Por: Mario de la Puente.

Muchos de nosotros relacionamos a China como una gran fábrica que produce bienes y servicios para el mundo entero. Si bien muchas empresas consideran mudarse, tercerizar o subcontratar parte de su producción y servicios postventa a este país lo cierto es que la actual situación de incertidumbre en la actividad económica mundial sumado a la transición que poco a poco vive esta nación está haciendo que el sector terciario cobre cada vez más importancia con relación a su PIB.

Y es que cada vez hay más ciudadanos que exigen una mejor calidad y cobertura en los servicios educativos, sanitarios de intermediación en la adquisición de bienes, financieros y de consultoría para diversas finalidades que termina por crear, expandir y consolidar un mercado de grandes proporciones.

Para el caso de los servicios médico-turísticos, China se está convirtiendo en un jugador relevante en la región en materia de emisión de turistas en diversos países que ofrecen servicios y procedimientos médicos de alta calidad escasos en su país de origen. En ese sentido, los principales receptores regionales de pacientes chinos son Singapur, Malasia, Filipinas, Tailandia y en menor medida Corea del Sur.

En el caso singapurense, los chinos optan por someterse a procedimientos invasivos relacionados con el sistema circulatorio, respiratorio y oncológico debido a la altísima calidad en los procedimientos que ameritan el reconocimiento de la Joint Commission Internacional y organización de acreditación medica de calidad más importante del mundo.

Asimismo Corea del Sur es uno de los principales receptores de pacientes chinos en busca de operaciones de carácter estético como rinoplastia, implantes mamarios, liposucción debido a la altísima demanda en esta nación que ha promovido la sofisticación y atracción de talento humano (medios y enfermeras) especializado.

Por otro lado existen naciones como Filipinas, Tailandia y Malasia que optan por atraer pacientes regionales con una mayor restricción presupuestaria en la unidad de procedimiento, pero con la certeza que en muchos casos las visitas serán repetidas por concepto de sometimiento a procedimientos de mediana complejidad.

Sin embargo, las industrias regionales de turismo médico y de salud deben competir cada vez más por el rubro de mayor ingresos y la creciente clase media que busca opciones de intervención medico invasiva, no invasiva y de bienestar en otras latitudes y otras naciones como Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos.

Lo cierto es que como en otros mercados, el turismo de salud y medico se encuentra en un proceso interesante de expansión de su capacidad instalada debido a la creciente clase media que exige cada vez más procedimientos de mayor calidad a costa de un mayor gasto que fomenta un eslabonamiento productivo y genera divisas como resultado de la actividad de este sector no tradicional.

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