas que deben existir y mantenerse en los ríos amazónicos: la conectividad y las condiciones naturales hidrológicas.

Científicos de Wildlife Conservation Society (WCS) han documentado dos extraordinarias migraciones, una al pie de los Andes, en la cuenca del río Beni en Bolivia, y otra que abarca toda la cuenca del río Amazonas. El chipi chipi (Trichomycterus barbouri), un diminuto bagre cuyo nombre en lengua tacana significa “muy pequeño”, de apenas 33 milímetros y 0,38 gramos, logra la proeza de nadar a contracorriente más de 370 km por el río Beni durante 30 días, lo cual lo convierte en el pez de agua dulce que mayor esfuerzo realiza durante su viaje. La travesía va desde la planicie inundable del río Beni hasta el piedemonte andino, más arriba de la confluencia de los ríos Kaka y Alto Beni, una zona de rápidos que obliga a los cardúmenes de chipi chipis a “escalar” por las rocas sujetándose a ellas con sus minúsculos dientes.

Guido Miranda Chumacero, ictiólogo de WCS Bolivia, estableció una red de observadores a lo largo del río Beni para poder identificar rutas y tiempos de migración, y llevar un registro fotográfico y de video de esta travesía. La migración del chipi chipi es un ejemplo de las maravillas que guarda el norte del Departamento de La Paz, una de las regiones más biodiversas del planeta.

WCS también ha logrado mapear los extensos movimientos del dorado en la cuenca amazónica, un bagre amazónico que alcanza 1,5 m de largo y hasta 45 kg de peso. Los resultados revelaron que esta especie migra anualmente desde el estuario amazónico, en la desembocadura del río Amazonas en el océano Atlántico, hasta las cabeceras, ubicadas en el piedemonte andino, donde se encuentran las áreas de desove. Este estudio también confirmó que otras dos especies de grandes bagres (B. platynemum, y B. juruense) hacen el mismo recorrido.

El dorado tiene el récord de migración de peces de agua dulce más larga del mundo, un épico viaje de aproximadamente 11 mil kilómetros, que abarca toda la cuenca amazónica. “Esta es la primera vez que una investigación científica ha integrado el conocimiento de todas las migraciones de esta especie”, dijo el principal autor del estudio Ronaldo Barthem del Museu Paraense Emilio Goeldi de Brasil. “Estos hallazgos son de gran utilidad para informar estrategias de manejo efectivas para estos peces, algunos de los cuales son importantes para las pesquerías comerciales en la región”.

Estas asombrosas migraciones de la Amazonía pueden verse afectadas si no son consideradas por proyectos de infraestructura, energía, y minería. La deforestación en las cabeceras de la cuenca amazónica también pone en peligro los ecosistemas acuáticos y su biodiversidad. EFE


Carlos Cañas es coordinador de Aguas Amazonicas de WCS y Guido Miranda es coordinador de Manejo de Vida Silvestre de WCS.


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