El choque de dos galaxias y su posterior fusión producen el material suficiente para alimentar y permitir el crecimiento de los agujeros negros, señala un estudio difundido en Santiago.
El estudio confirma las simulaciones desarrolladas por científicos alrededor del mundo y ofrece luces sobre la interacción entre los agujeros negros y su galaxia.
Conseguimos demostrar “cómo la galaxia puede dialogar, hablar con el agujero negro”, comentó Claudio Ricci, investigador del Instituto de Astrofísica de la Universidad Católica de Chile y líder del proyecto.
La investigación permitió “observar galaxias en diferentes etapas de choque y descubrimos que, por ejemplo, en las primeras etapas el material es normal y rodea el agujero negro como un cinturón, pero en las últimas etapas de la colisión es mucho más denso y cubre por completo el agujero negro”.
“La distribución del material es distinta y eso significa que es verdad: el choque puede provocar la caída del material hasta el agujero negro y ellos, a su vez, pueden crecer mucho en esas etapas en que quedan escondidos”, explica un comunicado difundido por los investigadores.
Para realizar las observaciones se utilizó el satélite Nustar de la NASA y el estudio aparecerá en la edición impresa de la revista científica Monthly Notices Royal Astronomical Society en los próximos meses. AFP
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