Por: Alina Dieste.
Si Colombia no aprovecha el acuerdo de paz con la guerrilla FARC para sustituir cultivos de coca, “puede ser sujeto de un conflicto grandísimo entre varios grupos criminales trasnacionales”, advirtió un delegado de la ONU en el país.
En una entrevista con la AFP, el representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Todd Howland, alertó sobre la preocupación de que “influencias trasnacionales” vinculadas al narcotráfico, entre las que mencionó cárteles brasileños y mexicanos, generen “más violencia a futuro”.
“Es importante aprovechar este momento donde hay miles y miles de cocaleros que tienen interés de cambiar”, dijo sobre la implementación del pacto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que contempla una solución al problema de las drogas ilícitas en el país, principal cultivador mundial de hoja de coca, base de la cocaína.
– Según la ONU, 127 activistas fueron asesinados en 2016 en Colombia, la mayoría en territorios con presencia de las FARC. ¿Por qué?
– Las causas son múltiples, pero están relacionadas con el proceso de paz. (En esas zonas) las FARC tuvieron influencia por décadas y de un día para otro están saliendo y el gobierno no puede crear los mismos lazos sociales, económicos y políticos en un día. Por eso, los grupos ilegales están más preparados para intentar ocupar estos espacios.
– ¿Quiénes matan a estos activistas?
– Grupos posparamilitares, criminales, guerrilleros como el ELN (Ejército de Liberación Nacional) o el EPL (Ejército Popular de Liberación), disidencias de las FARC. Varios actores por varias razones. Por ejemplo, un líder comunal de Catatumbo hablaba de que están bajo amenaza por impulsar la sustitución de coca (que promueve el gobierno). Esto está pasando con frecuencia.
– ¿Esta presión pone en peligro la paz?
– Es una gran amenaza. Los que cultivan coca, o están haciendo minería ilegal, son víctimas del conflicto y están buscando salir de la ilegalidad. Y si no hay una oportunidad para que la sociedad les dé una mano, se puede crear una repetición de la violencia. Hay un gran potencial para transformar la economía (al implementar el acuerdo), pero hay que dar una respuesta integral, rápida, no solamente del Estado sino de la sociedad.
– ¿Es posible en un país tan polarizado?
– Ha habido una división por el proceso de paz, pero es el momento de que los partidos piensen en las personas, en las víctimas, y en cómo trabajar en función de sus derechos (…) Pero sí, es difícil crear esta unidad.
– ¿Cuál es el principal reto?
– Cómo incluir en el sistema educativo, de salud, a las personas, las víctimas, que viven en los lugares (afectados por el conflicto). Primero, hay una necesidad de inversión en lugares alejados con menos votos. Esto va a ser bastante difícil porque deben prevalecer los derechos sobre los intereses políticos. Segundo, ya hay disidencias (de las FARC) que violaron los derechos de varias personas. Los retrasos en la implementación pueden motivar a miembros de las FARC a salir de sus filas y esto puede generar violencia.
– ¿Hay presiones regionales?
– Hoy día los crímenes son trasnacionales. Hay tráfico de personas, de drogas. Hay migraciones masivas que a veces también complican. Por eso es importante que el proceso de paz dé estabilidad a la región. Hay preocupación en uno de nuestros analistas, que indica que si el gobierno no aprovecha bien este momento para hacer sustitución (de cultivos de coca), Colombia puede ser sujeto de un conflicto grandísimo entre varios grupos criminales trasnacionales. Es importante ser consciente de estos peligros y de la importancia de tomar ventaja de esta oportunidad para evitar que estas influencias trasnacionales puedan violar la situación de derechos en el país.
– ¿Se refiere a cárteles mexicanos?
– Brasileños, mexicanos. Son cárteles muy poderosos. No es algo para no tomar en serio porque esto puede generar una violencia grandísima. Esta es la preocupación de uno de nuestros analistas que (ve) cómo esto puede, si no se supera, generar más violencia a futuro.
– ¿Son sobre todo presiones vinculadas al narcotráfico?
– Sí. Es importante aprovechar este momento donde hay miles y miles de cocaleros que tienen interés de cambiar (sus cultivos). Esto no va a terminar toda la coca en Colombia, pero se puede cambiar mucho. Y si no hay intereses ilegales, no habrá tanta violencia y los líderes no estarán afectados.
AFP
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