¿Cómo entender Cuba en tres días? 

 Por: Marianela González.

Oficial de Prensa y Communicación para Oxfam en Cuba.

Oxfam logoUna visitante promedio viaja a La Habana por tres días. El país que se lleve en la maleta, a la vuelta, será muy diferente del que lleven otros. Cuba es un país de entrelíneas, y en los últimos meses, nuevas circunstancias desafían el intelecto de cualquiera que intente entender.

La “Cuba del cambio” no es un hashtag. La agenda pública, la que habita en los transportes públicos o en la mesa familiar, es hoy un hervidero de preguntas: ¿qué oportunidades ofrece el proceso de cambios?, ¿dejamos de ser “iguales” frente a esas oportunidades?, ¿qué significa que la economía haya crecido apenas un 1% en el último período?, ¿cómo convertir en políticas públicas nuestras mejores ideas?, ¿qué significan el nuevo marco de relaciones con los Estados Unidos y los recientes cambios de gobierno en otros países del continente? En la Isla, la discusión sobre “alta política” es tan común como las fichas sobre una mesa de dominó. Todas y todos aportan. Y cualquiera puede hacer el cuento.

Cuando aterrizó en pleno calor de julio en La Habana, Winnie Byanyima no era una viajera promedio. Y quienes le harían “el cuento” son actores clave en esas agendas.

Como directora ejecutiva de Oxfam Internacional, ella quería entender Cuba, pero terminaría entendiéndola mejor desde su otro equipaje: “soy una mujer africana”, se presenta. Difícil no absorber así las infinitas texturas de este país. Incluso en tres días.

Una mirada a las brechas de equidad en Cuba:

“Nada es más poderoso para combatir la desigualdad que la educación y la salud universales, como bien saben aquí”, compartió con economistas y analistas sociales en la sede de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba. La asociación irradia el territorio y tiene entre sus roles acompañar y asesorar las reformas económicas en curso desde 2008 en la Isla.

En Cuba, Byanyima supo que el acceso a las oportunidades generadas por esas reformas ha hecho notar brechas de equidad que no estaban instaladas en la conciencia de las cubanas y los cubanos. Desde 1959, la Revolución ha ofrecido cobertura universal de salud, educación y acceso a la cultura, entre otras; pero la diferencia en los puntos de partida no siempre fue considerada en la formulación de esas políticas. Y no lo está tampoco en la implementación de las actuales reformas.

Para Oxfam, dijo, “Cuba sigue siendo un modelo de sociedad equitativa. Baste mirar el IDH y hacer una comparación rápida con otros países de la región. Pero ahí donde las cubanas y los cubanos perciben brechas, habrá un acompañamiento posible de Oxfam. Aprendemos de Cuba, aportamos a Cuba”.

“En la lucha contra las desigualdades en el mundo, necesitamos voces que se escuchen desde el Sur”, apuntó.

Las mujeres en Cuba tienen una agenda poderosa:

“Hay voces muy poderosas de mujeres y organizaciones en Cuba que luchan por que la prevención de la violencia contra las mujeres sea una política de Estado. Son mujeres que se conocen porque trabajan juntas. Mujeres que confían en que Oxfam las acompaña”, comparte.

Durante más de tres horas, Winnie compartió con estas mujeres, supo cómo se articulan para pensar y hacer campaña por desnaturalizar la violencia, y conoció los testimonios de mujeres sobrevivientes en el documental: Estoy viva…y lo voy a contar, producido por el proyecto Palomas, un grupo de artistas audiovisuales al servicio del activismo social.

“Es un documental muy poderoso. Me he sentido muy conmovida e inspirada por las historias de estas mujeres. Espero que Oxfam lo use no solo para mover la agenda en Cuba, sino también, en otros países –dijo- Las luchas de las mujeres se conectan más allá de las fronteras”.

Entre otras muchas acciones que han nacido de la articulación entre estas mujeres, hay una que capta especialmente la atención de Byanyima: el Espacio Feminista Berta Cáceres.

“Las agendas de las mujeres tienen conexiones más allá de las fronteras y las geografías. Antes de llegar a Cuba, estuve en Honduras con la familia de Berta, esa mujer luchadora a quien acaban de asesinar. Saber que existe aquí este espacio con su nombre, me conmueve y me inspira. Las mujeres de Latinoamérica y el Caribe han creado una sororidad regional extremadamente poderosa”.

Un país en la maleta:

“He visto que las cubanas y los cubanos son protagonistas de su propio viaje. Como Oxfam, solo podemos acompañarles y aportar a sus discusiones, a sus agendas. El camino tendrá el ritmo, los tiempos y las formas que ellas y ellos decidan. Pero podemos aportar a un mejor entendimiento, fuera de Cuba, sobre el momento crucial que están viviendo” –dijo. Para Byanyima, es crucial que Oxfam pueda visibilizar ese potencial transformador de las cubanas y los cubanos en espacios fuera de la Isla, así como influir en las barreras que hoy ponen límites a ese potencial. Sobre todo, el embargo económico y financiero de los Estados Unidos. “Durante más de 20 años, Oxfam ha caminado junto a este país de una manera visionaria y comprometida. Podemos caminar juntos y juntas mucho más. Me llevo esa inspiración”.


Oxfam trabaja en Cuba desde 1993 a través de socios locales que apoyan planes de desarrollo justos y sostenibles. Acompaña a gobiernos locales, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, instituciones académicas y comunidades para fortalecer y apoyar el desarrollo sustentable y equitativo para mujeres y hombres.


Nota publicada en Oxfam, reproducida en PCNPost con autorización


Imagen de página principal tomada del video: Estoy viva… lo voy a contar, Cine Cubano ICAIC


 

SOURCE: Oxfam

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