Las botas por encima de la rodilla y el calzado plano cerrado son algunas de las apuestas con la que las firmas Aquazzura y Roger Vivier han ampliado su repertorio de otoño-invierno presentado en la Semana de la Moda de París.
“Cuando empiezas, no puedes hacer tantas cosas”, explicó el colombiano Edgardo Osorio sobre los primeros pasos que consolidaron la marca Aquazzura en torno a un tacón que presumía de ser el más cómodo debido a un sistema especialmente concebido por un veterano artesano.
Tras la apertura de su primera tienda propia en octubre en Florencia, y a la espera de que le siga la segunda en Londres, Osorio se preguntó: “¿qué nos falta ofrecerle a esa mujer Aquazzura que no estamos haciendo?”.
Si al principio se dedicaba a lo que más le gustaba, el zapato para bailar toda la noche, este diseñador formado en Salvatore Ferragamo o Roberto Cavalli se ha aventurado ahora en unos botines planos con cordones, pero con “una horma más suave y menos pesada” que la habitual de este calzado casi campestre.
Tal es su interés por abarcar todos los momentos de la vida de sus clientas -a las que se ha dedicado a seguir en la red social Instagram para conocer sus necesidades- que ha diseñado incluso varias “moon boots”, o lo que es lo mismo, unas enormes botas forradas de borreguito para el rigor del invierno.
En la otra punta del espectro se encuentra su delicado calzado de noche, como las sandalias a las que ha aplicado la réplica de unos pendientes antiguos, o las botas de caña alta completamente recubiertas de plumas de faisán.
“Tiñen las plumas y las ponen una a una, se demoran un poquito más de dos días en hacer un par”, contó Osorio sobre el modelo que eleva la horquilla de precios hasta los 3.000 euros (unos 2.770 dólares), desde los casi 500 euros (alrededor de 460 dólares) del más barato.
Las botas por encima de la rodilla, que en Francia llaman “cuissardes” porque recubren el muslo (cuisse, en francés), son una de las entradas más fuertes del invierno, como Dior se encargó de recordar este viernes.
En Aquazzura, son en terciopelo azul o anudadas con inmensos cordones, mientras que en la histórica Roger Vivier son en ante.
La firma del zapatero que calzó a la reina Isabel II de Inglaterra en su coronación en 1952 también amplió sus horizontes, aunque en este caso para dirigirse a un público más joven, al que dedicó botas de estética militar y motera, y un nuevo modelo de zapato cerrado plano de inspiración masculina.
Con la intención de atraer a una nueva clientela, el director creativo de Vivier, Bruno Frisoni, ha desarrollado bailarinas con estampados de estrellas o de manchas de pintura.
En esta estrategia de acercamiento al público, la marca ha decidido que su colección “Rendez-vous”, la gama más exclusiva de su producción, estará accesible en todas las tiendas y no será necesario pedir cita.
Frisoni ha cambiado de tamaño, material y color la emblemática hebilla que caracteriza a la casa -la original tiene forma rectangular y se asienta sobre la puntera del zapato- para ubicarla en el lado de un botín, como tirador de una cremallera o en un bolso arquitectónico.
Para el próximo otoño-invierno, Vivier también ha diseñado zapatos con tacón en forma de trompeta -estrecho en la parte superior y ancho en la inferior- y ha recubierto con una lluvia de pequeñas tachuelas doradas una parte de sus diseños en negro. (EFE)
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