Dos casos de espionaje enfrentaban este viernes en Colombia al gobierno con la oposición liderada por el expresidente Álvaro Uribe, al coincidir el interrogatorio de su excandidato presidencial por la Fiscalía con el pedido de captura internacional de la exdirectora de inteligencia del gobierno uribista.

Oscar Iván Zuluaga, contendiente del reelecto Juan Manuel Santos en los comicios de 2014, fue llamado este viernes por la Fiscalía para declarar por el caso del supuesto hacker Andrés Sepúlveda, quien trabajó en su campaña y es señalado de espiar a negociadores de paz del gobierno y de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

“Estaré en el país siempre dispuesto a comparecer ante los jueces para poner la cara y defender la verdad”, dijo Zuluaga al salir del interrogatorio, dirigiéndose a los medios de comunicación y a decenas de simpatizantes.

Oscar Iván Zuluaga. AFP PHOTO/Luis Acosta

Horas antes, cuando el excandidato se presentaba en la sede central de la Fiscalía se conoció también la emisión de una circular roja de Interpol contra María del Pilar Hurtado, exdirectora del Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS) durante el gobierno de Uribe (2002-2010) y acusada de espionaje político en favor del expresidente.

Uribistas reunidos frente a la Fiscalía se refirieron entonces de ambos casos y aseguraron que el gobierno de Santos no respeta sus derechos. “Somos opositores, no criminales”, “Libertad, libertad” coreaban decenas de militantes del movimiento derechista Centro Democrático mientras Zuluaga declaraba.

El propio Uribe, actual senador y férreo opositor a los diálogos de paz, acudió por su parte a una sede de la Fiscalía en Ríonegro, unos 225 km al noroeste de la capital colombiana, donde reside, en respaldo a Zuluaga. “El Centro Democrático cree que la justicia colombiana por regla general ha sido un ejemplo, pero también piensa que en estos casos hay parcialidad política”, dijo.

El exmandatario acusó también a Santos de haber ido recientemente a Francia, donde tiene su sede la Interpol, a “perseguir” a Hurtado, según escribió en Twitter.

“Todas las garantías para expresarse”:

Poco antes de finalizar el llamado a Zuluaga, Santos aseguró en un discurso desde el palacio presidencial que su gobierno “como en pocos” ha dado a la oposición, de derecha o de izquierda, “todas las garantías para expresarse libremente”. “No he acudido, ni en Francia ni aquí en Colombia, ante ninguna autoridad judicial para interferir en procesos en curso”, aseveró Santos, refiriéndose al caso de Hurtado y respondiendo a Uribe.

Colombia ha conocido varias veces en los últimos años escándalos de espionaje que han involucrado a políticos, militares y gobernantes.

El proceso contra Hurtado, solicitado por la justicia por los delitos de “concierto para delinquir agravado, peculado por apropiación, falsedad ideológica en documento público, violación ilícita de comunicaciones agravada y abuso de función pública”, es uno de ellos.

La exdirectora del DAS, actualmente en Panamá, donde perdió a mediados del año pasado su condición de asilada, es acusada de espiar comunicaciones de magistrados, periodistas, activistas de derechos humanos y de políticos adversarios de Uribe.

El caso por el que fue citado Zuluaga es más reciente y está directamente vinculado con el espionaje a delegados de paz del gobierno y de las FARC, que desde noviembre de 2012 buscan en Cuba llegar a un acuerdo para acabar con más de medio siglo de conflicto armado.

Basado en el testimonio del presunto pirata informático Sepúlveda y como parte del proceso de investigación, la Fiscalía decidió interrogar al excandidato Zuluaga, a su hijo David Zuluaga, y al asesor de la campaña Luis Hoyos. “Es una segunda fase que se inicia en el caso del hacker, que es la vinculación entre la información y las actividades ilícitas del hacker, y el eventual conocimiento que pudo haber tenido la campaña de esas actividades”, dijo el fiscal Eduardo Montealegre la semana pasada al llamar a Zuluaga a rendir declaraciones.

Al ser capturado, Sepúlveda trabajaba para la campaña de Zuluaga, según reconoció el propio excandidato, quien sin embargo negó saber de sus supuestas actividades ilícitas. (AFP)