Si América Latina quiere converger a los niveles de los países industrializados, debe crecer a tasas más altas y aumentar el nivel de inversión. Impulsar una transformación productiva es el nudo del desarrollo sostenible con inclusión social: Enrique García, presidente ejecutivo de CAF.

No es el que queremos tener, pero es el que podemos tener si queremos tener paz: María Ángela Holguín, Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia.

Archivo. Bogotá – 31 de agosto de 2015. Foto: Nelson Cárdenas – SIG

La aplicación plena del acuerdo de paz firmado entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC representa una “transformación” del país, dijo este jueves en Washington la ministra colombiana de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín.

El acuerdo no es apenas el cese (del fuego) y la dejación de las armas (…), sino también cómo podemos, como país, transformarnos porque lo que llevó a este conflicto e hizo que se mantenga tanto tiempo tiene que cambiar: María Ángela Holguín.

Al hablar durante la XX Conferencia de la Corporación Andina de Fomento (CAF), en la capital estadounidense, Holguín reafirmó que “el país tiene que transformarse. Cuando uno lee los acuerdos de paz, realmente es la transformación de muchos aspectos del país”.

Una de esas transformaciones fundamentales, apuntó la jefa de la diplomacia colombiana, se refiere al “desarrollo rural integral. Ahí nació la guerrilla, y para nadie es un secreto el abandono del campo colombiano”.

Los desafíos del acuerdo de paz:

Holguín participó de un panel dedicado a analizar los desafíos del acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC, y en el debate aseguró que la posibilidad de una paz duradera es una “oportunidad que hay que darle a la gente”.

Ante el llamado a los colombianos a votar si apoya o no el proceso, Holguín dijo que “los colombianos tenemos una cita con la historia”.

Para la canciller colombiana, la mayoría de las voces que se levantan contra el acuerdo de paz proviene de “gente que ha vivido relativamente la guerra, que no ha vivido la profundidad de la guerra”, como ocurre con las comunidades de las áreas rurales del país.

En tanto, el Fiscal General de Colombia, Néstor Martínez, buscó disipar cuestionamientos a los acuerdos de paz reforzando que “no han sido legalizados los patrimonios ilícitos” acumulados por las FARC, y por lo tanto no hay posibilidad de que sean utilizados en la actividad política.

En ese sentido, aseguró, el gobierno “tiene muy buena información” sobre dinero y recursos acumulados por las FARC.

Martínez dijo a periodistas que Colombia y Estados Unidos firmarán el 4 de octubre en Cartagena un acuerdo bilateral sobre recuperación de patrimonios ilícitos.

Ese acuerdo, manifestó Martínez, “viabiliza la participación de Estados Unidos en la persecución de patrimonios ilícitos”.

El acuerdo de paz es claro. El acuerdo no legaliza el patrimonio ilegal de las FARC, y por eso he dicho hoy que, como el patrimonio es ilícito y lo seguirá siendo, no se pueden realizar operaciones para darle apariencia de legalidad: Humberto Martinez.

Eso, añadió, implicaría una “modalidad de lavado de activos”.

A su vez, Alejandro Santos, director de la ONG Reconciliación Colombia, admitió que “pasar la página de la guerra no es una tarea fácil”, aunque añadió que los colombianos tienen la “ilusión colectiva” de que finalmente dejarán atrás un conflicto “que nos ha traumatizado por más de medio siglo”.

El gobierno colombiano y las FARC alcanzaron el 24 de agosto en La Habana, al fin de cuatro años de negociaciones, un acuerdo general para poner punto final a un conflicto armado que desangró al país durante medio siglo.

Este acuerdo será oficialmente firmado el 26 de septiembre y será sometido a un referendo popular previsto para el 2 de octubre. AFP