El presidente Sebastián Piñera confirmó este viernes que Chile será sede de la próxima reunión de la COP25, y manifestó que su país aspirará a alcanzar acuerdos que permitan un mayor control del cambio climático.
“Vamos a tener la tremenda responsabilidad de liderar y avanzar hacia un mejor control del cambio climático y del calentamiento global, siguiendo los avances que se lograron en la COP23 de París y en la COP24, de Katowice (Polonia)”, declaró Piñera en rueda de prensa.
La nominación de Chile fue aprobada justamente al cierre de la COP24, con el fin de reemplazar a Brasil que prefirió no albergarla aduciendo problemas financieros, mientras que Costa Rica, otro aspirante, retiró su candidatura en favor de la chilena.
La COP25 estaba planeada para efectuarse a fines del próximo año, pero Chile debe organizar en noviembre el Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico APEC-2019, por lo cual, Piñera estimó que la conferencia sobre cambio climático se realizaría en enero de 2020.
Durante la COP24 participaron representantes de unos 200 países con el fin de definir las reglas para aplicar el Acuerdo climático de París, destinado a frenar el calentamiento del planeta.
La 25º Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático se celebrará en Chile
La 25º Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático se celebrará en Chile a fines de 2019, según aprobaron el viernes los países de la COP24 que tiene lugar en la ciudad polaca de Katowice.
Chile reemplazará así a Brasil, que el mes pasado canceló sus planes para albergar esta cita internacional aduciendo problemas financieros y en plena transición con el futuro gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Paralelamente, Costa Rica, que también había mostrado su interés en ser la sede de la COP25 antes de retirar su candidatura y dejar el camino libre a Chile, organizará la pre-Cop, que suele organizarse varias semanas antes.
La ministra chilena de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, se felicitó de esta decisión y de que la conferencia “permanezca en la región”, definiendo la tarea como un “desafío enorme”.
La decisión fue tomada en las últimas horas de la COP24, en la que unos 200 países tratan de definir las reglas para aplicar el Acuerdo de París, destinado a frenar el calentamiento del planeta.
Pero las negociaciones siguen encalladas casi dos semanas después de su inicio, debido principalmente a los diferentes niveles de ambición de los países. Mientras los países en desarrollo exhortan a tomar acciones decisivas que permitan hacer frente a la urgencia climática señalada por los últimos informes científicos, otros, encabezados por Estados Unidos, defienden un acuerdo menos vinculante.
La COP24 también estuvo marcada por la incógnita de la futura política climática de Brasil bajo la presidencia de Bolsonaro, que durante la campaña electoral barajó la posibilidad de seguir los pasos de Donald Trump y retirar al país del Acuerdo de París de 2015.
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